La Selección Argentina Sub-20 consiguió clasificarse para jugar el Mundial de la categoría en Corea del Sur gracias a su triunfo por 2-0 sobre Venezuela, con dos goles de Lautaro Martínez, y beneficiado por el empate 0-0 entre Colombia y Brasil. Los dirigidos por Claudio Ubeda terminaron cuartos en el Sudamericano disputado en Ecuador, detrás de la selección local, Uruguay y Venezuela. 

Argentina mostró su ambición en la primera pelota, cuando Zaracho escaló por el lateral derecho, llegó al fondo y mandó el centro al segundo palo, donde Mansilla no pudo conectar. El equipo de Ubeda tuvo su segunda oportunidad apenas pasados los tres minutos, tras una buena combinación entre Lautaro Martínez y Torres, que éste no pudo definir porque lo trabaron de atrás. Mientras, Venezuela intentaba controlar ese frenesí ralentando el ritmo, para lo cual usaba cada ocasión en la que la pelota se iba afuera. Ese recurso más el buen manejo de la pelota que caracteriza a esta Vinotinto le posibilitaron sortear la presión que propuso Argentina en todos los sectores del campo.  

Argentina jugaba el mejor primer tiempo del Sudamericano. Le faltaba creatividad en el mediocampo, aunque la presión le  permitía hacerse de la pelota en campo contrario y proponer rápidos contraataques. Pero la defensa venezolana esperaba con cinco hombres a los delanteros argentinos, quienes siempre encontraban  una pierna rival cuando buscaban cerrar la jugada. Sin embargo, cuando los primeros cuarenta y cinco minutos parecían cerrarse con el marcador en blanco, Torres peleó una pelota en la derecha, la dominó y la alargó para Lautaro Martínez, quien le ganó la espalda a su marcador y definió de derecha al segundo palo. El uno a cero entusiasmó a los argentinos, que presionaron sobre dos pelotas a los defensores venezolanos. La primera la desperdició Pereyra con un zurdazo que se fue ancho. Pero en la segunda, Lautaro Martínez conectó de cabeza por sobre la salida del arquero y puso el 2-0. Antes de irse al vestuario, Argentina le daba algo de fortaleza a sus esperanzas de clasificación.

En el complemento, los dirigidos por Ubeda arriesgaron en pos de la goleada que necesitaban. El tercero estuvo cerca en un envío de media distancia de Pereyra cuando no había transcurrido un minuto de la segunda etapa. También lo tuvo Romero dos veces, pero Fariñez se vistió de héroe para evitarlo. Primero le sacó un cabezazo a quemarropa luego de que el defensor conectara un corner enviado desde la izquierda y luego rechazó un furibundo derechazo. La cancha era un plano inclinado hacia el arco de la Vinotinto, que apenas si respondía con algún esporádico contragolpe.

Argentina siguió buscando, aunque la altura se hizo sentir y los jugadores argentinos empezaron a sentir el cansancio. Le faltaban piernas, pero sobre todo lucidez para definir las ocasiones. Además, los ingresados Barcos y Conechny no aportaron el desequilibrio que aseguraron Mansilla y Pereyra mientras estuvieron en el terreno de juego. Así, el abrumador dominio de la selección argentina no alcanzó para aumentar el marcador, y el 2-0 final dejó al plantel dirigido por Ubeda a la espera del resultado entre Brasil y Colombia.