(Desde Río Gallegos)

Las hermanas Chocobar lo exigieron desde el comienzo de esta historia. Que cambiara la calificación. No era un homicidio simple.  

Por su identidad de género y la crueldad con la que se manipuló su cuerpo, del que sólo ha aparecido el cráneo. En la segunda jornada del debate, la semana pasada, el cuerpo de psicólogos declaró durante casi dos horas y su testimonio fue clave para que la fiscalía y querella solicitaran la ampliación de la calificación considerando el inciso 4° del artículo 80 del Código Penal que señala al que matare por “género, identidad de género o su expresión”.

Repasando el trabajo realizado, los profesionales señalaron que los dos imputados, Oscar Biott y Ángel Azzollini, presentaban perfiles similares entre sí. En el caso de Azzollini apuntaron a dificultades en el manejo de la angustia y los impulsos, mostrando pasajes al acto y con una “fuerte identificación con la imagen agresiva como defensa”. También dieron a conocer que en ambos existe el registro de control de conducta, es decir que saben lo que hacen en tanto que al manejo de emociones, marcaron que Azzollini es impulsivo mientras que Biott reprime el impulso agresivo y es propenso a la explosión. Otro comentario destacado fue que Biott, refiriendose a la escalada, resaltó el trabajo en equipo, el mantenerse unidos y la lealtad como valores.

Los peritos explicaron que existía un conflicto principal con la cuestión de género y que por parte de ambos no había una contemplación como sujeto sino como objeto hacia Marcela. En Biott, identificaron un rechazo, una angustia que hace que confronte la identidad de género trans en tanto que en Azzollini fue ambivalente. En cuanto a la respuesta hacia la identidad de género trans de Marcela apuntaron “con posterioridad (ya que no tenían conocimiento inicial) trae un quiebre emocional que se produce en el momento en el que aparece (la identidad)”. 

Luego de solicitada la ampliación, para la que también se tomó en cuenta lo declarado por Biott, éste nuevamente prestó declaración mientras que Azzollini, al igual que en el inicio del juicio, se reservó el derecho. El acusado sostuvo que no tuvo un buen asesoramiento: “Me siento en un estado de vulnerabilidad (...) (afuera) se están riendo de todos nosotros”, aprovechó además para repasar las actividades que ha realizado dentro de la comunidad y afirmó “siempre estuve haciendo el bien común”.

“Había descuartizado a un travesti”

Durante las primeras jornadas, hubo dos testimonios de relevancia, Martín Heim, un amigo de Azzollini, contó que habló con él y recordó “lo veo mal y me termina contando que Oscar Biott había matado a una persona” y agregaría que el comentario fue “(Biott) había descuartizado a un travesti”. En cuanto a la participación de su amigo señaló “primero dijo que no tenía nada que ver y después, (dijo) como que ayudó”. El nerviosismo del testigo derivó en el pedido del tribunal para desalojar la sala, incluyendo a la prensa, tras lo cual Heim haría referencia a la existencia de un código entre amigos.

Durante el período de instrucción, hubo un tercer  detenido que luego fue sobreseído por falta de mérito: Adrián Fioramonti. En su declaración, repleta de respuestas confusas y silencios, manifestó que Biott le habría contado que tuvo “un altercado” con una persona que “la tenía encima, se quiso defender”, dijo que los acusados, sin poder especificar en qué momento, “se dieron cuenta que (ella) era travesti”. Tanto los dichos como la presencia del hombre, quien el año pasado fue denunciado por amenazar a una de las hermanas, generó malestar y una de ellas se retiró de la sala. 

El celular

Durante el período de instrucción, las Chocobar insistieron con la búsqueda del celular de Marcela y en el inicio del juicio, la querella solicitó el rastrillaje de la laguna Ortiz. La novedad de un telefono celular generó expectativas pero la familia confirmó que el equipo buscado era negro. El rastrillaje continúa y la posibilidad de que se encuentre sumergido se reforzó con la escucha de una conversación telefónica entre Azzollini y otro hombre que se produjo durante las primeras semanas posteriores a la desaparición de Marcela. En la llamada, el imputado, haciendo referencia a otra persona señala que éste “se encargó” y agrega “el telefóno está tirado en la laguna Ortiz es lo único que sí dijo el otro hijo de puta”. En el cierre de la tercera jornada, hubo una inspección ocular que partió de la cabaña en la que vivían Biott y Azzollini y concluyó en el barrio San Benito, donde Biott repasó su relato. 

Luego de un cuarto intermedio, el juicio se reanudará el lunes 3 de junio con la declaración del perito judicial y se sabrá si citarán a las profesionales que realizaron las nuevas pericias psicologicas que solicitó la defensa. En coincidencia con el #NiUnaMenos, desde la Mesa de Mujeres, que conforman organización gremiales, partidarias e independientes, ya convocaron a concentrar desde las 11 en el mástil central, movilizarse hasta Casa de Gobierno y realizar un micrófono abierto en la Cámara.  

Durante esta semana no hubo audiencias pero sí novedades ya que a 72 horas de la reanudación del juicio, a través de un comunicado, el Instituto Nacional de las Mujeres (INAM), dio a conocer la presentación de un Amicus Curiae solicitando “se aplique la figura penal de “travesticidio” por el asesinato de Marcela Chocobar”. El INAM insta además a que se incorpore perspectiva de género y la aplicación del Modelo de protocolo latinoamericano de investigación de las muertes violentas de mujeres por razones de género. Según el comunicado, el Dr. Jorge Daniel Yance, presidente de la Cámara en lo Criminal de la Primera Circunscripción Judicial respondió que "al momento del dictado de la Sentencia se evaluarán, considerarán y/o valorarán los argumentos expuestos en su presentación y/o en las que oportunamente realice".