Desde temprano, el centro de La Plata se convirtió ayer en ciudad tomada, por la presencia de 700 policías bonaerenses que, a los golpes y empujones, desalojaron a los manteros. Tal como ocurrió hace un mes y medio, la violencia estatal reapareció, en el marco de la persecución a vendedores ambulantes que llevan adelante la gobernadora María Eugenia Vidal y su ministro de Seguridad, Cristian Ritondo. Tres jóvenes que filmaban la represión fueron detenidos y llevados a la comisaría primera, bajo la acusación de "resistencia a la autoridad", denunció a Página/12 el abogado Adrián Rodríguez Antinao. Se trata de Carolina Esteban, Francisco Laurito y Pilar Posadas, militantes de Patria Grande y del precandidato a intendente Luis Arias.
"El operativo fue contra gente que está tratando de sobrevivir en este contexto económico y nuestros compañeros lo que hicieron fue solidarizarse con ellos y realizaron filmaciones para visibilizar lo que pasaba", explicó Leandro Amoretti, de Patria Grande. Las imágenes mostraban la violencia del operativo y cómo los vendedores trataban de evitar que le saquen los productos que estaban vendiendo. La represión comenzó muy temprano en Plaza San Martín, a poca distancia de la gobernación bonaerense. Los vendedores, luego de la violencia, anunciaron que seguirán sentados, "con las mantas vacías y con carteles y banderas defendiendo nuestra única opción para el pan de cada día", anunció uno de los manteros.