El senador Julio Cobos, los ex ministros del gabinete de Alfonsín Juan Manuel Casella y Horacio Jaunarena, y Ricardo Alfonsín, hijo del ex presidente, fueron algunos de los que hicieron público su repudio al actual funcionario.

"No se puede minimizar el alzamiento carapintada por más tiempo que haya transcurrido. Fue un hecho que puso en riesgo la democracia y tuvo en vilo al país", advirtió Cobos, ante la consulta de Página/12. Alfonsín, fue más categórico en su rechazo: "Tus dichos no hacen otra cosa que ofender a cuantos lucharon por la democracia y su consolidación, por la paz y contra la violencia", le dijo Ricardo Alfonsín a Aguad través de Twitter. Y agregó: "No tenés derecho falsear la historia de esa manera, ni a agraviar así a los argentinos".

 

Por su parte, el ex ministro de Trabajo Juan Manuel Casella dijo a este medio: "No es cierto que haya sido un hecho menor", como dijo Aguad. "Fue un levantamiento que tenía la intención de poner en riesgo al gobierno democrático, que generó una emergencia institucional. Disminuir la importancia de los hechos es un error", sentenció.

Sin embargo, intentó justificar la presencia del carapintada Aldo Rico en el desfile militar por el Día de la Independencia. "Él fue hace muchos años legislador e intendente por el peronismo. La legitimación de su presencia viene por ese lado", argumentó. Además, sostuvo que, por su estado físico, hoy está lejos de generar un riesgo.

El ex ministro de Defensa alfonsinista, Horacio Jaunarena, por su parte, dijo que no sabe "qué quiso decir Aguad con que el levantamiento cara pintada fue chiquito". "Recuerdo que en la Casa de Gobierno estaba toda la dirigencia política respaldando al Gobierno nacional, también el movimiento sindical, la gente salió a la calle para defender la democracia, si eso para él es chiquito...", cuestionó en Radio La Red. "Si para el ministro esto fue chiquito, no lo fue para la gente ni para la dirigencia política que respaldó a Raúl Alfonsín. No comparto lo que dijo Aguad".

Oscar Aguad afirmó esta mañana en Radio Metro que "lo de los carapintadas es cosa vieja. Fue un acontecimiento chiquito , que yo no creo que haya puesto en jaque a la democracia". Además, justificó la presencia de Rico en el desfile del 9 de julio.

Ante la consulta de este medio, Manuel Garrido dijo: "lo que cometió Rico es un delito contra la Constitución". "Su presencia en el desfile y, peor, su minimización por el ministro de Defensa es un pésimo mensaje institucional. Especialmente hacia las generaciones que no vivieron lo que ocurrió en ese momento en que las instituciones democráticas estuvieron en jaque", agregó.

El politólogo radical Gonzalo Arias también se sumó al rechazo de las declaraciones. "El levantamiento carapintada no fue un acontecimiento 'chiquito' y realmente estaba en juego la vida democrática de nuestro país", escribió en Twitter. "Estos dichos sin duda constituyen un agravio a la memoria de Raúl Alfonsín y al valiente desempeño de Horacio Jaunarena en aquellos días que tuvieron en vilo a todo el país".

El Ministerio de Defensa, por su parte, se vio obligado a aclarar, a través de un escueto comunicado, que su titular “reitera su repudio histórico al levantamiento carapintada ocurrido en 1987 en Campo de Mayo y rechaza cualquier alteración del orden democrático o comportamiento que atente contra la institucionalidad”.

Tras el repudio generalizado a sus declaraciones, Defensa subraya que los dichos de Aguad “fueron mal interpretados”.