El papa Francisco pidió ayer socorrer a los migrantes más necesitados permitiéndoles desplazarse de manera segura mediante corredores humanitarios. "La comunidad internacional no puede tolerar hechos tan graves", aseguró el Papa en la plaza de San Pedro. "Deseo que se organicen de manera extendida y concertada los corredores humanitarios para los migrantes más necesitados", añadió. Sus dichos llegan a propósito del bombardeo en Libia de un centro de detención que dejó el martes por la noche medio centenar de inmigrantes muertos. El obispo de Roma, que hizo de la defensa de los migrantes uno de los principales ejes de su pontificado, también llamó a los fieles a rezar por las personas indefensas muertas o heridas en dicho ataque aéreo. Aún siguen siguen detenidos en ese centro de Tajura, en la periferia este de la capital libia, Trípoli, unas 300 personas. Su situación se ha vuelto más crítica desde el inicio de la ofensiva militar el 4 de abril del mariscal Jalifa Haftar, hombre fuerte del este libio, para conquistar Trípoli, sede del Gobierno de Acuerdo Nacional (GNA), reconocido por la ONU. El GNA atribuye el ataque en Tajura a las fuerzas de Haftar, que desmienten cualquier implicación y acusan al GNA de fomentar un complot para responsabilizarlos de la masacre. El centro de detención acogía antes del ataque a unos 600 migrantes, en su mayoría eritreos y sudaneses. En medio de esta creciente crisis humanitaria y política, el papa Francisco se reunirá hoy con algunos inmigrantes que llegaron a Italia a través de corredores humanitarios. Además, celebrará a las 11 de la mañana de Roma (6 de la mañana de Argentina) una misa, dijo, en recuerdo de todos los que han perdido la vida escapando de la guerra y la miseria y para alentar a aquellos que se esfuerzan en sostener, acompañar y acoger a migrantes y refugiados.