El jazz como herramienta del riesgo estético y el goce artístico. También como diálogo entre tradiciones y vanguardias: como formas del porvenir sostenidas por la memoria. Estas son ideas cardinales para el Festival de Jazz en el Conti, que este viernes a partir de las 21 y el sábado 20 desde las 19 tendrá su tercera edición. Como muestra de la variedad de miradas que animan la escena jazzística nacional, por el auditorio del Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti, que funciona en el Espacio Memoria y Derechos Humanos (ex ESMA) de Avenida Del Libertador 8151, se sucederán en distintas combinaciones artistas de la dimensión de Paula Shocron, Ramiro Flores, Alan Plachta, Sergio Wagner, Lucia Boffo, Patricio Bottcher, Julián Mekler, Fernando Silva y Rocío Giménez López, entre otros músicos notables del panorama jazzero nacional. La entrada es gratuita, sujeta a capacidad de sala y los tickets se retiran, dos por persona, con una hora de anticipación en el mismo centro cultural.

El trío de Rocío Giménez López abrirá la serie de conciertos del viernes. Junto a Fernando Silva en contrabajo y Luciano Ruggieri en batería, la pianista y compositora rosarina presentará música propia, parte de Deseos múltiples, el disco editado el año pasado por el sello BlueArt. Se trata de un primer trabajo personal auspicioso que da cuenta de un universo expresivo bien definido, entre modernidades derivadas del hard bop y acentos personales. “Un festival es una muy buena oportunidad para mostrar música propia. La idea es hacer algo de lo que está en el disco y también algunas cosas más recientes”, asegura Giménez López. “Los temas del disco son el resultado de la decantación de muchas cosas que se fueron acumulando en un período largo. En la selección final entraron temas que tenían un tiempo y algunos que compuse ahí nomás. Yo venía de tocar más bebop y de pronto me encontré con que podía reflejar un universo más amplio en mis composiciones y en ese procesos se fue armando el disco”, cuenta la pianista.

Entre la edición de su primer disco y la actualidad “pasaron cosas”, también para Giménez López. “Siempre pasan cosas que artísticamente nos van modificando, pero hay encuentros que son determinantes”, reflexiona y enseguida hace referencia a la beca que obtuvo para estudiar en Woodstock con la extraordinaria pianista norteamericana Marilyn Crispell, una de las referencias más importantes del jazz actual. “Por esas cuestiones de los tiempos que prácticamente se enciman, a las dos semanas que terminé de grabar el disco fui a estudiar con Crispell. Durante tres semanas tomé clases todos los días y naturalmente muchas cosas cambiaron en mi manera de componer, de improvisar”, observa la pianista y agrega entre risas: “Menos mal que al disco lo grabé antes de ir, porque después de ese revoleo de ideas que me movió en muchos sentidos, hubiese tenido que dejar decantar las cosas dos años más”.

Ramiro Flores Cuartito Eléctrico completará el programa del viernes. Entre los saxos alto y barítono y el piano, Flores propone conceptos creativos en los que la improvisación libre es el elemento aglutinador para ideas que llegan también del blues, del rock, de lo clásico y ocurrencias del momento a la espera de un nombre. Con Flores actuará algunos de los más experimentados y formidables improvisadores de la actualidad: Sergio Wagner en trompeta, Hernán Segret en bajo y Carto Brandán en batería.

El sábado, desde las 19, se presentará Plachta y la Cocina Magnética y enseguida el SLD Trío. El proyecto del guitarrista y compositor Alana Plachta presentará música fresca: la del trabajo que en agosto lanzará Club del Disco. Se trata de obras propias, trabajadas en la comunidad de la banda que se completa con la cantante Lucía Boffo, Patricio Bottcher en flauta y clarón, Julián Mekler en contrabajo y Federico Isasti en batería. A su turno, el trío que integran Paula Shocron en piano, Germán Lamonega en contrabajo y Pablo Díaz en batería propondrán música en base a composiciones espontáneas y estructuras preestablecidas. Son dos técnicas que sin ser contrastantes presentan distintos puntos de partida y que, más que estilos, funcionan como disparadores para la improvisación colectiva, que el trío desarrolla con gran sutileza.

En el tramo final del sábado, a partir de las, 21 actuarán Flor Otero Grupo y Trébol. Secundada por una banda compacta, Otero mostrará canciones propias, muchas de ellas parte de El juego verdadero, un disco que en la zona franca de la canción mancomuna gestos del jazz, el rock, la música rioplatense y retumbos del fragor sonoro de las ciudades. Con la cantante estarán Damien Poots y Matías Suarez (guitarras), Tomás Fares (piano y voz), Diego Wainer (contrabajo) y Lulo Isod (batería). El cierre del festival estará a cargo de Trébol, trío formado por Sergio Wagner (trompeta y flugel), Mauricio Dawid (contrabajo) y Carto Brandán (batería). Sin la guía de instrumentos eminentemente armónicos, la música del trío viaja por más sutiles, en los que se termina de definir a través de la improvisación. Será un cierre oportuno para un encuentro que, por la originalidad de sus propuestas, se anuncia atractivo.