Foto: Pablo Mehanna

El jardín más bello

Cuando Home Buenos Aires abrió sus puertas, hace ya casi 15 años, marcó una revolución en la nueva hotelería porteña. Un hotel boutique pequeño y precioso, de aires nórdicos con empapelados vintage, muy buena barra de coctelería, ricos desayunos y una cocina sabrosa, todo junto a uno de los jardines secretos más bellos de la ciudad. Desde ese entonces inauguraron otros hoteles buscando ocupar un nicho similar, algunos con más, otros con menos suerte. Pero Home Buenos Aires sigue estando entre los mejores. Una vigencia sostenida por una propuesta que se renueva constantemente, con muestras de artistas amigos de la casa, con algunas fiestas esporádicas anunciadas por redes y con una cocina que no se queda quieta, ofreciendo menúes ricos a precios siempre amigables. Hace un par de meses presentaron la nueva carta de invierno, con platitos como los corazones de alcauciles con huevo poché ($210), un poolish de hongos portobellos ($200), una tiernísima tapa de asado cocinada por seis horas o un intenso risotto de morcilla con langostinos a la plancha por $460, todo rico y bien servido. Tal vez uno de los mejores momentos para ir a disfrutar Home sea el fin de semana, cuando de 11:30 a 16 presentan sus ya reconocidos brunchs y desayunos. Entre varias opciones a la carta (huevos rancheros a $290, mini bagel de salmón ahumado a $260, burrata a $260, entre otros), hay dos combos imbatibles en su relación precio calidad: el “home brunch”, que incluye té o café, waffles con frutos rojos y crema (o banana, pasta de maní y toffee), salmón, palta, tostadas, yogurt con granola y jugo de naranja, todo por $390. Y el potente desayuno inglés, que trae panceta, salchicha inglesa casera, hongos, huevos fritos, porotos en salsa de tomate, tomates grillados y tostadas, por $340. Para acompañar, es ideal el Bloody Mary de la casa; también una de las energéticas combinaciones de jugos que elaboran en el momento.
Más allá de los años que lleva abierto, para muchos Home Buenos Aires sigue siendo un secreto a descubrir. Uno de esos lugares que, cuando se los conoce, no se olvidan.
Home Buenos Aires queda en Honduras 5860. Teléfono: 4779-1006. Horario de atención: todos los días de 11:30 a 24.

Foto: Pablo Mehanna

Desayuno americano

Una clásica mañana porteña suele comenzar con café, mate, medialunas. Tal vez bizcochitos de grasa, una tostada con jamón. Pero en otras regiones del mundo el desayuno es una cosa -mucho más- seria. Por ejemplo, en Estados Unidos, donde es habitual sumar contundencia energética a través de panceta, chorizos y huevos, entre más delicias. De eso se trata Jay's, una suerte de diner americano abierto por Juan Ignacio Collie en la zona de Recoleta. Jay's ofrece “all day breakfast”, con desayunos ofrecidos desde las 8 y hasta las 23, sin interrupciones. “Viajé por primera vez a Estados Unidos en 2012 y me gustaron mucho estos desayunos. Cuando volví a Buenos Aires, descubrí que acá nadie los ofrecía. Después de varios viajes más, abrí este lugar”, cuenta Juan Ignacio.
El lugar es pequeño y alargado, para unos 30 comensales. Mesas y sillas de madera, paredes con banderines y patentes de autos, dos televisores encendidos en canales de deportes -mucho baseball, basquet y hockey sobre hielo-. La carta recorre por los sabores clásicos de Estados Unidos, con hamburguesas caseras (la cheeseburger con doble medallón de carne sale $250), pollo frito (buffalo wings picantes a $220 las seis unidades), ensaladas como la omnipresente Caesar ($220), un contundente Mac&Cheese con pollo (fideos tipo macarrones con salsa de quesos y dados de pollo, $290), bagels y sándwiches varios. Pero la especialidad de la casa es el capítulo dedicado al desayuno, con variedad de pankakes, waffles, hashbrown (papa rallada y cocida a la plancha), omelettes, huevos revueltos, french toast y más. Lo mejor es ir por alguno de los combos prearmados, como el Upper West Side, que por $350 trae dos huevos fritos (o revueltos), panceta crocante, hashbrown, tostadas, y pankakes con manteca y el clásico jarabe de arce. Para beber incluye café de filtro con refill gratis (la calidad del café es un punto a mejorar) y jugo de naranja exprimido. Un gran precio para un desayuno que funciona -también- como almuerzo, merienda o cena.
Jay's queda en Beruti 2640. Teléfono: 4823-5857. Horario de atención: lunes a sábados de 8 a 23.

Foto: Pablo Mehanna

Una promesa cumplida

Parte de esa gran generación de lugares que le devolvió al pan y a la cocina casera el protagonismo merecido, La Prometida sigue siendo hoy un punto de encuentro ineludible en el barrio Colegiales. La esquina soleada recibe a clientes y amigos con propuestas para cada momento del día. La mañana arranca con buen café (granos tostados por Establecimiento de Café), los panes caseros que son firma de la casa y algunas especialidades como el bowl de yogur con granola casera; los almuerzos suman sándwiches (el Serrano, de pollo y jamón crudo, sale $265) y menúes del día, desde un guisito de ternera a un risotto de calabaza y vegetales; de noche salen platos best sellers como las milanesitas de peceto o un pastel de papas con carne cortada a cuchillo. Es una cocina que remite a los sabores de bodegón, pero con una mirada más amplia que se permite sumar un ceviche peruano o una contundente bandeja latina, con carne, cebolla morada, frijoles, arroz, guacamole, huevos y choclo.
Con más de diez años de vida, hoy La Prometida está en pleno momento de cambio, con novedades que se irán develando en los próximos meses. La fundadora Viviana Morelli convocó a su amiga María Zago y juntas pensaron nuevas propuestas; el primer resultado es el lanzamiento de los brunchs: todos los sábados y domingos de 11 a 17, por $450 por persona, se puede disfrutar de un generoso menú que incluye un budín de zanahoria y avena, una golosa pana cotta de maracuyá con frutas de estación y trufa de chocolate, también huevos revueltos con chutney de tomate sobre una figazza de manteca, un genial eclaire de salmón curado con queso blanco (vale suplantar el salmón por champignones rellenos de espinaza y queso azul) y unas papas prome con dip de mostaza casera con miel. Para beber, una infusión (café o té en hebras) y una bebida extra, a elección entre copa de espumante de Salentein, copa de vino tinto de Ernesto Catena o una limonada con menta y jengibre.
Una bella esquina en uno de los barrios más lindos de Buenos Aires; qué mejor lugar para comenzar el fin de semana.
La Prometida queda en Delgado 1199. Teléfono: 4554-0786. Horario de atención: todos los días, desde el desayuno a la cena (salvo martes y domingos, que cierra a las 17).