El próximo 17 de julio se llevará a cabo el "Simposio Argentino de Sistemas Embebidos" en la Facultad de Ciencias Exactas, Ingeniería y Agrimensura de la Universidad Nacional de Rosario. Investigadores del Departamento de Sistemas e Informática de esa unidad académica fueron los primeros en el ámbito local en profundizar e impulsar esta temática, que está en estrecha relación con las actividades económicas de la región.

En primera instancia, para graficar qué son los sistemas embebidos se pueden comparar con las cañerías de una ciudad, que son útiles y cumplen funciones elementales para su funcionamiento, pero que no se ven a simple vista. "Cuando hablamos de éstos, siempre olvidamos de mencionar un sustantivo clave para su comprensión que es la palabra electrónico. Por lo que podríamos decir que un sistema embebido es un sistema electrónico que está dentro de un producto tecnológico, como por ejemplo un robot, un controlador industrial o un celular, que recibe información y la procesa para emitir resultados", explicó Ignacio Sosa, Director del Departamento.

Estos sistemas suelen también denominarse "empotrados" o "insertados", según el país en donde uno se encuentre. Pero más allá de las distintas denominaciones, el sistema electrónico embebido es parte fundamental para cualquier dispositivo, ya que le agrega valor y surge de esa característica la necesidad de seguir investigando con el fin de mejorarlos. "Cuando desarrollamos mejoras en sistemas embebidos lo que buscamos es agregar valor a los distintos productos para que sean más competitivos. Desde el punto de vista académico, es un conocimiento muy importante porque al tenerlo, no nos hace depender de maquinaria importada, sino buscar desarrollarla en ámbito nacional. Consideramos que para un ingeniero electrónico este es un conocimiento esencial para el desarrollo de su profesión", comentó Sosa.

Una movida formativa

La idea de realizar encuentros enfocados en los sistemas embebidos surgió en la Universidad Nacional de Buenos Aires en el año 2010, de la mano del Doctor Ariel Lutemberg. Nació con el objetivo de mostrar qué se hacía en el laboratorio. Lo que debería haber sido un encuentro de no más de cien personas se transformó en masivo y a partir de ahí se repitió todos los años en la misma sede hasta el 2017. En esta Red participan 60 Universidades de todo el país.

Se hizo un relevamiento para certificar cuánto había de conocimiento sobre esta temática en todas las unidades académicas. Se detectó que era bastante heterogéneo, por lo que se comenzaron a desarrollar escuelas de formación de formadores. "Los más formados en el tema iban a otras a universidades a dar capacitaciones para elevar el nivel académico. Otra actividad que se desarrolla son los talleres de la Red Universitaria de Sistemas Embebidos, en los que se aprovecha para tratar un tema difícil de resolver ya que se trabaja con una tecnología que avanza tan rápido que no alcanza el tiempo de una carrera de grado para incorporar los conocimientos", expresó Sosa.

En 2018 se realizó por primera vez el Simposio fuera del ámbito de la UBA, y la locación elegida fue Córdoba. Este año es el turno de la UNR, lo que indica un reconocimiento del arduo trabajo de los profesionales que hace años promueven el estudio en esta área. "Nos sumamos en 2013 y nos dimos cuenta que estábamos muy atrasados en esta materia. Nos actualizamos con el nuevo plan de estudios que vio la luz en 2014, incorporando muchos conocimientos nuevos y necesarios. En la actualidad también ofrecemos 400 horas de capacitaciones en el área de posgrado. Que este año nos toque organizar el encuentro es un orgullo grande", afirmó el especialista.

Durante el encuentro, se busca acortar distancias entre dos mundos que a priori no son fáciles de acercar: la academia y la industria. "Al ser un encuentro masivo, de unas mil personas promedio, se pone énfasis en este punto. Por eso muchos seminarios lo dan empresas tanto del ámbito local como regional, lo cual es importante porque al estudiante le estamos mostrando que hay proyectos exitosos conformados por egresados de nuestra Facultad", puntualizó Sosa.

Otro de los objetivos principales es el de despertar vocaciones tempranas, por lo que el Ministerio de Educación de la Provincia de Santa Fe lo declaró de interés educativo, ya que un porcentaje muy alto de los estudiantes de ingeniería electrónica provienen de escuelas técnicas. "Queremos acercar al estudiante secundario a la Universidad. Que pueda ver cuáles son los avances en estas tecnologías y que participe de los distintos seminarios y de los workshop, donde pueden tener una experiencia directa con el tema específico de interés", argumentó Sosa.

Un eje central será la relación de los sistemas embebidos con el mundo del agro. Es que mucha de la oferta estará vinculada con necesidades propias de la región, y empresas de la zona que son productoras de estas tecnologías estarán disertando. "Dentro de un dron hay un sistema embebido y se utiliza mucho en esta temática particular. Por ejemplo, en nuestra ciudad se encuentra el Centro Internacional Franco Argentino de Ciencias de la Información y de Sistemas que está construyendo un robot desmalezador que individualiza la maleza y aplica el agroquímico necesario para la misma, y funciona a base de un sistema embebido que tiene como objetivo mejorar la producción", ratificó Sosa.

Esta edición del Simposio contará con la presencia de Michael Winokur, académico de Israel y también vendrá un representante de la empresa IRobot, radicada en California, desarrolladores de la famosa aspiradora inteligente "Roomba".

Habrá presentaciones de trabajos producidos por investigadores. "Se van a presentar pósters de 52 investigadores y 16 trabajos destacados que se van a exponer oralmente. La idea es que los autores puedan ampliarlos y que luego sean publicados en distintos medios específicos. Queremos fomentar los intercambios de los distintos especialistas", explicó Nora Blet, investigadora del Departamento que estará a cargo de la coordinación del Simposio.

Trabajo colaborativo

En el año 2013, en ese intercambio entre industria y academia, se propuso hacer la Computadora Industrial Argentina. La misma fue un desarrollo abierto y colaborativo que se presume costó más de un millón de dólares, y se realizó con el aporte gratuito del tiempo de distintos profesionales, incluidos representantes de la UNR. "Cualquier estudiante de ingeniería puede acceder y ver cómo se lleva adelante un desarrollo", indicó Sosa.

El equipo del Departamento en Sistemas trabaja en seguridad en aplicaciones industriales, entrando así en un ámbito donde lo nacional promete pisar fuerte. "Se arman redes de universidades interesadas por la misma temática que generan un conocimiento abierto en donde todos aportan para seguir avanzando. Somos una fábrica de conocimientos, que no siempre se ven materializados ya que la electrónica está oculta a simple vista, pero la mayoría de las maquinarias utilizan", subrayó Sosa.

Más información: http://www.sase.com.ar/2019/