Armani (6): Mostró seguridad en cada centro y autoridad para adueñarse del área, aunque es cierto que no tuvo mucho trabajo. En el primer tiempo acertó al despejar con los puños un envío desde la izquierda que pudo complicarlo. No tuvo chances en el penal ejecutado por Vidal.

Foyth (5): Atento a cerrar filas con Pezzella y De Paul, controló sin dificultades los avances por su lateral. También apareció en campo contrario, aunque manejar la pelota y construir maniobras asociadas no es su fuerte. Puede jugar de cuatro, pero le falta oficio y partidos en esa posición. Reiteró falencias a la hora de salir jugando.

Pezzella (6): Con mucho menos trabajo que en otros partidos, estuvo acertado en los cierres a las espaldas de Foyth, con el cual se notó una mejor complementación. El déficit sigue estando en el manejo de las salidas, aunque en este partido mejoró.

Otamendi (5): Correcto en la marca, Vargas no lo complicó. Volvió a sumar muchos desaciertos en los pases, conspirando contra el control de la pelota que proponía Argentina. Resistió bien la búsqueda con centros que Chile ensayó en pos de la igualdad.

Tagliafico (6): Sin mucho trabajo por su banda, mostró debilidad en algunos mano a mano, en los que debió recurrir a la infracción. En el segundo tiempo levantó mucho su nivel, protagonizó buenos cierres y no regaló nunca sus espaldas.

De Paul (6): Voluntarioso y ordenado para trabajar cerca de Paredes y achicar los espacios entre la línea de volantes y la defensa. Volvió a ser la rueda de auxilio de sus compañeros de mitad de cancha y opción de descarga para los atacantes. Cuando le quedó la pelota, supo darle buen destino, incluidos buenos cambios de frente y pases profundos.

Paredes (6): Volvió a protagonizar un buen partido. Cuidando su posición, bien rodeado por Lo Celso y De Paul, los tres supieron moverse en bloque, cuidar la pelota y darle claridad a las combinaciones. Tuvo una sola chance de probar su buen remate de media distancia.

Lo Celso (6): Comprometido en la función defensiva con su despliegue de ida y vuelta, se sumó con acierto al circuito ofensivo, haciendo gala de su buen manejo. De sus pies partió el pase para que Dybala señalara el segundo. Sus dificultades para el juego de fricción lo llevaron a cometer en el lugar más inadecuado la infracción del penal para el descuento chileno.

Messi (6): Su exagerada expulsión truncó una actuación que lo mostraba como el conductor de todos los ataques argentinos, en esa función de director de orquesta que parece haber asumido. Rápido para sacar provecho de la distracción chilena y poner un pase perfecto para que Agüero convirtiera el 1-0, emulando aquella habilitación de Maradona a Caniggia en el Mundial de 1994 ante Nigeria.

Dybala (6): Movedizo, encarador, aportó desequilibrio con su habilidad y sus pases. Su mejor obra fue el segundo gol argentino, aprovechando una inspirada combinación con Lo Celso y definiendo con la calidad que lo llevó de Instituto a Juventus, tras su paso por Palermo. Estaba rindiendo en buen nivel cuando lo reemplazó Di María.

Agüero (7): La figura de la Selección. Menos acompañado, hizo un inteligente trabajo de salir y entrar para recibir y poder encarar con chances. Le sacó máximo provecho a la avivada de Messi para dársela larga y marcó el primer gol dejando en el camino a Arias. Con la expulsión de Lio, fue el abanderado del ataque argentino moviéndose con acierto y complicando a la defensa chilena. Sólo le faltó contundencia en un par de definiciones. Además, cuando Argentina se quedó con diez tuvo aire para retroceder y dar una mano en defensa. Salió exhausto.

Di María (6): Ingresó por Dybala, en otro cambio polémico de Scaloni, aunque esta vez el jugador del PSG tuvo más contacto con la pelota y protagonizó un contragolpe a pura velocidad y habilidad que pudo ser el tercero de Argentina. También le puso un pase en cortada a Agüero, que éste no pudo definir.

Suárez (-): Reemplazó a Agüero. cuando el Kun no daba más.

Funes Mori (-): Entró por Lo Celso.