La inflación en abril se ubicó en el 4,6 por ciento, impulsada por la suba de la tarifa del gas y de los alquileres, indumentaria y calzado y transporte, según el cálculo del Instituto Estadístico de los Trabajadores (IET), que depende de la UMET. En el primer cuatrimestre la inflación llega al 16,2 por ciento y la comparación anual arroja un alza de 56,6 por ciento. La persistente aceleración inflacionaria hunde cada vez más el poder adquisitivo de los salarios, que viene cayendo de manera ininterrumpida desde diciembre de 2017. En consecuencia, el salario real se encuentra un 17 por ciento por debajo de noviembre de 2015 en promedio y está en su nivel más bajo en once años. La situación es aún peor para los sectores de menores ingresos, que enfrentan una inflación superior al promedio de la economía. La desregulación financiera y la fragilidad de la provisión de divisas junto a dolarización de combustibles, la política de tarifazos y mala praxis del Banco Central en la intervención cambiaria son los factores que explican la inflación récord de la gestión Cambiemos.

“Si pensábamos que no se podía estar peor, los datos demuestran lo contrario. El índice de abril es peor que el del mes anterior y en los últimos doce meses acumula un 55,6 por ciento, el valor más alto desde 1991”, señaló Nicolás Trotta, rector de la UMET.

El rubro alimentos y bebidas tuvo una suba de 3,5 por ciento.

La historia del primer gobierno de Mauricio Macri y la inflación es la del pifie tras pifie, desde aquellas primeras frases del Presidente acerca de que “en mi gobierno la inflación no va a ser un tema” hasta el pronóstico del ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, de que “la inflación se está desacelerando”, en octubre del año pasado. En ese momento, a Dujovne la proyección le duró apenas dos meses: según datos oficiales, la inflación pasó del 5,4 por ciento de octubre a un 3,2 en noviembre y a 2,6 por ciento en diciembre. Pero en enero, los precios volvieron a acelerar al 2,9 por ciento, luego pasaron al 3,8, subieron más hasta el 4,7 en marzo y se mantuvieron en el 4,6 por ciento en abril, siempre según la UMET.

En abril, el rubro que mayor incremento de precios registró fue indumentaria y calzado, con el 11,3 por ciento, por el ingreso a los comercios de la nueva temporada de invierno. Vivienda tuvo una suba de 4,6 por ciento por el impacto del alza de la tarifa del gas dispuesta por el Gobierno nacional. El gas avanzó un 10 por ciento para usuarios residenciales (resta otro incremento de 9,1 por ciento de mayo y 7,5 por ciento en junio). El informe de la UMET también resalta el impacto de la suba de alquileres, que roza el 40 por ciento en los últimos doce meses.

El capítulo de alimentos y bebidas tuvo una suba de 3,5 por ciento, por debajo del promedio aunque igualmente muy fuerte. Según el relevamiento en supermercados que realiza la entidad Consumidores Libres, en abril se destacó la suba de precios de cortes de carne vacuna, pollo, azúcar, aceite y manteca, entre otros alimentos básicos. El Indec registró en marzo una suba interanual del rubro de alimentos y bebidas de 64 por ciento, que explica el mayor avance anual de la pobreza y la indigencia desde 2002.

Transporte y comunicaciones tuvo un alza de 3,8 por ciento, por el incremento del subte porteño hasta los 19 pesos, el impacto del dólar y del precio internacional del petróleo en la suba de la nafta. Por otro lado, también tuvo un alza la tarifa de los planes de telefonía celular, junto al rubro educación (2,9 por ciento) y salud (2,6 por ciento).

Según el estudio de la UMET, en abril el 74 por ciento de los rubros del IPC mostraron alzas mayores al 1,5 por ciento, lo cual constituye el tercer peor registro desde que comenzó la gestión Cambiemos. Desde fines de 2015, la inflación acumulada es de 209,3 por ciento, aunque en la canasta de bienes y servicios que consume el 10 por ciento de más bajos ingresos la suba de precios en el mismo período es de 244,7 por ciento, muy superior al promedio, a raíz del mayor impacto proporcional de los servicios públicos y alimento y bebidas. Desde que comenzó el gobierno de Cambiemos, el deterioro promedio del salario real es del 17 por ciento, lo cual explica el derrumbe del consumo en el mercado interno y con él, de la producción, la inversión y del empleo. El dato oficial de inflación de abril se conocerá el miércoles de la semana que viene.