El oficialismo consiguió dictamen para llevar al recinto de la Cámara de Diputados el proyecto que establece el juicio en ausencia, que apunta a la condena de los iraníes acusados en la dilatada causa judicial por la voladura de la AMIA. También extendió la posibilidad de este tipo de procesos para crímenes de genocidio, de guerra o de lesa humanidad, y casos de terrorismo y narcotráfico. El kirchnerismo cuestionó la constitucionalidad del instrumento porque viola la defensa en juicio y su intento de aplicarlo en forma retroactiva, sostuvo que el apuro de Cambiemos es “para brindarle un regalito a Mike Pompeo” (el secretario de Estado de Donald Trump que llegará al país el viernes para presidir una Conferencia Hemisférica de Lucha contra el Terrorismo) y hasta chicaneó a Cambiemos al afirmar “que lo único bueno de la iniciativa es que se podrá juzgar a (Carlos) Stornelli”, el fiscal declarado en rebeldía por no presentarse a declarar como en la causa que investiga un red de espionaje. Un sector de la oposición y los aliados oficialistas de la Coalición Cívica firmaron el dictamen en disidencia, con algunos de los argumentos que esgrimió el kirchnerismo.

La presidenta de la comisión de Legislación penal, la radical jujeña Gabriela Burgos, buscó sin suerte despegar el debate de la iniciativa oficialista con la voladura de mutual judía hace 25 años. Sostuvo que el proyecto, de convertirse en ley, permitirá “continuar con el juzgamiento de episodios particulares” cuando se encuentre trabado “por ausencia del imputado o porque los propios Estados dan la posibilidad de que el imputado no se presente”. Reconoció que el proyecto tenía resistencias, pero pidió firmar el dictamen y “hacer las modificaciones necesarias” en el recinto.

Antes, Burgos tuvo que recurrir a otras artes parlamentarias para que Cambiemos no naufragara por falta de quórum en la comisión. Reemplazó el lunes a tres de sus integrantes: los radicales Soledad Carrizo, Martín Hernández y Miguel Nanni renunciaron (porque no estarían para la convocatoria) y fueron nombrados sus correligionarios Luis Borsani, Facundo Suárez Lastra y Miguel Bazze.

Daniel Lipovetzky defendió su proyecto. “Hoy no es posible avanzar en una causa si el imputado o acusado no se presenta al juicio”, dijo y convocó a “empezar a resolver situaciones de impunidad”. Sostuvo su constitucionalidad en la jurisprudencia sentada por la Corte Suprema en conceder la extradición del represor Alfredo Astiz, condenado en ausencia en Francia por los crímenes de las monjas francesas, y del jerarca nazi Erich Priebke, condenado luego en Italia por los fusilamientos en las Fosas Ardeatinas.

Luis Petri, en tanto, blanqueó el objetivo del proyecto oficial en tono de campaña electoral: “hoy es un día histórico para el Congreso, teniendo en cuenta que vamos a sancionar una ley que permita juzgar en ausencia a los autores intelectuales y materiales del atentado a la AMIA”. Y señaló que el tema “tiene como antecedente fatídico el acuerdo con Irán, el memorándum de la impunidad”.

La réplica llegó del diputado Rodolfo Tailhade (FpV-PJ), que se sumó luego al debate junto a su compañera de bloque Fernanda Raverta. “Parece ser el único delito que se va a juzgar” con esta ley, sentenció Tailhade en referencia al atentado a la AMIA y advirtió que “el principal problema que tiene esto es la violación del derecho de defensa” establecido en la Constitución así como la intención de aplicarlo con retroactividad a un hecho ocurrido en 1994. “Lo único bueno que le encuentro a esto es que por ahí tenemos suerte y lo juzgamos a (Carlos) Stornelli”, ironizó sobre el fiscal declarado en rebeldía. Luego remarcó que el dictamen “sin un debate parlamentario serio” y de “apuro”, “es un regalito para (Mike) Pompeo”, secretario de Estado estadounidense que llegará el viernes a la Argentina para encabezar una reunión hemisférica contra el terrorismo enmarcada en el aniversario de la voladura de la AMIA.

Con las firmas necesarios para el dictamen, Burgos intentó cerrar el debate justificando la “importancia” de la iniciativa, pero ni sus propios compañeros de Cambiemos se quedaron a escucharla.