Si se pone el ojo en el cabezazo de Agüero en el travesaño, el tiro de Messi en el palo, el tiro libre de Messi que descolgó del ángulo ese arquerazo que es Alisson, la jugada de varios toques que terminó en el remate de De Paul por arriba del travesaño y el tiro de media distancia de Paredes que se fue muy cerquita del ángulo, se llegará a la conclusión que Argentina elaboró más, llegó más y mejor que en partidos anteriores ante rivales inferiores.

Si se considera que el equipo argentino manejó bien la pelota en varios pasajes del partido; que Messi jugó enchufado y generó tres o cuatro jugadas de su sello; que Agüero participó bastante del juego y supo abrirse muchos espacios con su gambeta; si se tiene en cuenta que bien pudo cobrar penal el árbitro en una falta de Arthur sobre Otamendi, se llegará la conclusión de que la gran distancia que presumíamos en la previa, no se dio, de ninguna manera.

Muchas veces los partidos parejos o los clásicos o los duelos en los que hay mucho en juego y nadie quiere perder, se resuelven por detalles. Una jugada, un momento de inspiración, un error involuntario, la calidad para resolver una situación favorable. Muchos de esos detalles se conjugaron en la jugada en la que Brasil se puso en ventaja. Se inspiró Dani Alves, como ninguno de sus compañeros hasta ese momento, metió un sombrero, un corte ante Paredes que fue al bulto a barrer, un toque profundo sobre la derecha para que Firmino metiera el centro y Jesus debajo del arco la empujara a la red.

Poco había hecho el equipo de Tite hasta ese momento y ya se empezaba escuchar de fondo el grito de los hinchas argentinos tapando a los hinchas rivales. Sin ese detalle lo que se veía venir era el fastidio del público porque la notable diferencia que se vislumbraba en la previa no se daba sobre el césped. Pero con el 1 a 0 en el bolsillo el partido empezó a correr por otros andariveles.

 

La derrota deja un sabor muy amargo, naturalmente, pero una vez más quedó demostrado que no siempre lo más importante es el resultado. En este campeonato se había ganado jugando mal y dejando una pobre impresión. Contra Brasil se perdió jugando bien y dejando abierta una ventanita para el futuro.