La música de Liliana Felipe siempre trae ideas nuevas, ironías, textos que sacudían las ideas preconcebidas. Siempre audaz, la artista argentina radicada hace tres décadas en México actúa esta noche, a las 21.30, en la Sala Lavardén, y presentará su flamante disco, Liberación Animal. Feminista, lesbiana, de izquierda, y activista antiespecista. Cambió la letra de varias de las antiguas canciones. En Nadie, donde antes hablaba de milanesas, ahora se refiere a berenjenas. De todos sus temas, elige hoy La falta de algo, donde su piano le pone melodía a esta letra cáustica: "Trágame, a ver si puedes trágame,/ Seguramente piensas que tu vida vale más".

Para Liliana, el especismo es una violencia insoslayable para pensar el resto de las relaciones jerárquicas. "Si no entendemos que nosotros, nosotras, eligiendo comer animales, somos los que le damos el poder a (Mauricio) Macri y a toda su pandilla; si no entendemos que quienes quitaron a Dilma (Rousseff) son los dueños de los frigoríficos, si no entendemos que (Donald) Trump hizo su dinero, su fortuna vendiendo cadáveres de animales, vendiendo bifes, no entendemos nada", dijo la artista a Rosario/12. Subraya y recuerda que a Macri "lo ungieron los de la Suciedad (sic) Rural Argentina. Si seguimos comiendo animales, cada vez vamos a empobrecer más gente, más morirán de hambre y de sed. Cuando logremos entender eso, podremos empezar a pensar en una mejor América Latina".

La contundencia de Felipe puede resultar incómoda, cuando su canción se pone en la piel de un animal para decir que "por maldita costumbre nos estaban matando", interpela a una sociedad que consume en el supermercado sin detenerse a pensar en lo que ella resume en "la crueldad en los platos". "Quisiera ayudar a reflexionar sobre lo que estamos viviendo en Argentina y en el mundo", arranca Felipe que hoy mismo, a las 16, en el Petit Salón de la Plataforma Lavardén dará una charla de entrada libre y gratuita con el título "¿Te comerías a tu perro?".

"Cuando alguien es especista, o sea que discrimina a otra especie y cree que la suya es superior, también esa persona es racista y fascista". 

En el espectáculo, la autora de La mujer inconveniente, Las histéricas y Cuando cumpla los 80, entre otra decenas de canciones, hará canciones nuevas y antiguas. "Esta es una etapa en mi vida donde lo que me interesa  sobremanera es ayudarnos a entender el especismo para transformarnos en antiespecistas razonadas, conscientes, fuertes. Lo mínimo que podemos hacer por los animales es dejarlos de comer y luego empezar a pensar y hacer activismo. Por eso creo que cuando alguien es especista, o sea cuando alguien discrimina a alguien porque es de otra especie, también esa persona es racista, fascista. No se es exclusivamente un hijo de puta contra los animales, la cosa viene en bloque", subraya.

Para ella, no es posible disociar el feminismo y el antiespecismo. "Cuando comenzamos a entender esto, hablé con algunas de mis ideólogas del feminismo y sentí que no les pasaba a ellas por donde yo sentía que era obvio. Hasta el día de hoy sigo sintiendo que muchas de las sociólogas, analistas, filósofas, etcétera, se les olvida que será imposible destruir el patriarcado si seguimos comiendo animales", expresa en una deriva que la lleva una y otra vez a la que considera una violencia estructural.

"Cuando me di cuenta me dio tanta vergüenza, tantos años malgastados que pasé sin darme cuenta", dice otra canción de su último disco, y ella considera que es "muy cínico estar pidiendo por nuestros derechos mientras compramos o hacemos que violen a otras hembras como son las vacas, y que las violen, que tengan hijos que serán secuestrados para robarles la leche, para comer leche, o quesos que siempre nos harán daño. Esas madres que hacen caso a esos médicos, a esas nutricionistas que tienen información de hace 150 años o más, son una desgracia para el progreso".

En su denuncia a la industria, Felipe apunta: "Comer animales nos convierte en cómplices, en asesinos, en violentos, en gente indiferente, ignorante, apática, fodonga (perezosa, descuidada), grasosa".

Felipe es hermana de Ester Felipe, desaparecida junto a su pareja, Luis Mónaco. Radicada en México y casada con Jesusa Rodríguez, su compromiso político está claro desde siempre. Hoy cifra sus expectativas en el gobierno de Manuel Andrés López Obrador. Jesusa es senadora de Morena, el partido de AMLO, y ella se siente "muy orgullosa" de la actividad política de su pareja. "Está poniendo en la mesa de la opinión de todo México temas de los que nunca se ha hablado, como son nuestro especismo, la industria alimentaria que gobierna, el clítoris, la marihuana", responde y confía. "En el gobierno de México hay gente maravillosa. Andrés Manuel es un hombre sensible, muy sabio, muy instruido, un conocedor de la historia de México. Tengo la sensación de que vamos a vivir un cambio maravilloso en México".