La selección de Scaloni entró, se clasificó para los cuartos de final de la Copa América porque despertó, ganó y provocó un alivio generalizado, pero ¿se puede hablar de ilusión para lo que se viene? Y sí, siempre se puede porque se trata de fútbol, en el plantel hay buenos jugadores y en el horizonte aparece Venezuela como primer rival y no Brasil o Uruguay dos de los candidatos más firmes a ganar el torneo. Se puede hablar de ilusión porque las victorias siempre levantan la autoestima y en circunstancias como las de este plantel que venía de perder y empatar jugando mal pueden marcar un punto de inflexión.

El segundo gol y la última jugada en la que tocaron varios y estuvo cerca de terminar en golazo son las mejores referencias que se pueden encontrar si lo que se busca es respirar un poco de optimismo. Hubiera sido distinto si se ganaba sólo 1 a 0. Porque hasta el tramo final del encuentro con Qatar quedaba claro que la selección argentina tenía más goles en contra que a favor y que sus dos tantos se habían producido por aspectos fortuitos: una ayudita de los árbitros televisivos contra Paraguay y un regalo con moño y todo de un defensor qatarí.

¿El equipo jugó mejor porque tuvo enfrente a un rival ingenuo y sin peso ofensivo? Puede ser, pero también es justo anotar que mostró otro compromiso, otra actitud que en los encuentros anteriores, al menos para recuperar el balón y ocupar mejor los espacios cuando la posesión era de los otros. Aun así, se vivieron momentos de zozobra por errores no forzados que pudieron haber terminado en algún golcito de los rivales.

Algunos detalles para tener en cuenta: 1) Messi no jugó todo lo bien que puede esperarse de él, pero dejó algunas muestras de su talento. Es evidente que se siente más cómodo cuando tiene delanteros a la misma altura o por delante de él. Siempre está a punto de explotar y tal vez lo haga a partir de ahora que es cuando más se lo necesita. 2) Agüero remató con un buen gol su participación activa en el ataque, complicando siempre a los defensores rivales. 3) Acuña entró fenómeno y su presencia sobre el costado parece más lógica que la de Lo Celso encajonado en ese lugar. Rinde más. Y Lo Celso se muestra falto de confianza en esa posición. 4) Venezuela, el próximo rival, puede generar algunas contras peligrosas, como la de Qatar pero además tiene más jerarquía para definir situaciones favorables.

Se dio un paso al frente, se evitó el papelón de quedar eliminados en la primera fase. Pero lo que venga de ningún modo va a resultar sencillo. Nada de agrandarse.