El delantero venezolano Jan Carlos Hurtado se entrenó por primera vez con Boca, pero con un plantel acotado en el Complejo Pedro Pompilio, tras firmar su contrato con el club de la Ribera. El goleador de 19 años se había sometido el sábado pasado a la revisión médica de rigor y se lo anunció como nuevo refuerzo azul y oro. Sin embargo, enseguida cobró fuerza la versión de que Gimnasia había recibido una oferta más tentadora desde Italia. Finalmente, el atacante de la Vinotinto se convirtió en el segundo refuerzo, después del volante Alexis Mac Allister. De cómo cambió el presente de un joven futbolista que hace poco más de un año, en el Deportivo Táchira que lo formó, ganaba 40 pesos argentinos por mes.

La novela con un "actor" venezolano de protagonista tuvo final feliz, aun con la aparición en escena del Genoa de Italia, especie de "villano" que intentó a toda costa romper el reciente vínculo entre Boca y el juvenil delantero. Pero al final Gimnasia se desprendió de su última gran joya y de esta manera Hurtado se transformó en la segunda incorporación xeneize, según anunció la propia entidad el último jueves.

"Los retos que te da Boca, la presión de la gente... es lindo. Es un equipo muy grande. Si tenés la posibilidad de ir a Europa después de haber jugar acá, vas con más confianza", comentó Hurtado en declaraciones a TyC Sports, tras su primer día de práctica en la que el delantero se entrenó con apenas tres compañeros del plantel que conduce Gustavo Alfaro, dado que el grueso de los jugadores boquenses regresará este sábado de la gira por Estados Unidos y México, de cara a la serie ante Athletico Paranaense, por octavos de final de la Copa Libertadores, cuyo primer partido será el 24 de julio en Curitiba.

Hurtado se movió en el predio del barrio de La Boca junto al paraguayo Junior Alonso, quien regresó al club tras participar de la Copa América con su Selección y tener unos días de vacaciones, además de Kevin Mac Allister --quien no viajó a la gira porque se recupera de un desgarro que sufrió en el isquiotibial-- y el arquero Javier Bustillos.

El delantero de la selección vinotinto firmó un vínculo por cuatro años con Boca, que compartirá el 50% del pase junto con Gimnasia, que recibirá poco más de 3 millones de dólares por la operación.

Pero lo que caracteriza al primer venezolano de la historia en vestir la camiseta xeneize es su atrevimiento, ya que, además de tirar desfachatados tacos de potrero, con menos de dos semanas en el fútbol argentino marcaba un gol agónico para el Lobo que dejaba a Boca, nada menos, eliminado de la Copa Argentina en los octavos de final.

Es que Hurtado suele tomar decisiones fuertes. En la semana descartó mudar sus goles a Italia y recaló en Boca. Hace un año consideró que era el momento indicado para emigrar de Venezuela y buscar nuevos horizontes. El Deportivo Táchira, donde debutó en Primera a los 16 años, aún reclama y hasta acusó al padre del jugador de influir sobre su hijo, entonces menor de edad, para sacarlo del país. Así, el Consejo de Honor de la Federación Venezolana declaró culpable al futbolista y lo sancionó con seis meses de suspensión, que ya cumplió. Así es Hurtado, que en 2017 se consagró subcampeón en el Mundial Sub 20 de Corea del Sur. Y si Darío Benedetto recibe una buena oferta del exterior, Boca necesitará de los goles del venezolano nacido en la calurosa Barinas.