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El pueblo unido se va a Estados Unidos
Por ESTEBAN PINTOS

Peligro de gol

Ricardo Mollo asume con su filosofía bonaerense que, aunque sea el mediodía y la noche anterior se haya estirado hasta las cuatro de la mañana, hay que levantarse. "No me despertás... total, alguna vez me tenía que levantar", responde el guitarrista aplanadora en la tarde porteña que es mediodía californiano. Hace más de veinte días que llegaron a Los Angeles y la tarea ha ingresado en su fase final. La mezcla de Gol de mujer es lo que ocupa su tiempo y así será hasta fin de mes. Ahí llegará el tiempo de volver a casa. "Extraño bastante mi casa, mi mujer, todo", dice Mollo. Así con ese sentimiento se puede inferir que poco le interesa o importa la escenografía en que se mueve desde el 26 de marzo.

"Está todo bárbaro, trabajamos muy cómodos, incluso mejor que en otros discos... Y eso se va a notar. Este es un disco positivo, tiene mucho de eso. Por lo pronto, que Diego haya podido venir a grabarlo ya es una cosa buenísima. Pero aun así y más allá de eso, es un disco con canciones cargadas bien, muy vital. Creo que será la vuelta esperada", resume directamente desde debajo de las sábanas. Hace frío en Los Angeles, primavera extraña en la ciudad del sol casi eterno, un frío seco. "No es joda, estamos en medio del desierto. ¿A quién se le pudo ocurrir construir una ciudad acá?", razona Mollo. No hay nada más que una simple coincidencia en el hecho que todas las crónicas -incluida ésta- se encargan y encargarán de remarcar. Allí, en Los Angeles, Divididos grabó La era de la boludez, el disco de su historia, hace ya cuatro años. Mucha agua corrió bajo el puente y este regreso no tiene nada de copia de fórmula ni de cábala. "En realidad, así se fue dando y por eso terminamos acá. No es intentar copiar una fórmula que exista acá, además lo único en común es la ciudad. No es el mismo ingeniero, no se trata de los mismos estudios ni del mismo productor. Además, la otra no me había quedado muy conforme con este lugar". Los Angeles, la ciudad de los autos y las autopistas, cuna del sueño americano, es lo que se dice un sitio amigable para el nativo de Pergamino. De tan grande es, simplemente, "sola. Está cargada de soledad, por ahí eso es lo que te pone en un punto exacto de concentración. En la calle no hay nadie caminando, todos pasan en auto y con los vidrios cerrados... Sería muy difícil escribir una letra en Los Angeles. Autos hay por todos lados, de todas las marcas, es lo único que se ve. Y a mí los autos no me gustan nada, tengo uno pero nada más. Ah... también hay guitarras, muchas guitarras. Esto es un desastre de guitarras", grafica con entusiasmo.

Algunas precisiones técnicas del diario de grabación. Desde el 26 de marzo y hasta hoy, el trío pasó por tres estudios. Las bases se grabaron en Energy, las voces y los invitados se registraron en Music Ranger y el proceso de mezcla -que es donde están hoy- se lleva a cabo en Enterprise. Coproduciendo junto a la banda está Afo Verde, a la par el manager de repertorio nacional de la nueva compañía que editará a la banda. "Una presencia así te ayuda a relajarte, a despreocuparte de cosas que se pueden escuchar mientras estás tocando. Lo que se puede, lo que no se puede, si queda bien, si queda mal. Con Otroletravaladna y con los anteriores a La era... no fue así, por eso creo que es mejor cuando disponés de una cuarta voz para escuchar". Desde que se inició el proceso de grabación ha participado el arreglador Tommy Mars, quien pasó buena parte de los últimos años con vida de Frank Zappa compartiendo su trabajo con él, nada menos. Hay participaciones de sesionistas en percusión, gaitas y acordeón y... poco más. En todo caso, ahora el problema es la tapa. "Como siempre pasa con nuestros discos. Ahora cuando lleguemos a Buenos Aires nos pondremos a definir eso, hay una idea con una foto que está elegida pero ya veremos". Gol de mujer, el título, es también una canción y de la expresión pueden hacerse varias interpretaciones. "Cada uno que escucha el nombre tiene una interpretación diferente, pero básicamente es poco machista y bastante irónica ¿no?", se pregunta.

En junio, casi coincidiendo con el lanzamiento del disco, se cumplirán diez años de Divididos. "Feliz cumpleaños...", razona Mollo para sí mismo."Es estar vivos, sobre todo de la manera en que yo siento que estamos vivos y este disco es reflejo de eso. Hay canciones que volvieron a emocionarme". Arnedo se ha despertado, entra en la habitación de su amigo y compañero. "Siempre supe que no me iba a abandonar. Y no lo digo por Divididos porque esto es nada más que una parte de nuestras vidas. Estamos desde hace mucho más tiempo que lo que tiene el grupo tiene de vida. Desde Sumo, somos hermanos".

Paciencia, Caballeros trabajando

Por si hacía falta, Iván Noble aclara que está de buen humor, de excelente humor, con las noticias futbolísticas que llegaron el sábado desde Buenos Aires. "Estaba grabando las voces de una canción que se llama `De mala muerte’ y me avisaron que Boca había ganado. Por supuesto que la toma salió mucho mejor. Después no aguanté y me fui a escuchar los goles de Radio Mitre por Internet", informa cómplice desde su habitaciónapartamento del apart-hotel que ocupa en las colinas de Hollywood, el vecindario más famoso de Los Angeles, desde los primeros días del mes. Hasta ahí llegaron Los Caballeros de la Quema para grabar su cuarto disco, tentativamente titulado La paciencia de la araña, "un disco al cual no podremos ponerle ninguna excusa si no es bueno. Tenemos todo lo que queremos y así hemos laburado. Nos costó, pero creo que está saliendo muy bien. Es como si de una canchita de cinco, donde estaba todo bien, hubiésemos pasado de repente, a un estadio. El primer día mirás, desconfías, te acomodás y después empezás a laburar tranquilo". El envío optimista no termina aquí. Sigue Noble: "Estamos en el mejor momento de la banda, a nivel relación interna y en cuanto al crecimiento de público, en los shows pasamos nuestros mejores momentos. Me parece que lo único que falta es que a la gente le guste, eso es lo único que no se puede prever ni comprar", dice.

La rutina de Los Caballeros en Los Angeles no se parece en nada al sueño dorado del rockero tercermundista metido en el circo de variedades urbanas que es la megaciudad de la costa oeste norteamericana. O sí. Se levantan a las diez, once de la mañana, entran al estudio y recién salen a las nueve de la noche. Nada, o bastante poco de joda. "Nuestros planes empiezan temprano y terminan temprano. Así es acá: después de las once la noche ... poco y nada, a no ser que busques. Encontrás, claro. Además, están esas famosas licorerías de las que salís con la botellita envuelta en una bolsa de papel madera. Eso es todo." De todas maneras, Iván, ex estudiante de sociología, remarca algunos rasgos de la ciudad. "Y ... después de la fascinación inicial te das cuenta más o menos cómo es. Esta es una ciudad enorme, donde es imposible moverse sin auto y por lo tanto la comunicación personal es más bien difícil. Conocimos lugares raros, de alguna manera esto es como la quintaesencia del glam pero aun así no se puede dejar de notar cierta sensación de soledad. Tenés todo, todo el mundo toca, están esos bares donde paraban los Doors, todo parece estar muy cerca y todos parecen tener algo que hacer pero ... terminan haciendo nada." Después, repasa las contadas experiencias turísticas del grupo. "Fuimos a Venice beach, un lugar bastante loco. Están las rubias que pasan patinando, unos chabones con turbante que te adivinan el futuro, un tipo que va tocando la guitarra arriba de un skate ... Es el lugar de los Doors, pensamos todos. Después fuimos a algunos bares interesantes, lo vimos a Lemmy, el de Motorhëad, más borracho que una cuba, y en el baño me lo crucé a Kiefer Sutherland. No le dije nada, pero al cuarto vaso ya estábamos con eso de We love your movies ..."

El recreo, en todo caso, pasa por los encarnizados campeonatos de fútbol Sega que Gustavo Borner, ingeniero de sonido y coproductor del disco, organiza casi diariamente. El domingo pasado hubo asado argentino, en su casa: Los Caballeros, Divididos, ping-pong, dardos y ... fútbol Sega. La mención de Divididos no es casual: el trío está en el mismo complejo de departamentos, llamado oficialmente Oakwod y bautizado por Diego Arnedo, cuenta Noble, como "los monoblock". "Son como pequeños edificios de dos pisos, con departamentos por piso de la A a la Z, ubicados al pie de las colinas de Hollywood. Es un lugar tranquilo y hasta con cierta onda para lo que se puede pedir en una especie de hotel. Por la zona, cerca de los grandes estudios cinematográficos, aquí vive mucha gente que hace cine, algunos actores de segunda supongo, iluminadores, sonidistas, directores de fotografía. Hay pileta, microcine y podemos cocinar nosotros. Los Divididos están acá nomás, a veinte metros, somos como una familia", completa la descripción hogareña. Yendo al disco en sí, hay varias precisiones para hacer, nombres de estudios, invitados de linaje artístico y detalles de confort y onda de primer mundo para remarcar. "Estuvimos en tres estudios: Ocean -hasta hace una semana estaba David Lee Roth y espera turno para grabar ¡Rick Springfield!-, ideal para grabar las bases, que queda en Burbank, justo al pie de las famosas colinas de Hollywood. Después fuimos a Sound Image, un galpón gigantesco acondicionado para estudios. Nosotros grabamos en el A, pero lo primero que nos mostraron fue el B. ‘Ahí se grabó "Nevermind", de Nirvana... Nos quedamos bastante impresionados. Ahí grabamos las guitarras, los pianos y vinieron los invitados: los metales (el trombón y la trompeta de la banda de Phil Collins), y después Luis Conte, el habitual percusionista de Madonna, un cubano increíble. Se vino con un set de percusión que nos impresionó, incluso ofrecía meter alguna cosa más si es que queríamos. Y las voces ya las empecé a grabar, porque vamos adelantados, en Rusk, que es el más sofisticado de todos, con una consola grossa." Todo en el mejor clima. "Es muy notable cómo se labura en los estudios, desde los que barren hasta el ingeniero de grabación, todos te tratan de una manera que no existe en la Argentina. Si garpaste, da lo mismo que se trate de Aerosmith o Los Caballeros de la Quema."

El título tentativo del disco es, según Noble, uno más en "la manía de la banda por las citas zoológicas". Pero tiene una explicación más profunda también. "Es una frase que está en una canción, Huelga de princesas, pero que también nos pareció sugestiva. Supongo que éstos son tiempos en los que se necesita paciencia. Uno puede elegir vivir como un depredador, un tigre que sale a cazar, o puede construir telarañas y esperar a que alguien caiga para poder morfar. En nuestro caso, se puede entender así porque han pasado 8 años de vida, todo tardó en llegar pero está llegando muy bien. La frase completa de la canción es la paciencia de la araña no es chicle y me parece que tiene que ver con mucha gente que viene teniendo paciencia desde un rato largo y habrá que ver cuándo se le acaba. Siempre me pregunto ¿que pasaría si dejamos de tener paciencia?"

Mejor que New York
por Gustavo Santaolalla

La primera razón por la que una banda viene a Los Angeles a grabar es bastante sencilla y obvia: aquí hay una tradición de grabar todo tipo de música, pero fundamentalmente de buen rock, con un sonido y una tecnología que en Argentina cuesta lograr. La otra explicación es que esta ciudad es la capital del rock en español, es un ambiente muy bueno para esta música. Hay cierto tipo de conciencia con que el rock latino (o como quieran que se lo llame) vale la pena. Y además se trata de una ciudad más amigable que New York, es mejor para estar aislado, te pone en otra frecuencia, no hay distracciones. Los Angeles es muy distinta a Buenos Aires, NY es bastante parecida. En realidad, la diferencia fundamental, el salto de calidad, tiene que ver con la gente que trabaje en una grabación. Este es mi punto de vista: para unos puede dar lo mismo que se grabe en Buenos Aires o en Los Angeles, para otros no. No necesariamente va a sonar mejor porque se grabe aquí. Están las condiciones técnicas y humanas y si trabajás con la gente indicada, todo puede salir muy bien.