Las ventas de lácteos retrocedieron hasta 13 por ciento en los primeros cinco meses del año, según cifras de la secretaría de Agroindustria. La fuerte pérdida registrada en el poder adquisitivo de la población impactó en la comercialización de productos que forman parte de la canasta básica alimentaria, los cuales tradicionalmente suelen tener una demanda inelástica frente a las variaciones en los precios ya que son bienes de primera necesidad. En esta ocasión la disparada en los precios viene siendo tan contundente que la demanda de leches fluidas se derrumbó un 13 por ciento, las leches en polvo un 11 por ciento, los quesos un 6 por ciento y el resto de los productos lácteos otro 13 por ciento.

El litro de leche fresca en sachet, por ejemplo, trepó 4,9 por ciento en mayo y en los primeros cinco meses del año, el mismo periodo que toma la secretaría de Agroindustria, el incremento llega al 32,2 por ciento. A su vez, en los últimos 12 meses la suba acumulada es de 85,5 por ciento. Lo mismo ocurrió con el pan de manteca de 200 gramos que aumentó 6,4 por ciento en mayo, 35,1 por ciento en cinco meses y 87 por ciento en un año, siempre según cifras promedio informadas por el Indec. Este golpe al bolsillo de los que menos tienen se combina con una recomposición del precio que vienen recibiendo los productores ya que, según datos oficiales, en mayo el valor promedio que percibieron los tamberos se ubicó en 15,15 pesos por litro, una suba intermensual de 4 por ciento y del 125 por ciento interanual.