"El gobierno nacional no mostró vocación de salvar la fábrica", señaló ayer el ministro de la Producción provincial, Luis Contigiani, tras el cierre definitivo de Mefro Wheels. El funcionario había solicitado semanas atrás cerrar las importaciones de llantas por un año, única alternativa para mantener los 170 puestos de trabajo. La apertura le permitió a la casa matriz alemana venderles directamente a las terminales nacionales provocando el vaciamiento de la planta rosarina. Sin respuestas concretas sobre el pago de la indemnización del 60 por ciento que ofrecieron los alemanes, una situación que preocupa al gremio metalúrgico, mañana se realizará una audiencia en el Ministerio de Trabajo.

El ministro Contigiani reiteró sus críticas al gobierno nacional, reponsabilizándolo por el cierre de Mefro Wheels, la fábrica de llantas ubicada en Ovidio Lagos al 4400, única en el país. Según el ministro, el cierre se produjo "por la falta de compromiso del gobierno nacional en defender la producción, el trabajo local, actúan como espectadores. Las empresas se dan cuenta de que hoy pueden hacer lo que quieren en la Argentina".

Para darle marco a sus críticas, Contigiani divulgó los datos recabados por el Observatorio de Importaciones, que conforman los equipos del ministerio y de Fisfe, sobre el ingreso de llantas al país. Entre el 1º de enero y el 10 de febrero de 2016 ingresaron 132.426 unidades, mientras que este año ya se importaron 257.228 llantas, un 94 por ciento más. De todos modos, el dato relevante para el ministro es que el año pasado no había ingresado ninguna llanta de una medida que fabricaba exclusivamente Mefro en Rosario para las terminales nacionales. Pero desde que la planta rosarina dejó de producir a principio de año, porque los alemanes no enviaban dinero para comprar materia prima y además dejaron de pagar los salarios, hasta el 10 de febrero del corriente se importaron 78.162 unidades.

Contigiani planteó en diálogo con Rosario/12 que Mefro es "una empresa viable, eficiente, que tiene tecnología, sin problemas de bienes de capital y con mercado", para luego remarcar, con una mezcla de "impotencia y bronca" que va a pasar lo que ocurrió en los 80 y 90 cuando en Rosario se dejaron de fabricar "los motorcitos para las heladeras para traerlos de Brasil". "De acá a una década vamos a lamentar que en Rosario se producían llantas", lamentó.

Mientras los accionistas alemanes dilatan la respuesta sobre el pago de las indemnizaciones, motivando la preocupación del gremio metalúrgico, los trabajadores van cancelando los salarios atrasados con lo producido por las ventas de las últimas semanas a las terminales nacionales.

Por otra parte, se conoció que los directivos locales de la planta rosarina realizaron el viernes una denuncia penal contra los titulares del fondo de reestructuración alemana a quienes la casa matriz les transfirió las acciones a fines del año pasado, pero sin cambiar al presidente del directorio, ratificando el vaciamiento de la fábrica de llantas y su posterior cierre.