Activistas de la ONG Sinergia Animal representaron frente al Obelisco de la Ciudad de Buenos Aires cómo viven y mueren las gallinas ponedoras de huevos en el sistema de jaulas que utiliza "el 90 por ciento de los productores" en la Argentina.

"Estamos pidiendo poco", dijo Romina Vizcarret, coordinadora de Sinergia Animal en la Argentina, y agregó: "Exigimos políticas mínimas de bienestar animal". La acción performática se desarrolló en el tramo peatonal de Diagonal Norte que une el Obelisco con la Plaza Lavalle de los tribunales porteños. Allí, unos diez de activistas caracterizados como gallinas intentaban escapar de una jaula en la que apenas entraban. Del otro lado del alambrado, aquellos que habían logrado huir, agonizaban y morían.

"Así viven 42 millones de gallinas en Argentina", afirmó Vizcarret, y agregó que "en el sistema de jaulas, los animales viven hacinados y no pueden desarrollar ninguno de sus comportamientos naturales como moverse y picotear el suelo para buscar alimento". Y continuó: "Las que logran escaparse de las jaulas mueren por dos razones posibles: porque no hay comida, o porque se hunden en sus propias heces".

Según datos reunidos por Sinergia Animal, el sistema de jaulas para producir huevos ya "fue prohibido en 30 países, entre los que está la Unión Europea", donde ahora utilizan galpones, con o sin salida al exterior, donde los animales sí pueden desarrollar sus comportamientos naturales. El traje con el que los activistas se disfrazaron de gallinas incluía plumas blancas adheridas al cuerpo, pies descalzos, crestas en la cabeza y maquillaje en el rostro. Para representar la sangre de los animales muertos, desparramaron pintura roja en el suelo.

Quienes pasaban caminando por ese tramo de Diagonal Norte no podían evitar detenerse aunque sea unos minutos, y algunos filmaban, sacaban fotos y comentaban lo que veían. Samanta Dorio, de 43 años, quien trabaja en un comercio de la avenida Corrientes, pasó por allí y comentó a Télam: "A la noche les dejan la luz prendida para que crean que es de día y sigan poniendo huevos. Es terrible lo que están haciendo". Benjamín, de 9 años, preguntó a su madre "¿qué es eso?", y la respuesta que recibió fue: "Es una protesta contra la tortura animal". Un padre más chistoso o con menos ganas de explicar, dijo a su hija: "Es una protesta de los hinchas de River".

La ONG afirmó que ya obtuvo el compromiso de empresas como Freddo y Havanna de comenzar a utilizar huevos producidos por alguno de los tres productores argentinos que tienen la certificación de "huevos libres de jaulas".