A manera de antídoto a esta época, en la que Argentina se hunde en la arena movediza de la ineficacia política, 1915 lanzó en octubre su nuevo álbum, Bandera. “Tuvimos un desarrollo bastante grande entre el anterior, Dual (2016), y éste”, explica el guitarrista y cantante del grupo, Cruz Hunkeler. Producido por Guille Salor, baterista de Emmanuel Horvilleur, Marilina Bertoldi y Conociendo Rusia, es un disco que tiene los pies sobre la tierra, según el frontman del grupo. “Trata acerca de lo vivencial, de lo concreto, y desarrolla una postura a raíz de eso. Logramos aprender la importancia que tiene dar un mensaje, y eso no lo habíamos considerado en el trabajo anterior. Al respecto de eso, para mí el cambio es político, y necesita de determinadas reacciones de parte de las personas y de los artistas. En ese sentido, el contexto varió de un disco a otro y nosotros también como personas. Dual lo hicimos a los 18 años y ahora tenemos 21. Es un montón de tiempo.”

El título del disco evidencia ese manifiesto…

Cruz: En Bandera aprendimos a hacer canciones con una lógica más concreta, y que lleguen más. A través de ese recurso, ahora damos el mensaje que queremos. Pero sin caer en la ingenuidad. Es una vasija que queremos llenar y a la que ahora metimos las canciones que teníamos. De hecho, PolicíaNdR: el gran corte promocional del disco– la agregamos de pedo. La tenía en el celular, la escuchamos y quedó. Laburamos de una manera que sabíamos que iba a funcionar.

A diferencia de Dual, que tiene un vuelo más spinettiano, su trabajo más reciente es toda una oda al pop groovero. ¿Cómo llegaron hasta acá?

Cruz: Argentina es un país re contra influido por los afrodescendientes. El tema es que se lo niega.

Alejo Freixas (bajista): Los argentinos somos muy pasionales, y para mí el groove tiene que ver con eso. Es algo que se contagia, y eso sucedió en nosotros cuatro. Es algo que quisimos hacer desde que arrancamos y, si bien en Dual ya asomábamos ese deseo, en Bandera está más presente porque lo trabajamos bien.

Federico Norzi (tecladista): Cuando sacamos el EP o el primer disco, yo escuchaba jazz y rock progresivo. Y hoy me interesan más Parcels, el pop y todo eso.

También hay un dejo a Illya Kuryaki and the Valderramas que queda en evidencia en Policía ¿Los curtieron?

Alejo: Eso apareció más en la post producción. Estaba la melodía, pero cuando mezclamos la guitarra y el sintetizador, ahí nos dimos cuenta. Tiene que ver con esto que decía Fede de las influencias. Nos permitimos ser como esponjas, y descubrimos después qué influencias absorbimos al momento de hacer las canciones.

Cruz: Justo antes de hacer Bandera estuve escuchando Leche, Versus y Chaco. En la época en la que aparecieron quizás eran más borders y controversiales que ahora. En términos musicales, me parece una banda de alto calibre, desde las letras y los personajes que inventaron.

Federico: Estuvieron hurgando en los negros, el rap y los vientos, y esa búsqueda para mí es un mundo maravilloso. Es un ejemplo para animarse a hacerlo que uno quiere.

Ellos padecieron la insularidad no sólo por la música que hacían sino también porque el rock argentino seguía liderado por la vieja guardia. Sin embargo, ustedes son protagonistas de su generación.

Cruz: Con Internet todo es muy aleatorio. De la noche a la mañana podés tener un video con 15 mil millones de reproducciones, y eso abre otra posibilidad. Con la tecnología y el contexto en el que nacimos, podemos subir nuestro disco cuando se nos cante.

Alejo: Somos una generación a la que le cuesta esperar por las cosas que quiere. Entonces se manda a hacerlas y las consigue. Tiene cierta adrenalina. Es como estar en un tren en movimiento. Aunque no nos sentimos representantes de una generación, sino parte de ella. En otras épocas, la gente se acostumbró a ver como referentes juveniles a gente de 40 o 50 años. Pero hoy queremos ver a chicos de nuestra edad que alcanzaron sus objetivos. Es lo que hicimos nosotros.

Cruz: Al subir cada uno su propio material, se termina el endiosamiento de una figura tan grande.

¿Les parece que esta escena supo registrar, al menos musicalmente, el contexto social y político que la contiene?

Cruz: Hay algo que afecta no sólo a la música sino a toda la sociedad. Y es que hay una desilusión tan grande por la política que se la ve como algo sucio, algo que es mejor no tratar. A mí la política no me parece una mierda sino una herramienta. Al igual que la música.

¿Militan políticamente?

Cruz: No, paso.

¿Por qué?

Cruz: Mi aporte hacia las causas que yo tenga está en la música. Tenemos simpatía y críticas, al igual que muchas cosas para decir. Pero no militamos con ninguna agrupación política.

¿Y cómo manejan las ideologías en la banda?

Alejo: Hay ciertas diferencias entre nosotros, pero se alcanzaron consensos en determinadas causas. Estamos en contra de la monopolización de los medios, del discurso hegemónico, del abuso de poder de la fuerzas de seguridad; y a favor de las Abuelas de Plaza de Mayo y del movimiento feminista.

¿Por qué utilizaron un extracto de una nota a una Madre de Plaza de Mayo en el tema El enemigo?

Cruz: Es una entrevista de 1978 hecha por medios internacionales que vinieron a cubrir el Mundial de fútbol. Agarraron a las Madres durante una de sus recorridas habituales. Estaban desesperadas por encontrar a sus hijos. Está bueno el efecto que logra en el tema porque la letra se entiende de otra manera.

Federico: Es de una entrevista que publicó el Archivo General de la Nación hace seis o siete años, y que se viralizó.

Alejo: Es un ejemplo histórico de lo que pasó en nuestro país.

Cruz, considerando que tu abuela materna, María Fernanda Noguer, es una desaparecida de la última dictadura, ¿por qué no preferiste hablar en esa canción de lo que le pasó a tu familia?

Cruz: Si bien estuve afectado familiarmente, me parece que no hay audio más impactante que el de una madre a la que le desaparecen un hijo. Sin embargo, el hecho de que esto le haya ocurrido a mi familia incide en el disco y en mi carrera. Cuando estaba componiendo Bandera, mi vieja hizo un libro autobiográfico –NdR: se refiere a Lucía Villagra y su texto Una hija más– y tuvo que entrevistar a la gente que rodeó a mi abuela. Y me fui enterando de cosas muy fuertes acerca de su desaparición.

¿Cuándo te enteraste?

--De chiquito. Es algo que tengo naturalizado. Puedo hablar del tema porque la decantación de eso me tocó vivirla así. No me gusta decirlo tanto porque suena a alarde, pero no me siento distinto por eso. Y tampoco creo en la postura de la gente que dice: “Como no viviste la dictadura, no podés hablar de eso”.

En Bandera se palpa el temor por esta época, ¿realmente lo sienten así?

--Bandera tiene cierto miedo porque hay patrones que se van repitiendo. De la dictadura, por ejemplo. Hay mucha desinformación y la crisis social está, pero se logra disfrazar de lo que no es, de una realidad que no existe.

Mientras ustedes reflejan esto, hay muchos artistas que prefieren el like…

--La música no es un entretenimiento bobo sino un desahogo, en el sentido de que la gente tome conciencia y abra el debate. Tenemos el objetivo de trascender, de dar un mensaje que nos lo permita. Y eso dista de las cosas musicales que suceden hoy: hay mucha estética y poca sustancia. Hay gente que se queda en el Instagram; ése es su fin.

Lo que establece también una grieta en la música, ¿o no?

Federico: Cuando pasamos por ahí, tuvimos que travesar un montón de estructuras. Vivimos esta cultura vieja que sigue aferrada en el under, donde no aceptaban que un pibe de 17 años quisiera tocar. Si bien aún existe, se está quedando atrás. Hay cada vez más jóvenes sumándose al empuje para romper con ese formato. La sumatoria de jóvenes apostando por jóvenes evita que esas cosas sigan sucediendo. Hoy ser joven es una virtud, y sos más bienvenido por serlo. Es muy difícil que alguien nos rechace por nuestra edad. Las bandas de rock y los traperos, con nuestras diferencias, estamos haciendo que la voz de los sub25 tenga el peso que merece.

A pesar de que el cuarteto oriundo de la zona norte del Gran Buenos Aires, que debe su nombre al horario que encontraron para ensayar en sus comienzos, disfruta de un gran momento confirmado en el último Lollapalooza, este grupo de amigos que se conocieron en el Colegio Nacional de San Isidro se lo toman con calma. “A veces uno está tan metido en el tren que no tiene la posibilidad de verlo”, asegura Fede. “No me pongo a pensar en qué pasaría si me hago famoso ni en si tenemos más reproducciones en Spotify.”

En tanto que Alejo concluye: “No siento que sea tan vertiginoso lo que nos está pasando. Seguramente el vértigo se sienta, pero uno elige tenerlo o no. Y si nosotros apuntamos a crecer, ojalá suceda. En lo personal, hablamos mucho y tratamos de mantener la cabeza fría. Nos enfocamos en la búsqueda y el mensaje. No nos interesan la guita ni la fama sino poder hacer lo que nos gusta y viajar gracias a nuestra música. Ése es un objetivo con los pies en la tierra que, aunque pueda explotar, no nos da miedo”.

* 1915 presentará Bandera este viernes 10/5 a las 20.30 en Niceto Club, Niceto Vega 5510.