Richard Madden reveló que lo hizo feliz ser una de las primeras estrellas en abandonar Game of Thrones. El actor interpretó en la serie a Robb Stark desde el comienzo y hasta la tercera temporada, en 2013. En una entrevista con Amy Adams dentro del ciclo Actors on Actors del medio especializado Variety, Madden reflexionó sobre la experiencia. “Fue algo muy difícil de terminar, porque entre el primer piloto y mi muerte pasaron cinco años”, dijo. “Pero cinco años es una buena cantidad de tiempo para estar en un programa. Me ayudó mucho con mi carrera y mi experiencia. Filmar treinta horas de televisión me enseñó mucho. Realmente es algo con lo que empezás a aprender sobre el negocio. Y me sentí muy agradecido al dejarlo”. Madden agregó: “Los actores que llegaron hasta el final estuvieron once años interpretando a estos personajes. Deberían darles una medalla: es un verdadero maratón”.

Hace poco, el actor que el año pasado protagonizó la serie policial Guardaespaldas recordó que en el vuelo de regreso tras su partida de Game of Thrones –en la célebre escena de la “Boda Roja”- se la pasó llorando, al punto de que otros pasajeros pidieron cambiarse de asiento. Para no perder el vuelo, el actor debió ir directamente al aeropuerto sin posibilidad de bañarse, con lo que los otros pasajeros se encontraron con un hombre aún con algunas manchas de sangre que lloraba sin control. “Estaba histérico y exhausto. Lloré todo el camino de regreso, y la azafata me preguntó varias veces si estaba bien. Los pasajeros pedían cambiarse de asiento: pensaban que tenían cerca a una persona que había asesinado a alguien… cuando en realidad me habían asesinado a mí”

En estos días, el actor es insistentemente señalado como el próximo James Bond, a la vez que se rumorea que firmó contrato para protagonizar The Eternals, el nuevo film de Marvel, junto a Angelina Jolie.