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La city se adelantó a las elecciones

Voto cantado

Los financistas apostaron fuerte en la Bolsa durante la última semana descontando el triunfo de De la Rúa. Alejada la incertidumbre electoral, sólo los inquieta el fantasma de una caída del Dow Jones.

Por Roberto Navarro

De pronto, una ráfaga de optimismo recorrió la city porteña contagiando a todos. Una vez que se tranquilizaron los ánimos en Wall Street porque la inflación, por ahora, sigue bajo control, los operadores se sintieron libres para comenzar a descontar las buenas noticias internas. El incipiente despegue de la industria, que marcaron los índices conocidos esta semana, fue leído como el comienzo del fin de la recesión. Las últimas encuestas que dan a Fernando de la Rúa ganador en la primera vuelta electoral también fueron bien recibidas. Sólo el fantasma de una abrupta caída de la bolsa norteamericana, desenlace esperado desde hace más de tres años, preocupa a los financistas.
En los Estados Unidos siguen apareciendo datos positivos: record histórico de exportaciones e importaciones, disminución del déficit comercial de bienes y servicios y reducción del déficit fiscal, sin amenaza de inflación a la vista. Incluso bajó el promedio de ingresos de los trabajadores. Dato que los inversores leen como positivo. Aunque nadie se atreve a descartar que la Reserva Federal eleve la tasa de interés un cuarto de punto en noviembre, hecho que reduciría el ritmo económico, tampoco ese dato se interpreta de manera negativa. Visto que ante la posibilidad de un crac bursátil o de un repunte inflacionario, aceptan el aterrizaje suave que les propone Alan Greenspan.
Los financistas locales también prefieren que la Bolsa norteamericana comience a bajar lentamente a que siga creciendo y un día termine en una debacle que los arrastre a todos. Incluso piensan que las ventas en Wall Street pueden convertirse, aunque sea en una mínima parte, en compras de papeles argentinos.
Con respecto del futuro de la economía brasileña, las opiniones están divididas. Hay quienes piensan que el Banco Central del país vecino aguantó bien la presión contra el real y que ahora el socio mayor del Mercosur saldrá fortalecido. Pero varios analistas están advirtiendo que el Brasil está dolarizando su gigantesca deuda para tomar fondos a una tasa aceptable. Y que en su mercado interno aún se está operando con tasas superiores al 200 por ciento anual, en operaciones con tarjetas de crédito, descubiertos bancarios y créditos para autos y electrodomésticos. Los sondeos, que indican un cómodo triunfo de la Alianza en la primera vuelta, tranquilizaron a los operadores, y que ven la posibilidad de un ballottage un tiempo de incertidumbre, perjudicial para los negocios. La promesa de Eduardo Duhalde de duplicar las jubilaciones el primer día de gobierno lo alejó aún más de las preferencias de la city. Para los brokers un presidente “moderado”, como De la Rúa, con un ministro de Economía que, por lo menos, ya sabe lo que no se debe hacer, como Machinea, en el momento en que la recesión parece quedar atrás, son las buenas noticias que esperaban para comenzar a apostar en el mercado local.