Si las metáforas no tuvieran fechas de vencimiento, podría escribir que entre el infinito y la nada hay un laberinto de cenizas. Que las cenizas son huellas del fuego/juego existencial y que el desafío a resolver más allá de los envases instituidos por la Sociedad de Mierda/opresión, podría ser resuelto en los 90 minutos de un clásico de Ñuls y Central. Pequeña ambición.
Un escritor porteño que dice ser Mario Santucho y se atreve a lucir esa camiseta a rayas azules y amarillas va a presentar el lunes próximo en la Feria del Libro su primera novela "Bombo, el reaparecido", le preguntamos cuál es su relación con la ciudad de Rosario:
-Mi relación con Rosario es de una lejanía muy próxima. Mi mamá era rosarina, nació y se crió en Rosario, allí estudió, trabajó y militó, está desaparecida desde el 19 de julio de 1976. Pero a su vez, quiénes me criaron a mí, era una pareja de rosarinos, quiénes me cuidaron y me formaron en mi infancia y adolescencia en Cuba. Josefa Demarchi y Ricardo Silva, la Tota y el Toto, les decíamos, fueron los que me transmitieron valores y afectos esenciales. Tal es así que en Cuba, me hice hincha de Rosario Central por la Tota; y mi hermano Diego, se hizo hincha de Ñuls por el Toto. Ser hincha de Rosario Centra es un vínculo muy intenso, afectivo y cultural con la ciudad. También mi hijo, que tiene 16 años es canaya, así que seguimos muy de cerca todo ese aspecto de la realidad; pero a su vez, a través de la música, la literatura y el cine, siempre estamos cerca y cada vez que podemos venimos a Rosario, por su vitalidad y por lo que significa para nosotros como influencia cultural y política. Siempre la tenemos como una referencia permanente.
- ¿Cómo surge la idea de escribir "Bombo?
La idea de escribirlo surgió básicamente a partir de un disparador muy concreto: una historia, una anécdota que escucho en Santa Lucía. Un pueblito que yo había ido a conocer, porque allí hay mucha historia, básicamente de lo que se llamó la "Compañía de Monte Ramón Rosa Giménez", la guerrilla rural del Ejército Revolucionario del Pueblo, que allá por los años 74, 75 del siglo pasado se instaló alrededor de ese pueblito ubicado al sur de Tucumán y al pie del monte del cerro del Aconquija. Allí se instaló ese "Pequeño ejército loco", como en algún momento de la novela le llamo. Uno de los protagonistas de esa experiencia, usaba el sobrenombre de "Bombo", se llamaba Julio Ricardo Abad, en el ERP era llamado como teniente Armando. Julio Ricardo Abaddesapareció, fue secuestrado a fines del 1976 en Buenos Aires y fue trasladado a los centros clandestinos de detención en Tucumán. Fue visto por varios sobrevivientes de esos campos de concentración y lo han relatado en sus testimonios en los juicios de lesa humanidad.
Y sin embargo, esta persona a quien todos daban por desaparecido, la mañana de un domingo de lluvia aparece en su pueblo, Santa Lucía y se presenta en el almacén de su barrio casi cuarenta años después, ante dos personas que lo conocían de chico.
¿"Bombo", podría ser de alguna manera un "indicio" de la reaparición del relato emancipador?
Me parece que sí, la reaparición o el enigma de la reaparición de Bombo podría ser pensada como una pregunta que en realidad encierra muchas otras. Esa es la idea, el enigma abre preguntas que nos inquietan en el presente. Por eso es una búsqueda en el pasado, de historias que conmueven; pero es sobre todo abrirse, exponerse a enigmas del presente y nos obligan a vivir las experiencias contemporáneas como un desafío político y ético. Y en ese sentido, la imagen de la reaparición de Bombo, la visualizo como la vigencia del desafío emancipatorio. La vigencia de ese enunciado que movilizó generaciones de la modernidad, eso que las generaciones pasadas llamaban la "Revolución". Tu pregunta tiene que ver con que tenemos que recuperar esa voluntad de transformación de fondo, un cambio social real, radical. Construir formas de vidas superadoras al neoliberalismo, ese neoliberalismo que en lo cotidiano convierte a nuestras existencias en una verdadera mierda. Mientras muchos afirman que es más posible el apocalipsis, el fin del mundo antes que el fin del capitalismo; algunos sostenemos que hay que buscar otras formas de vida. Esos planos de la existencia que tienen que ver con la sensibilidad, con la búsqueda de un objetivo más profundo y no meramente racional, la necesidad de una actitud transformadora. No creo que podamos vivir plenamente sin ella. El personaje de "Bombo" cuenta con una cantidad de elementos muy significativos, por su origen social, por su militancia, su entrega, su envolucramiento en ese proceso social de ruptura.
La reaparición o el enigma de la reaparición de Bombo podría ser pensada como una pregunta que en realidad encierra muchas otras.
Suponiendo que la última dictadura no comenzó el 24 de marzo de 1976, sino el 20 de junio de 1973 con la masacre de Ezeiza; y que esa dictadura no terminó con el gobierno de Alfonsín, sino con los movimientos sociales del 19 y 20 de diciembre de 2001, ¿cual es la responsabilidad de la generación de HIJOS en la construcción del nuevo relato emancipador?
Los procesos de disciplinamiento de la sociedad a favor de las clases dominantes se extendieron más allá del regreso de la democracia
-Me parece una pregunta muy subjetiva, interesante. Los procesos de disciplinamiento de la sociedad a favor de las clases dominantes se extendieron más allá del regreso de la democracia con Alfonsín y esos efectos disciplinadores se prolongaron con medidas económicas y otras cuestiones hasta el 2001; donde se verificaron en la sensibilidad social ciertos vuelcos que señalaban el fin de los efectos de la dictadura sobre la subjetividad colectiva, sobre el cuerpo social. El terrorismo de estado siempre intenta borrar del campo de lo posible la transformación social con la violencia. Luego de la derrota del sistema socialismo, el neoliberalismo se afirmó y nuestra tarea como generación, es de lidiar con esa derrota histórica y conseguir empezar a poder hablar, o sostener como hipótesis práctica lo que las generaciones anteriores llamaban Revolución, y que hoy tendríamos que ver como llamar.
"Bombo, el reaparecido" de Mario Santucho será presentado el lunes 3 de junio a las 20 hs. por Sabrina Callino y el canayón Carlos Del Frade en la Sala C del C. C. Fontanarrosa.