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PROYECTOS

PROPUESTA PARA CONFORMAR UN CORREDOR MULTIMODAL EN LA CUENCA
El río Matanza-Riachuelo busca una salida

Del planteo de los famosos mil días para sanearlo a la fecha, es muy poco lo que se avanzó. Una jornada de debate realizada en la Universidad Nacional de Lanús ensayó algunas respuestas para potenciar su aprovechamiento.

Por Liliana Sánchez

La semana última se desarrollaron las Jornadas de Desarrollo Sustentable de la Cuenca del Riachuelo-Matanza en la Universidad Nacional de Lanús. Con la participación de investigadores, funcionarios, representantes de empresas y de asociaciones intermedias, se abrió un espacio de reflexión y propuestas acerca de la problemática ambiental y urbana alrededor de este curso de agua (que por su altísimo nivel de contaminación es considerado como líquido tóxico) y en cuya cuenca, además, se concentran cerca de 3 millones de personas.

La metodología de trabajo consistió en la formación de talleres que abordaron distintas perspectivas como el desarrollo territorial, el productivo, el institucional y el ambiental. Los resultados no son asumidos como conclusiones definitorias sino como puntos de partida para ir avanzando en la aplicación de políticas que reviertan el actual estado de degradación.
En el caso de los talleres Territorial y Ambiental, se barajó la idea de conformar un Corredor Multimodal de transporte y movilidad, capaz de organizar el transporte a escala metropolitana, y que se incorpore un proyecto integral de desarrollo que involucre a toda la región. En función del sostenido crecimiento de las actividades portuarias (por aumento de exportaciones e integración del Mercosur), se calcula que para 2003 el actual puerto estaría saturado por falta de tierras para su expansión.

Entonces, un corredor multimodal de transporte que una el Aeropuerto de Ezeiza con el Mercado Central, las instalaciones ferroviarias de Avellaneda y Barracas, y las portuarias de Dock Sud y Exolgan, vendría a cubrir la necesidad de expandirse hacia otras áreas, que hoy se encuentran subutilizadas o abandonadas como fábricas o galpones. Además, los impulsores de esta propuesta aseguran que no se afectaría a la ciudad consolidada, y promovería la radicación de actividades no contaminantes.

De acuerdo con los datos que maneja el Comité Ejecutor del Plan de Gestión Ambiental y Manejo del río Matanza-Riachuelo, todos los días se arrojan casi 370 mil m3 de aguas servidas y más de 88 mil m3 de residuos industriales. Algunos análisis de laboratorio detectaron la presencia de metales pesados altamente tóxicos (cromo, zinc, cobre, plomo) tanto en las aguas como en el lecho del río. “Todos nos sentimos profundamente estafados ante el planteo de los famosos mil días, pero no es que no se trabajó en el tema, se llegó a la conclusión de que el lecho del Riachuelo está tan contaminado que era un problema inarreglable”, recuerda el doctor Antonio López Crespo, de la Universidad de Lanús y uno de los expositores en las Jornadas.

Otra característica de la zona, que algunas veces funcionó como obstáculo a la hora de encarar tareas de saneamiento, es la superposición de jurisdicciones y normativas. A través de los 2240 km2 que ocupa la cuenca, están comprometidas la Nación, la provincia de Buenos Aires, quince municipios del conurbano y la ciudad de Buenos Aires. Sobre este mismo territorio, conformado por distintas comunas, se asientan 1.700.000 habitantes que no tienen servicio de cloacas, por lo cual utilizan pozos ciegos y favorecen la contaminación no sólo del río sino también de las napas freáticas.

Uno de los acuerdos alcanzados en los talleres Jurídico y de Desarrollo Productivo, durante las Jornadas, es que precisamente “se unifiquen las normas aplicables en el ámbito territorial de referencia mediante una comisión legislativa integrada por representantes de las Legislaturas de la provincia y de la ciudad de Buenos Aires, y de los Concejos Deliberantes de los municipios involucrados”.

En cambio, no se acordó cuál sería la modalidad a adoptar para coordinar las acciones provenientes de distintas instancias. “La experiencia española fue encuestar constantemente cuáles eran las demandas sociales, y a partir de ahí convocar a los interesados para el diseño de las políticas”, observa el doctor López Crespo. Y considera como una de las claves contar con un funcionariado capacitado para la función pública.

El Comite Ejecutor no tiene plazos
Planes sin plazos

Por L. S.

En 1993 fue creado por decreto el Comité Ejecutor del Plan de Gestión Ambiental y Manejo del Río Matanza-Riachuelo, con la finalidad de desarrollar un programa de saneamiento en toda la cuenca. Si bien es cierto que la contaminación tiene años de historia, desde entonces y hasta ahora no se observaron resultados relevantes.
En enero último asumieron nuevas autoridades, y después de revisar algunos aspectos de la gestión anterior, lanzaron un nuevo plan que apunta a que la participación comunitaria sea un eje de acción, sobre todo en lo que se refiere a lograr una reducción y mejor manejo de la basura domiciliaria.
Sin asumir el compromiso de poner plazos o fechas de ejecución a las distintas etapas, el programa también prevé obras para evitar las inundaciones, controlar los vertidos que hacen las industrias (frigoríficos, curtiembres, textiles, metalúrgicas, papeleras), así como también desactivar los basurales a cielo abierto que se encuentran en el área de la cuenca. Para esto cuentan con un crédito de 250 millones de pesos, otorgado por el BID (Banco Interamericano de Desarrollo) y otra suma similar aportada por la Nación, la provincia y la Ciudad de Buenos Aires. Por su parte, la empresa Aguas Argentinas tendrá a su cargo la expansión de la red cloacal, según lo establecido en el contrato de concesión.
El plan está vigente, aun con eventuales ajustes a nuevas modalidades de operación, como consecuencia de haber salido de la órbita original que lo contenía, el ex Ministerio de Infraestructura y Vivienda.