Lo que para muchos es una certeza, para tantos más no es siquiera una sospecha: desde hace años, la calidad de la música producida en Rosario suele estar muy por encima de propuestas que llegan (esencialmente desde Ciudad de Buenos Aires) con más oropeles que méritos. Sin embargo, el gran público (ése que asiste con fervor a lo que dicta la mercadotecnia) no suele prestar su oído a muchas de esas bandas, que deben subsistir en una ciudad cuyas obsoletas normativas siguen poniendo en jaque a los espacios culturales. Toda una paradoja en una metrópoli que infla el pecho cuando de ensalzar a sus artistas se trata. A pesar de ello, algunos síntomas empiezan a mostrarse auspiciosos. Mañana, por caso, el ciclo Rosario bajo las estrellas llegará al Anfiteatro Humberto de Nito con una noche dedicada al pop y la participación central de dos de las propuestas más destacadas dentro de ese amplio género: Matilda y Alucinaria, que compartirán escenario con la ascendente agrupación cordobesa Rayos Láser.

A diez años de su formación, Alucinaria llegará al Anfiteatro con las canciones de Días de fuerza, disco editado en 2016 y que fue elogiado por público y prensa en todo el país. Para Pablo Comas, cantante y compositor del ahora quinteto, la posibilidad de formar parte del concierto gratuito en el Humberto de Nito merece una celebración en sí misma, aunque es la chance de compartir cartel con Matilda lo que parece entusiasmar aún más al músico: "En estos diez años es la primera vez que vamos a tocar con ellos. Es una banda de la que somos fans. Cuando nosotros arrancamos nos encantaba ir a sus recitales".

En relación a las coincidencias musicales, Comas considera que "las tres bandas en todo caso apuntan a estados distintos de eso que podría ser la misma etiqueta pop", y aclara: "No encuentro un punto en común sobre la estética de las bandas, sí encuentro otros hilos comunes, quizás un sentido de la responsabilidad cancionera. Hay como un trabajo fuerte sobre las letras en las tres bandas. Creo que la estética, los paisajes, los colores que se usan son distintos, las maneras, los tonos, pero sí me parece que si algo une a las tres bandas es un compromiso, mucho laburo".

Para Juan Manuel Godoy, fundador de Matilda junto a Ignacio Molinos, la jornada en el Anfiteatro "habla de que esta pequeña escena va creciendo, de alguna manera se va transformando en una cara visible de lo que es parte de la música rosarina". Para el cantante del dúo electro-pop, la grilla podría haber incluido a proyectos como Mi Nave, Aguas Tónicas o Daddy Rocks, algunos de los exponentes destacados de esa "especie de cambio generacional", al que alude Godoy, que remarca: "Este tipo de eventos masivos nos ayudan un montón, en el sentido de que te dan la oportunidad de tocar adelante de un montón de gente que nunca pagaría una entrada para ir a verte".

Sin embargo, el experimentado músico también marca el terreno: "Se está haciendo necesario que en Rosario, como en otras ciudades también, haya una cuestión más clara respecto a los bares culturales. En este momento son pocos los espacios chicos o medianos para tocar, hay toda una cuestión que no se logra encaminar, entonces me parece que se debería prestar un poco más de atención a eso. Si es una ciudad que apuesta a la cultura, tiene que apostar también a eso, a brindar leyes claras para que la ciudad siga generando cultura, nuevos músicos. Si no, no hay lugar donde desarrollarse".