Las armas de al menos ocho policías del partido bonaerense de Tres de Febrero, cuatro de ellos separados de sus funciones e imputados, están bajo la lupa de los peritos balísticos que investigan la muerte del músico Diego Cagliero, de 30 años. El muchacho fue baleado el domingo 19 tras una discusión en un supermercado de la localidad de Martín Coronado, al que la versión policial calificó de “asalto comando” al comercio. El miércoles, familiares del músico, quien iba a ser padre en unos meses, se reunieron con el ministro Cristian Ritondo, a quien le pidieron el esclarecimiento del hecho, que consideran un caso de “gatillo fácil”.

Por decisión del auditor general de Asuntos Internos del Ministerio de Seguridad bonaerense, Guillermo Berra, fueron separados de sus funciones dos oficiales subayudantes, un oficial subinspector y un oficial, según informaron voceros policiales.

Los cuatro están imputados en el marco de la causa. Además, son sometidos a un sumario interno en el que se evalúa su responsabilidad en el hecho. En tanto al resto de los policías involucrados, al menos cuatro más, también se les secuestraron las armas y se les asignaron tareas administrativas.