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Jueves 29 de Junio de 2000
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Crudo inviern con el Sr. Gillespi

Manuel para músicos novatos Parte 2

Cuarto paso: El primer recital.
En la entrega anterior les hable acerca de cómo formar una banda, etc., etc. Pero tarde o temprano, además, a todos los músicos les llega el momento de debutar (Aclaración: cuando digo debutar, me refiero a que la mayoría de los músicos son tan raros en su vida particular que necesitan del glamour de la música para poder levantarse alguna mina...)
El primer recital es una mezcla extraña entre excitación y terror (excitación porque en la primera mesa se sentaron tres minas solas, y terror, porque cada uno de los integrantes de la banda tiene la sensación de que algo puede salir mal... y de hecho siempre hay cosas que salen mal). En lo mejor del solo, al guitarrista se le cortará la cuerda. No obstante, se sobrepondrá al mal trago y con sus cinco cuerdas restantes seguirá aturdiendo a todo el mundo. La voz del cantante nunca se escuchará, por ende no se sabrá si canta en inglés, croata o está en medio de un ataque de epilepsia. Siempre habrá en el público alguien que grite: “¡Vieja! Tocate una de Pappo...” Otros en cambio gritarán: “¡Vieja, tocate una de Pappo o te rompo la botella en la cabeza!” O el clásico: “¡Una más y no jodemos más!” (cántico cuasipatético que casi siempre es iniciado por un hermano o amigo de la banda). Y si no: “Si no tocan una de Pappo ahora, manga de trolos... ¡Rompemos todo el boliche!”.
Ya pasó el primer recital que al final estuvo bien, a la gente le gustó, al dueño del bar también, pero viene algo muy difícil: tratar de cobrar.
El dueño del bar es alguien muy experimentado en tratar con gente, tonta, idealista y pusilánime como los músicos, y a la hora de pagar recurrirá a frases del estilo.
–Sí, vino mucha gente, pero no tomaron nada... (Cuando vos sabés exactamente que el boliche estaba lleno de amigos tuyos, y por tanto, de borrachos).
–Bueno, les quedan doce pesos. Te descuento todo lo que tomó de más el baterista y los tostados que se comió ese flaco que dijo que era el fletero.
–Pasá mañana, así hablamos más tranquilos (es decir: nunca cobrarás).
–Yo les pagaría, pero no tocaron un tema de Pappo...
Es aquí cuando todo el mundo toma conciencia de que la música en este país es una especie de hobby, en donde –para tocar–, gastás el doble de lo que ganás.

Quinto paso: El disco.
A pesar de lo anterior, muchas bandas llegan a grabar su propio disco, para lo cual los músicos tienen que hacer las peores concesiones de sus vidas. En casos extremos, hasta incluso trabajar... Pero lo más seguro es que sin apoyo publicitario, ni de ningún tipo, el disco sea un absoluto éxito personal, y a la vez un gran fracaso universal.

Síntomas de que tu disco es un verdadero fracaso:
1) La gente lo compra de la mesa de saldos de 1.99$, para usar la cajita de acrílico. 2) Tomás un taxi y tu cd está colgado del espejito retrovisor. 3) Tiene pegado un sticker, que dice: “No te hagas problema, lo podés devolver y llevarte un disco de verdad”. 4) En las entrevistas, sólo te preguntan: “¿Seguro que habrá un segundo disco?”. 5) En la tapa dice: COMPRA EL DISCO DE PAPPO, QUE ESTA EN LA BATEA DE AL LADO.
Pero, a no desanimarse, hay que poner: voluntad, esmero, paciencia y saber que la única forma de ganar plata con la música, en este país, es secuestrando a Elvis Crespo y pidiendo un suculento rescate.

Algunas preocupantes costumbres
de hombres argentinos

Información turística: Camino a Carlos Paz para realizar la misión encomendada por el Sr. Cháchara, el Turista Autista y Fercho Palacios se encuentran con el abuelo de Fercho, que les pide que lo lleven urgente a Quilmes...

“Pibe, me tenés que hacer una gauchada, si no me la hacés va a ser una agachada, una guachada: tenemos que ir a Quilmes, a la calle Chiche Almosni, entre Chicho Gaona y López Turitich: le tengo que ir a llevar el Torfan H al sobrino de mi nuera Chelita ¿Cómo andás muchacho?.” El que habla es el Nono, el abuelo Néstor P. Por toda respuesta su nieto, Fercho P., se da vuelta y mira –arqueando las cejas y abriendo sus manos–, al Turista, sugiriéndole lo evidente: el viaje y la misión han quedado momentáneamente interrumpidos. “¡Agarremos por Pasco!, aulló el efervescente septuagenario, tras lo cual se embarcó en una larga diatriba (obscena y desfasada de tiempo) contra el hijo del Honorable Sr. Presidente De la Rúa: “¿Pero qué necesidad tiene ese muchacho de salir con una chica extranjera? ¡Con las minas lindas que hay acá! Decime ¿Qué tiene esa chiruza que no tenga Marixa Bali?...” ¡¡¡CRASH!!! ¡¡¡CRUSH!!! ¡¡¡KRAFTWERK!!!. Pegado al sonido del nombre de la vedette, los tres se vieron envueltos en una lluvia de ruido y vidrios, que, si no hubiera sido por los reflejos de sus párpados, los hubieran enceguecido. Es que unos asaltantes habían destruido de un piedrazo el parabrisas del auto. Tras el impacto, una astilla dio en el ojo del turista que, por no quejarse, no dijo nada de nada. “¡No frenés nene, no parés la máquina... NO PARES QUE NOS CHOREAN!”, reaccionó el abuelo, viejo zorro de las rutas panamericanas y de los caminos negros suburbanos, en los que tres décadas antes le había enseñado a su nieto a manejar una destartalada pero digna Rastrojero Diesel Verde Musgo. Obediente y pistero, Fercho le hizo caso al abuelo y, a los 2 Minutos –y a pesar del accidente, que había destruido casi la totalidad del parabrisas– ya estaban en pleno centro quilmeño, en donde Palacios pudo bajar un par de cambios y poner en punto muerto al VW. “¿Por qué no tomamos una Bieckert?” –sugirió el iconoclasta abuelo, bajando del auto–. “¿No sabe dónde queda la calle Chiche Almosni?”, preguntó el Turista, más interesado en distraerse de su penetrante dolor ocular que en ayudar al venerable Nono. “Acá no hay ninguma caye con eze mombre”, le respondió un pusilánime joven, mientras se comía un alfajorcito de maizena. “Además –se adelantó otro joven que también tenía la boca empastada con maizena y dulce de leche– ‘tá todo mal con los Bieckert...”
EL TURISTA

Banda de sonido: “Runaway” de Del Shannon.

Ellos lo hicieron mejor

Probablemente en la Argentina sólo sean conocidos porque Attaque 77 grabó uno de sus temas (“Escucha”) en Otras Canciones. Pero los Stiff Little Fingers, que tocan desde 1978, son una leyenda punk de Irlanda del Norte, una de las bandas que interpretaron mejor la violenta vida de Belfast en los años ‘70 (el clásico “Alternative Ulster” es un buen ejemplo) y que además de mantener siempre una actitud DIY de perfil bajo, escriben canciones casi pop y cuentan con la admiración de Bono, por ejemplo. Jake Burns, el cantante, está asombrado de que el cantante de U2 se acuerde de ellos y los nombre en entrevistas. “Los conocí cuando empezaron”, dice, en conversación telefónica con el No, “y me halaga que siendo tan famosos tengan unas palabras para nosotros”. En 1990, después de una breve separación, SLF se reunió y, como habían perdido a su guitarrista, convocaron nada menos que a Bruce Foxton, ex The Jam. Foxton integra la banda desde entonces y estará tocando en Cemento la semana que viene. “Conocimos a Bruce en 1980, cuando estábamos tocando en Alemania. Compartimos un programa de tele, y como el hotel de ellos quedaba lejísimo del estudio, los invitamos a pasar la noche en el nuestro, y así nos hicimos muy amigos. Cuando a principios de los ‘90 Ali, el guitarrista, dejó la banda, Bruce fue el obvio reemplazo, y hace 10 años que es un Stiff. Obviamente nosotros éramos fans de The Jam, así que fue fantástico.”
–Ustedes siempre escribieron temas políticos. ¿Te parece que el rock tiene la misión de involucrarse con eso?
–Depende. Hay lugar para todo. Uno tiene que escribir sobre lo que le parece importante, y es legítimo que tu novia te parezca lo más importante, entonces escribirás canciones de amor. A mí me interesa la justicia. Si veo algo que creo que es injusto, me da ganas de escribir sobre eso, me parece importante.
–¿Todavía se consideran punks?
–Nunca pensamos que éramos punks: siempre nos vimos como una banda de rock con actitud punk. Siempre me gustó la idea del punk de que algo está mal y vos podés cambiarlo y hacerlo a tu manera. Yo soy así... No veo por qué hay que sentarse a quejarse si podés hacer algo.
–¿Escucharon el cover de “Listen” que hizo Attaque 77?
–Sí, me mandaron el cd. Me gustó muchísimo porque estos tipos lo hicieron con su propio estilo, y me pareció fabuloso, realmente bueno. Bruce y yo lo escuchamos en un hotel y coincidimos en que ellos lo tocaron mucho mejor que nosotros... (risas). De verdad creo que la versión de Attaque 77 es superior al original.
M.E.
Stiff Little Fingers tocan el sábado 8 de julio en Cemento. Convendría, en lo posible, no perderselo...

Por lo menos, así lo ve David Byrne:

¿Qué nos pasa
a los argentinos?

–¿Cómo ves la cultura hip-hop fuera de EE.UU.? ¿Creés que en otros territorios se está haciendo un rap más original que allí?
–¡Absolutamente! En EE.UU., aparte de casos como Prince Paul o Timbaland, se han quedado colgados en el mismo groove, en la misma actitud de ser muy malote. A veces son los extranjeros, que no están tan contaminados por las reglas, los que se liberan de esta tontería. Es el caso del francés Alex Gopher, diría yo. O lo que mezcla hip-hop con otras cosas. Me encantan los argentinos Illya Kuryaki & The Valderramas; adoro su disco Chaco. La situación en su país era muy extraña: había mucho reggae, metal, ska, pero nadie hacía rhythm and blues o hip-hop, justo lo que estos tipos querían hacer. Pero ellos lo tenían todo: sus ropas increíbles a lo Bootsy Collins, sus sombreros, sus coches... Una vez fui a verlos a Buenos Aires y me fueron a buscar con un Mustang.
–¿Cómo es que no has fichado a nadie por allí?
–Buena pregunta. No lo sé, hay muchas cosas que me gustan de allí. Como Fabulosos Cadillacs; creo que su último disco es lo mejor que han hecho nunca. También me gustan Los Auténticos Decadentes. El problema es que la mayoría de las bandas están fichadas por sellos grandes en Buenos Aires. Vos querés sacar un disco que ellos no van a editar fuera de su país: no tienen que hacer nada y se llevan parte del dinero. Pero te dicen “no, ¡es nuestra banda!”.

Extracto de una entrevista al gran DB, publicada en el suplemento
“Tentaciones” del diario El País de España, el viernes pasado.
Ejecutivos discográficos locales, teléfono...