“Algo lindo tenemos, porque todos quieren vincularse con nosotros. Tenemos que ir matando ese enano incumplidor que hemos acumulado durante décadas, matarlo definitivamente”. La frase la pronunció Mauricio Macri en Parque Norte ante su tropa, en la presentación de los candidatos de Juntos por el Cambio. Por cierto, el jefe de estado llegó al poder con una serie de promesas y no se caracterizó exactamente por cumplirlas.


Los juntó a todos y los arengó

El Presidente encabezó un encuentro con cientos de sus candidatos a nivel nacional. El cónclave en Parque Norte tuvo como objetivo poner a punto la campaña oficialista, con mucho énfasis en los mensajes por Whatsapp y las redes sociales para llegar a los indecisos. Con un formato de mesas de disertantes, expusieron las autoridades partidarias, el consultor Jaime Durán Barba -que no descartó que la elección se resuelva en primera vuelta-, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, los gobernadores oficialistas, Macri y su compañero de fórmula, Miguel Pichetto. A este último le tocó el rol de cuestionar al kirchnerismo: aseguró que si ganan, volverá el cepo al dólar y los calificó de "autoritarios" y "marxistas", entre aplausos de la tribuna PRO.

Para el cierre, Macri recordó la crisis económica y destacó que "en los momentos difíciles Pichetto siempre priorizó la gobernabilidad". "No somos superhéroes, sino argentinos comprometidos", se autodefinió Macri, quien pidió terminar con "el enano incumplidor que tuvimos durante décadas, esa partecita nuestra que cree en la avivada de tomar deuda y después no pagar".

Nadie sabe quién será el encargado de pagar la inmensa deuda que el gobierno de Cambiemos acumuló en menos de 4 años, pero seguro todos recuerdan la impactante lista de promesas incumplidas por el "enano incumplidor" del mandatario.


Las principales promesas incumplidas


Uno de los caballitos de batalla fue la lucha contra la inflación. Macri llegó a decir que era “facilísimo” sacarse de encima el lastre del aumento sostenido de precios. No sólo no pudo domar la inflación: creció desde que asumió y acumuló series históricas, como la mayor inflación interanual desde la salida de la convertibilidad. Así lo reflejó el 57,3 acumulado de mayo de 2018 a mayo de este año: hay que retroceder a 1992 para hallar otro indicador más alto.

“Los trabajadores no van a pagar impuesto a las Ganancias”, fue otro de los slogans de campaña que no tuvieron correlato con la realidad. La cantidad de trabajadores que pasaron a pagar el impuesto durante la administración macrista creció desde diciembre de 2015. Si eran 1,2 millones al comienzo del gobierno de Cambiemos, en la primera mitad de 2017 ya eran casi dos millones.

Macri se cansó de decir en 2015 que no habría devaluación. Seis días después de asumir la presidencia, su ministro Alfonso Prat-Gay anunció la salida del cepo cambiario, lo que en los hechos se traducía en la depreciación del peso. Lo peor llegaría en mayo de 2018, cuando la corrida cambiaria prácticamente duplicaría el valor del dólar.

Cuatro años atrás, el entonces candidato insistía en que Fútbol para Todos continuaría si él se imponía a Daniel Scioli. No fue así: cedió a la AFA la posibilidad de negociar con productoras privadas, y de ese modo volvieron las transmisiones codificadas.

Cuando se avecina el final de su mandato presidencial vuelve al recuerdo otro latiguillo: la promesa de crear un millón y medio de puestos de trabajo en el sector privado entre 2015 y 2019. La desocupación subió y llegó a los dos dígitos.

Esto fue de la mano con la idea de “pobreza cero”, que debía ser, en palabras de Macri, el parámetro por el cual se debía juzgar su gestión. La pobreza se disparó con la devaluación y los tarifazos de 2016. Hoy se habla de un tercio de la población bajo la línea de pobreza, unos once millones de personas.

Macri habló también de combatir la corrupción, “en especial con mis funcionarios”. Colocó al frente de la Oficina Anticorrupción a Laura Alonso, pese a no ser abogada, condición necesaria para ocupar el cargo. La OA paralizó denuncias como el blanqueo de capitales, el contrato del Correo y los Panamá Papers, que involucran directamente al mandatario.

La idea de “ir matando ese enano incumplidor” no parece la más feliz en boca del Presidente.