En Grecia, en abril de 2010, Yorgos Papandreu anunció: “Avanzamos por un camino difícil. Pero conocemos la ruta a Itaca”, fue la recordada frase del entonces primer ministro tras pedir ayuda europea, luego vino casi una década de ajuste. Luego de seis años de hundir al país heleno en el ajuste, un informe de la Oficina de Evaluación Independiente del FMI publicado el 30 de julio de 2016, reconoció que el organismo actuó en los rescates a Grecia forzado por las presiones políticas europeas. 

 El auditor interno criticó que se haya sostenido “una estrategia que no funcionaba durante demasiado tiempo”. También reveló en Washington que se usaron proyecciones de crecimiento económico “demasiado optimistas” y no se tuvo en cuenta el “impacto de los ajustes fiscales en el crecimiento y en la dinámica de la deuda”. Ahora el enviado del Fondo a la Argentina se muestra optimista sobre el futuro económico del país aplicando el mismo recetario de estrategias que no funcionaron para Grecia, pero esta vez las presiones geopolíticas provienen de Estados Unidos y no de Europa.