Empresas de consumo masivo, artículos de librería, electrónicos y línea blanca agregaron su nombre a la larga lista de compañías afectadas por la crisis económica. El grupo Unilever confirmó este martes la cesantía de 16 operarios de su planta en el Parque Industrial de Gualeguaychú, Entre Ríos, luego de paralizar la producción desde el último sábado. La empresa alega haber sido afectada por la crisis y por el impacto en los costos de las tarifas energéticas, la caída de la demanda doméstica y el ingreso masivo de productos importados. En el gremio denuncian un aprovechamiento de la coyuntura para flexibilizar el empleo. En línea blanca, la empresa Aires del Sur, que controla la fabricación de equipos de aires acondicionados Electra, en la ciudad fueguina de Río Grande, inició un concurso de acreedores para evitar la quiebra. Lo mismo pidió la emblemática marca de agendas Citanova. En la firma electrónica Iatec, que produce celulares desde el parque de Río Grande, los trabajadores paralizaron este martes sus operaciones por la amenaza de nuevos despidos y maniobras antisindicales.

La pérdida de poder adquisitivo de salarios y jubilaciones golpea de manera distinta en las empresas, dependiendo del carácter de primera o segunda necesidad de sus productos. El achicamiento en Unilever, empresa que comercializa 400 primeras marcas de alimentos y limpieza, es una muestra del impacto más directo. La dirección de Unilever confirmó 16 despidos, que se suman a los ya aplicados en el último año. Según informó a radios locales el secretario general de la CGT Gualeguaychú, Claudio De los Santos, "Unilever contaba con 170 empleados y desde 2018 ya hubo 58 despidos, a los que hay que sumar varios retiros voluntarios del año pasado que no están considerados en estas cifras". "Lo que hace Unilever es atemorizar al trabajador para conseguir la precarización laboral", se sumó el delegado sindical Mario Aguirre, del Sindicato de Químicos y Petroquímicos de Zárate. "Son empresas que privilegian su rentabilidad por sobre cualquier otra cuestión", agregó el delegado de la firma.

En el parque industrial de Río Grande, Tierra del Fuego, la firma Aires del Sur, una empresa de capitales israelíes y nacionales dedicada a la fabricación y comercialización de equipos de aire acondicionado con la marca Electra y Fedders, se presentó a concurso de acreedores. El joint venture se había desarrollado e instalado en territorio fueguino, con un despliegue comunicacional, hace más de 15 años. En un predio de 15.000 metros cuadrados, diseña y sistematiza la producción con tecnología de última generación. Sus oficinas centrales se encuentran en Buenos Aires y cuenta con 104 empleados. La firma inició la tramitación del concurso de acreedores ante el Juzgado Civil y Comercial N° 1 de la ciudad de Río Grande, con el objetivo de afrontar una serie de deudas para evitar la quiebra.

Por su parte, la firma RUSS SRL., dueña de la emblemática marca de agendas Citanova, abrió una convocatoria de acreedores para reestructurar sus pasivos. La firma había tenido meses atrás una reunión con pymes de la competencia para vender parte del negocio, pero no tuvo éxito en avanzar en la operatoria. La firma fue consultada pero no dio precisiones. Actualmente está abocada a la temporada de preventa de agendas, pero los pagos con cheques a 180 días y tasas del 66 por ciento para descontarlos, hace peligrar la cadena de pagos. En el segmento de librerías, también hubo cierres en la cadena Distal, con un llamado a convocatoria por una deuda de 7 millones de pesos y siete sucursales que bajaron las persianas. Fueron 40 despidos. Se suma la firma alemana Edding que, tras 20 años de fabricar marcadores y resaltadores en la Argentina, cerró su planta en San Juan para dedicarse a importar. Supo contar con más de 60 trabajadores y producir 40 millones de marcadores al año y 240.000 pizarras.

Por último, en el parque fueguino continúa parada por los trabajadores la producción en la firma electrónica Iatec, que pertenece al Grupo Mirgor de Nicolás Caputo (amigo del alma Presidente), por el despido de trabajadores con enfermedades prolongadas y por el pedido de desafuero de cuatro delegados de la planta. "Se agrega que no se contempla la efectivización de compañeros y compañeras y lamentablemente hoy nos hemos encontrado con que hay una represalia contra cuatro compañeros delegados, a quienes no les permitieron el ingreso a la planta, y no sabemos con qué argumento", de acuerdo con lo relatado a medios locales por el secretario adjunto de la UOM, Marcos Linares. En medio de las protestas -asambleas e instalación de carpa- la empresa habría sumado requerimientos para desvincular a más operarios, pidiendo además que se reduzca el pago de licencias en concepto de cuidado familiar.