Son horas decisivas para la causa que investiga la mega red de espionaje ilegal político y judicial. La Cámara Federal de Apelaciones de Mar Del Plata definirá si mantiene el expediente a cargo del juez Alejo Ramos Padilla o si, como reclaman el fiscal en rebeldía Carlos Stornelli y el detenido y procesado Marcelo D'Alessio, pasa a Comodoro Py. Además de estos dos posibles escenarios se suma una tercera opción: un desmembramiento de la investigación y Ramos Padilla podría quedarse sólo con la pesquisa de algunos pocos delitos cometidos por la banda del falso abogado.

Los camaristas Alejandro Tazza y Eduardo Giménez, hoy inmersos en un clima de fuertes presiones para sacar la causa del juzgado de Dolores, ya rechazaron las diversas recusaciones presentadas por Stornelli y ratificaron a Ramos Padilla. Ahora, deberán definir si el magistrado puede continuar. Hasta el momento, según recordó el mismo juez en la resolución en la que rechazó el pedido de inhibitoria presentado por su par de Comodoro Py Luís Rodríguez, la investigación tuvo notorios avances desde su inicio a partir de la denuncia del empresario Pedro Etchebest. En aquel escrito firmado el 1 de abril, Ramos Padilla señalaba que, además de las numerosas indagatorias, “se ha declarado la rebeldía de uno de los imputados (Stornelli), se recabaron numerosas declaraciones testimoniales, diversos informes técnicos, pericias, allanamientos, detenciones, intervenciones telefónicas, transcripciones de decenas de horas de escuchas, se han hecho reclamos de software y hardware específicos para analizar la compleja documentación digital, se han brindado informes a otros poderes del Estado, entre otras numerosas medidas llevadas a cabo en un expediente que cuenta con más de dieciocho cuerpos de actuación y más de cincuenta legajos de investigación e incidencias en un plazo de tan sólo dos meses de trámite”.

La Cámara de Mar del Plata definirá en un marco de diversos y fuertes respaldos al juez Ramos Padilla. El más contundente es el de la Corte Suprema de Justicia, que entendió que la causa debía tener apoyo concreto y en una acordada le envió al magistrado un auto y dos contrataciones. El punto central es que dos de los cinco jueces del máximo tribunal están mencionados en el expediente que cursa en Dolores como posibles víctimas del espionaje ilegal. Según declaró en la causa el ex espía Rolando Barreiro, D´Alessio tenía informes de migraciones de Carlos Rosenkrantz y de Horacio Rosatti. Además, Ramos Padilla comprobó que habían espiado a Gabriel Bouzat, socio del presidente del máximo tribunal, quien ya dio su testimonio en Dolores y reconoció la información con sus entradas y salidas del país que figuraba en los listados que el falso abogado tenía en su poder. Por otra parte, como ya informó Página/12, Ricardo Lorenzetti también sospecha que fue espiado y que detrás de las sucesivas denuncias judiciales de Elisa Carrió está la banda de D'Alessio y compañia.

Por eso en la Corte dejan trascender el apoyo a Ramos Padilla para que continúe con la investigación y dicen que “sería una escándalo” si el expediente es enviado a Codoro Py. Incluso, uno de los Ministros se expresó públicamente en contra de la decisión de Stornelli de estar en rebeldía y no presentarse a declarar. Se trata de Horacio Rosatti, quien dijo en una entrevista con el periodista Edi Zunino que el fiscal de los cuadernos tiene que dar el ejemplo, siendo que un funcionario judicial de ese calibre no puede no estar a derecho: “Si no hay ejemplaridad moral, es muy difícil generar seguimiento de conductas (...) Son las reglas, si uno no respeta las reglas, no puede pedir que el resto las respete", dijo.

Comodoro Py

En caso de que el expediente pase a los tribunales federales de Retiro, todo apunta a que el juez que más va a estar interesado en quedarse con la investigación es el titular del juzgado número 9, Luís Rodríguez. Es porque en su despacho ya se investiga una posible extorsión al empresario Gabriel Traficante por parte de la organización de Marcelo D'Alessio, quien incluso fue procesado con prisión preventiva por Rodríguez. Sin embargo, este expediente no mostró avance alguno hasta que se abrió la causa en Dolores a principio de este año. El propio Ramos Padilla, en su resolución antes mencionada, hace referencia al “derrotero” por la competencia en el que la denuncia de Traficante había entrado durante todo el primer año de pesquisa y que incluso el aduanero tuvo que presentar “un escrito donde solicitaba que se llevaran a cabo las medidas de prueba oportunamente solicitadas ya que la instrucción se encontraba paralizada”. Ramos Padilla es muy duro con su colega al resaltar en aquel escrito que Rodríguez empezó a investigar sólo después que estalló el escándalo y se abrió la causa en Dolores. Detalla que recién “un año después de presentada la denuncia (de Traficante en Comodoro Py) comenzaron a proveerse las medidas de prueba. La instrucción de la causa continuó; sin embargo, recién a partir del estado público que tomó el presente expediente, se logró reunir el estado de sospecha (...) y, luego, dictar el auto de procesamiento de Marcelo D’Alessio en orden al delito de extorsión”.

Lo cierto es que a la luz de la investigación, la causa que hoy tiene Ramos Padilla es un expediente muy codiciado. Con delitos de extrema gravedad institucional y ramificaciones en todos los poderes del estado -ámbito político, judicial, servicios de inteligencia- e incluso en los medios de comunicación, implicaría un enorme poder para el juez al que le toque. En el caso de Rodríguez, se trata de un magistrado recientemente denunciado por el oficialismo en el Consejo de la Magistratura. Fue acusado por Carolina Pochetti, viuda del secretario de Néstor Kirchner Daniel Muñoz, de haberle pedido una coima de diez millones de dólares para cajonear una investigación en su contra. Según analizan en Tribunales, una causa como la de Dolores podría constituirse en una contundente herramienta para moverse en defensa propia.

Con todo este escenario abierto, los camaristas marplatenses definirán en los próximos días el futuro de una causa sin precedentes, que impactó de lleno en el seno del poder. Tienen en sus manos la suerte de la investigación que dejó al descubierto los delitos y las oscuras y promiscuas relaciones de un sector de los servicios de inteligencia, de la Justicia, de la política y de los medios de comunicación.