Desde Lyon

En una Francia con un presidente de derecha como Macron, las mujeres futbolistas están rompiendo los viejos engranajes, siguiendo –con una pelota en los pies– las proclamas que sembró aquí el Mayo de 1968. ¿Desde cuándo está establecido que los puestos de poder sean ocupados (exclusivamente) por varones? Tener mujeres a cargo de los equipos es una de las deudas trascendentales del fútbol y del deporte en general. Pero esta historia desigual está empezando a saldarse también en esta Copa del Mundo, que contó por primera vez con nueve entrenadoras dirigiendo importantes selecciones: Martina Voss-Tecklenburg (Alemania), Shelley Kerr (Escocia), Jill Ellis (Estados Unidos), Corinne Diacre (Francia), Sarina Wiegman (Holanda), Milena Bertolini (Italia), Asako Takakura-Takemoto (Japón), Desiree Ellis (Sudáfrica) y Nuengruethai Sathongwien (Tailandia).

Todas las entrenadoras de este Mundial han sido ex jugadoras. Cuando en 2014 la actual técnica de Francia, Corinne Diacre, fue contratada para dirigir a un equipo de varones –el Clermont de la segunda división– la noticia recorrió los medios: se había convertido en la primera mujer en dirigir a un plantel profesional de fútbol masculino.

Sarina Wiegman, entrenadora de Holanda, que eliminó a Suecia en semis y jugará la final.

Roxana Gómez, coordinadora del fútbol femenino en Rosario Central (donde fue DT), es además asesora en el área de desarrollo del fútbol femenino de la Conmebol. Desde su trabajo en Paraguay, analizó: "Si en el Mundial se vieron muchas mujeres DT significa que no cuesta elegirlas. Quizás sea más difícil verlo por estos lados". "La Zurda", que jugó en Boca, River, Central y la Selección Argentina, contó que le encantaría ver a una mujer a cargo del equipo nacional: "Otros países de Sudamérica han apostado por mujeres en esos puestos. Ecuador logró un gran éxito deportivo con una mujer a cargo" (Vanessa Arauz fue la entrenadora en el Mundial 2015, con 26 años, convirtiéndose en la entrenadora más joven de la historia en una Copa Mundial Femenina o Masculina). "Y hoy en día sólo Paraguay tiene DT mujer (Epifanía Benítez) en lo que es Sudamérica".

En Argentina, la historia del fútbol no tiene ninguna mujer en la conducción de selecciones, tampoco a cargo de equipos de varones en primera. Para Bettina Stagñares –ayudante técnica de Carlos Borrello, el actual DT de la Selección Nacional, entre 2010 y 2013, y coordinadora del fútbol femenino en Estudiantes de La Plata– esto se explica porque "todavía pesa la opinión y decisión masculina en el fútbol; y ellos creen que es de su pertenencia". Quien fue la única DT mujer del campeonato femenino de AFA durante 13 años agrega que, de a poco, se va abriendo el juego: "Se da por la lucha y la perseverancia de las que sostenemos desde hace muchos años que el fútbol no tiene sexo, sino que es de quien quiera jugarlo, acompañado por el colectivo feminista que da pelea de forma incansable por la igualdad de derechos".

Entre aquellas figuras que se enfrentaron a prejuicios y desafiaron los paradigmas, en esta historia del deporte argentino conducido históricamente por varones, Silvana Villalobos es el nombre que aparece para hacer referencia a un mujer dirigiendo fútbol masculino. En su carrera primero se enfrentó al sexismo como jugadora, pero destaca el rol de dirigentes que acompañan la superación. En una entrevista declaró: "Hay que tener huevos para contratar a una mujer como DT. Es complicado para un presidente de un club, que es netamente machista, que llamen a una mujer como entrenadora de una primera división de varones". Empezó a dirigir Las Pumas (donde ya lleva 36 años, equipo de pioneras en el fútbol femenino de la provincia, aportando jugadoras a la Selección Nacional como Jimena Blanco, Estefanía Banini y Maria Victoria Pintos) y la Selección femenina de Mendoza. El giro como profesional lo da cuando el entonces presidente Mario Mirábile la llama para dirigir el plantel masculino en Boca Juniors de Bermejo. En un fútbol argentino (y mundial) resultadista, Villalobos se ganó la confianza con el ascenso. Su carrera continuó en el Club Leonardo Murialdo y desde hace cuatro meses en Atlético Argentino de Mendoza.

Ejerciendo como Profesora de Educación Física en Berisso, Lorena Berdula advirtió la falta de mujeres ocupando puestos de conducción y enseñanza del fútbol, por lo cual se inscribió en la Escuela Adolfo Pedernera de La Plata. En 1998 (el mismo año que Analía Acevedo, de La Pampa) se recibió de Directora Técnica y se convirtió en la primera mujer argentina egresada de una de las 40 escuelas de capacitación que hoy tiene la Asociación de Técnicos del Fútbol Argentino (ATFA) en el país. Comenzó dirigiendo al equipo femenino del Club Estudiantes, pasó por la Selección de fútbol femenino de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) y por distintas escuelas de la provincia. Hoy es docente, Jefa de Trabajos Prácticos de la UNLP, coordinadora de la mesa de género del Departamento de Educación Física y una de las representantes de ATFA trabajando por la igualdad de derechos y oportunidades en el fútbol femenino. Berdula argumenta que la dificultad para que las mujeres estén a cargo de los planteles es doble: "por un lado es responsabilidad de las propias congéneres que a veces piensan que por ser ex jugadoras pueden acceder a la dirección técnica y no completan sus capacitaciones, y otra es por nuestro sistema patriarcal que ha reproducido desigualdades, sobre todo machismos, micromachismos y macromachismos. Por eso hay que ocupar nuestro campo de acción profesional y tiene que ver con capacitarnos”.

ATFA cuenta con 16 mil DT egresados y egresadas a nivel nacional. 150 son mujeres. 50 de ellas están afiliadas a la Asociación. Asimismo, una de las egresadas (Juliana Rodríguez) dirige una de las escuelas de técnicos en General Roca, un caso único en el mundo. Hasta el año pasado la carrera tenía una duración de dos años, pero el nuevo régimen de Licencias de Entrenadores introducido por Conmebol la extendió dos cuatrimestres. Recientemente la Escuela Central de DT se trasladó a la sede de la Universidad de Morón, donde trabajan en forma conjunta para obtener el reconocimiento como tecnicatura por el Ministerio de Educación de la Nación, además de la organización de actividades de equidad laboral en el fútbol (como un Congreso Nacional de Mujeres de DT en septiembre próximo), la inclusión del fútbol femenino en el Convenio Colectivo de Trabajo y el desarrollo de capacitaciones para difundir la profesión (una especialización en Dirección Técnica en Fútbol Femenino) y federalizar la capacitación en el territorio nacional.

"La función del DT es ser líder, saber qué lugar de la cancha le corresponde a cada jugador/a según su talento y capacidad, tener una pedagogía, una forma de docencia y liderazgo que tienda a convencer a ese grupo una idea futbolística. Eso tranquilamente lo puede hacer una mujer como un varón". Mónica Santino es otra de las referentes y primeras egresadas de ATFA. Para ella, la cuestión de las mujeres en este rol trasciende el fútbol, "porque con esa identidad masculina fuertísima que el deporte siempre tuvo, el lugar del saber que supuestamente se le adjudica al entrenador o entrenadora está cubierto siempre por varones porque son los que tienen el conocimiento, el tiempo, la hegemonía y la dominación en cualquier actividad". Santino sostiene que referenciadas en mujeres se puede construir otro fútbol para las nuevas generaciones. Hoy, el rol de DT y de dirigentes son los que más (nos) cuesta cubrir, porque por siglos el deporte fue entrenado y conducido por varones. El desafío es no acostumbrarse. Si algo quedó demostrado en este Mundial de las reivindicaciones y las transformaciones es que las mujeres también están listas para ocupar los lugares de poder que durante años les negaron.