Los investigadores del crimen de las turistas mendocinas María José Coni y Marina Menegazzo, asesinadas en febrero del año pasado en la comuna ecuatoriana de Montañita, creen que, en total, fueron cinco los femicidas, de los cuales resta identificar a dos.

Por el doble crimen ya fueron condenados a 40 años de cárcel Alberto Segundo Mina Ponce y Aurelio Eduardo “El Rojo” Rodríguez, mientras que José Luis Pérez Castro está con prisión preventiva desde noviembre pasado.

Osiris Sánchez, abogado de las familias de las víctimas en Ecuador, explicó que en las próximas horas se vence el plazo para cerrar la instrucción de la causa a Pérez Castro, tras lo cual la fiscal María Coloma Pazmiño deberá decidir si eleva el expediente a un tribunal de juzgamiento para que se lleve a cabo el debate oral.

Para el letrado, “hay una evidencia vinculante categórica (por el ADN) que es prueba suficiente para que se lo llame a juicio en el grado de autor. De ahí en adelante tendrá que demostrar por qué estaba su perfil genético en la escena del crimen”.

Según la propia fiscal Coloma, el perfil genético de este imputado fue encontrado “mezclado” con el de las dos víctimas y con el de Mina Ponce.

El abogado Sánchez indicó que la defensa de Pérez Castro presentó la coartada de que el ADN fue hallado en “sangre con saliva proveniente de una muela no curada”, la cual recién fue atendida por un especialista en marzo del año pasado, es decir, después de los homicidios.

Y recordó que este acusado es hermano de la persona que encontró los cuerpos y que había trabajado con “El Rojo” Rodríguez en el mismo hotel y que luego de que los echaron de allí se fueron a vivir a la casa de Mina Ponce.

“Nadie hospeda a un desconocido o a un enemigo”, opinó el letrado y señaló que espera que Pérez Castro “hable” y diga quién más está involucrado.

Además confirmó que durante esta segunda etapa de la investigación se hallaron otros dos perfiles genéticos en la escena del crimen los cuales aún no fueron identificados y lo que lleva a creer que, en total, los asesinos fueron cinco.

De acuerdo a Sánchez, estos dos nuevos ADN se encontraron en una toalla y en una pared de la casa donde atacaron a María José (21) y Marina (22).

Los cuerpos de las dos mochileras fueron encontrados envueltos en plástico y con cinta de embalar en una zona de vegetación próxima a las playas de Montañita, a unos 200 kilómetros de Guayaquil, en Ecuador, el jueves 25 y el sábado 27 de febrero de 2016, respectivamente.

Las chicas habían tenido su último contacto telefónico con sus familiares el lunes 22 de febrero y planeaban regresar a Argentina cuatro días después.

Poco después del hallazgo de los cadáveres fueron detenidos Mina Ponce y “El Rojo” Rodríguez, quien el 17 de agosto pasado fueron condenados por el Tribunal de Santa Elena a la pena máxima prevista en el Código Penal de Ecuador.

Ambos fueron considerados por los jueces Pedro Ordóñez, Daniel Rodríguez y Kleber Franco coautores del “doble homicidio agravado por alevosía, en despoblado y por aumentar el dolor de las víctimas”.

El fallo unánime del Tribunal consideró tras “el análisis de las pruebas expuestas” como “autoría directa la participación” de Mina Ponce, entonces custodio de la comuna de Montañita.

Los jueces también establecieron que Rodríguez fue “coautor mediato” al permitir con sus acciones la comisión del doble crimen, cuyo móvil fue “sexual”, y por lo que ambos fueron sentenciados a “cuarenta años de reclusión mayor”. 

Durante el debate oral, la médica forense Linda Mena declaró que María José se resistió, fue asesinada de un golpe en el cráneo y tenía lesiones de intento de abuso sexual, mientras que Marina recibió seis puñaladas en el cuello, una de las cuales le rompió la médula, y tenía signos de haber sido maniatada.