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Bio Sidus, compañía líder en producción de
materias primas biotecnológicas, ha celebrado un acuerdo de
colaboración con Lavipharm Corp, firma griega que ocupa las primeras
filas en el mercado de formulación y liberación de drogas,
para la investigación y desarrollo de varias proteínas recombinantes
de Bio Sidus.
- La generadora
termoeléctrica Central Costanera registró una pérdida
de 5,3 millones de pesos en el último año. Los resultados
reflejan el contexto económico recesivo y particularmente las condiciones
imperantes en el sector eléctrico, reseñaron los directivos
de la empresa en un comunicado a la Bolsa.
- El mercado de
vinos se ha convertido en uno de los más dinámicos a pesar
de la crisis económica. En este contexto, Bodegas Peñaflor
lanzó dos nuevos vinos finos destinados a los consumidores jóvenes:
Frizze y Novíssimo. Frizze es un vino frutal y Novíssimo
es bivarietal.
- Los propietarios
de la aseguradora La Mercantil Andina efectuaron un aporte de capital
de 8 millones de dólares, el primer desembolso sobre un total de
18 millones. De esta manera, el patrimonio neto de la compañía
se eleva ahora a los 26 millones. La Mercantil Andina, del grupo Pescarmona,
cuenta con una cartera de 200 mil asegurados.
- Dos pymes proveedoras
de Edesur fueron las ganadoras de la última edición del
Premio al Tecnoemprendedor que anualmente organiza el BBVA Banco Francés.
Las empresas son Tadeo Czerweny (fabricante de transformadores) y Ecamec
(equipos registradores de media tensión).
- Movicom destinó
1,2 millón de dólares en el programa Proniño,
por el cual se otorgan 919 becas a alumnos pero que, por vía indirecta,
beneficia a 8000 familias.
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FINANZAS el Buen Inversor |
Por
Claudio Zlotnik
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Se abren
opciones para la Fase 2 del canje
Con
o sin quita de capital
Terminada
la Fase 1 del canje, los financistas empezaron a evaluar las alternativas
para el trueque de bonos en manos de inversores del exterior.
En Economía hay internas sobre cómo implementarla.
La
Fase 2 de la reestructuración de la deuda divide a los
financistas. Como un espejo de lo que ocurre puertas adentro del
Palacio de Hacienda, algunos corredores quieren que el tramo internacional
del canje contemple una quita de capital de la deuda. Y dejar
de pagar los vencimientos mientras se lleva a cabo la operación.
Otros, en cambio, se inclinan por aprovechar el éxito de
la Fase 1 del canje y demorar el tramo global hasta tanto los
organismos internacionales otorguen garantías suficientes
para asegurar también un buen resultado en el exterior.
De lo contrario, aseguran, el canje será un fracaso.
En la city descreen del plan oficial para reestructurar la deuda.
Los operadores suponen que, sin garantías internacionales,
los inversores extranjeros no querrán cambiar sus bonos
por otros de rentas más bajas. Y que este conflicto se
demorará en resolver, mucho más allá de lo
que Domingo Cavallo necesita para dar señales de confianza.
Frente a este escenario, en el microcentro prevalecen dos posturas:
n En línea con Daniel Marx hay quienes se inclinan por
una posición dura frente a los inversores extranjeros.
Consistiría en imponer una quita de capital de la deuda
de entre 40 y 50 por ciento y dejar de pagar los vencimientos.
De esta manera, se sinceraría la crisis de solvencia y
se evitaría que sigan drenando las reservas del Banco Central.
Durante este mes, la Argentina debe abonar alrededor de 2000 millones
de dólares entre vencimientos de capital e intereses. Quienes
piensan en esta salida evalúan que al cabo de tres años
la Argentina estaría en condiciones de retornar a los mercados
de crédito internacionales.
n La otra apuesta sería transitar un camino, a priori,
más ordenado. Consistiría en aprovechar el éxito
del canje interno para demorar el tramo internacional por lo menos
hasta fines de enero. Mientras, Economía debería
poner en práctica el hospital de empresas: impulsar que
las compañías se pongan al día con sus impuestos
comprando en el mercado bonos devaluados. Esta receta, que alienta
al propio Cavallo, redundaría en un aumento de los títulos
públicos y en un descenso del riesgo país. La caída
en la percepción del riesgo debería llevar algo
de tranquilidad al sistema financiero, frenando la salida de reservas.
Los más optimistas se ilusionan de que por esta última
vía se concrete, por fin, un círculo virtuoso en
la economía. Frente a este panorama más aliviado,
se intensificarían las negociaciones con los organismos
internacionales para liberar garantías para reestructurar
la deuda. Esas garantías deberían trepar a los 10.000
millones para asegurar el éxito del canje global. En esta
opción, una quita de la deuda queda descartada debido a
que dejaría a la Argentina aislada de los mercados durante
muchos años.
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