El contexto siempre marca el hacer material, y en Argentina, de un tiempo a esta parte, se esta evidenciando un gran florecimiento de la creatividad a nivel federal. Cada día surgen nuevos emprendimientos que marchan al compás del diseño y se fortalecen otros que iniciaron su camino hace tiempo. Todos marcados por una gran vocación de mostrar los diversos tesoros del país, en este caso los patagónicos, con la particularidad, estos nuevos, de estar dirigidos por mujeres y en muchos casos relacionados a la ciencia.

Ciencia y diseño

Con el Invap (empresa dedicada al diseño y construcción de sistemas tecnológicos complejos) y el Instituto Balseiro, resulta una obviedad contar que un alto porcentaje de población de los profesionales de la ciudad de Bariloche estén ligados a la ciencia. Lo que no lo es tanto, es que muchos de ellos deriven sus investigaciones o se relacionen con emprendimientos que tienen un alto componente de diseño. Tal el caso de Patagonia Caliente Vajilla. La historia de la fábrica y marca de vajilla refractaria nace con un doctor en física y especialista en materiales del Centro Atómico –Juan Carlos Bolcich y su esposa, Margarita, profesora de artes visuales-. Legado que heredaron hoy sus cinco hijos –Bárbara, Ursula, Alejandro, Diego e Ivana-, los que se ocupan en la actualidad de seguir desarrollando todo tipo de ollas, fuentes, platos, cazuelas y bols que, además de un diseño cuidado y una versátil paleta de color, ostentan su máxima propiedad en la conservación y propagación del calor, fruto de las experimentaciones del padre de la familia, allá lejos y hace tiempo, con pastas de materiales refractarios. Además Uchi (Ursula), tiene su propia marca de indumentaria y joyería, marcada por impronta de la naturaleza del lugar con collares que se inspiran en las formas y texturas de flores y hojas patagónicas.

Quien dice Patagonia también dice cerveza artesanal. Y la de Las Brew Sisters es una historia deliciosa. Una empresaria sensible, inquieta y remadora, Sol Aguirre Bengoa, dueña de La Compañía, el primer co-working que existe en San Carlos de Bariloche, se une a tres biólogas con doctorados en temas relacionados al lúpulo, para hacer la primera marca de cerveza por mujeres. Un emprendimiento que indaga no sólo a través de los extensos conocimientos de las científicas en generar nuevas y originales variedades, sino en la historia de la cerveza, que revela una relación directa con las mujeres. Ellas, junto a las tres científicas -Clara Bruzzone (doctora en Biología) , Maylén Latorre (licenciada en Biología) y Julieta Urin (licenciada en Ciencia y Tecnología de los Alimentos) que se conocieron en el laboratorio haciendo sus doctorados y posdoctorados sobre levaduras cerveceras, calidad microbiológica de cerveza artesanal y propagación de levaduras cerveceras- arrancaron el año pasado la iniciativa. “El emprendimiento -cuenta Bruzzone- nace como proyecto de La Compañía, pensando en armar algo que fuera un poco como una bandera en mostrar mujeres emprendedoras, por otro lado, en un segmente netamente masculino”, cuenta Bruzzone.

“Por eso, lo que más nos diferencia de otras marcas de cerveza artesanal, no es sólo que somos mujeres elaborando cerveza, sino que apostamos fuerte a la capacitación de otras mujeres”, suma Bengoa, responsable entre todas de ahondar en la historia de las mujeres y la cerveza. “Así juntas descubrimos que en el origen eran las mujeres las que junto a la levadura para el pan, trabajaban la de la cerveza, en Bavaria o Sumeria. Hasta que en tiempos de la peste negra, cuando se aumenó tremendamente el consumo, ya que reemplazaba al agua que no se podía beber, se las empezó a considerar una mala influencia y hasta se las trató de brujas. También es curiosa toda la simbología parecida entre las productoras de cerveza y las brujas, ya que por ejemplo, en esos tiempos para hacer saber que tenían cerveza disponible en sus casas, ellas ponían una escoba en la puerta y en las ferias usaban unos gorros en punta negros. Mismo la caldera revolviendo la cerveza es muy similar a la imagen de la bruja con sus brebajes.

¿El nombre Brew Sisters? “Así se las llama a las mujeres que hacen cerveza. Algo que nunca deja de sorprender cuando caemos con los barriles a una fiesta”, cuentan.

¿Otras diferencias? “El merchadising o accesorios de diseño. Mientras que en general todos hacen cosas bastante masculinas como porrones extra grandes o remerones, nosotras vendemos collares que hacen las veces de abridores, muy femeninos”, rematan.

Más mujeres emprendedoras

Continuando con las iniciativas de diseño femeninas y ligadas al espíritu del lugar, vale destacar el trabajo de la artista visual Nani Franzgrot, coordinadora de Estudio Bamba. Una colección exquisita de piezas, arte portable, en gres, cobre y bronce inspirada en los hongos del bosque que surge de una Beca del Fondo Nacional de las Artes apodada “Lo que murmura en el monte”. Nani, tiene además una amplia trayectoria con obra en bordado sobre papel y antotipia y su propio espacio donde dictan talleres de todo tipo.

Completan los nóveles emprendimientos, casualidad o no, siempre femeninos, las Tenki Patagonia, dupla de hermanas -Octavia y Julieta Zancada- con una etiqueta de originales tés premium donde además de los ingredientes naturales cuidadosamente seleccionados por la pastelera de la dupla (Julieta) como pétalos de rosas, frutos rojos y rooibos, el valor agregado son unos envases sumamente originales que sirven para reponer las infusiones que diseñaron junto a otro estudio de mujeres Las Chulas.

Mientras que Julieta, en tándem con la exquisita fotógrafa Angeles Pena, autora de un trabajo sobre el agua que además del Sur Argentino, completó gracias a una beca en Islandia, ostentan Ediciones de la Montaña, libros que reúnen las más bellas postales de la Patagonia junto a recetas de la zona –Frutos de Estación, Frutos del Bosque y Frutos de la Patagonia-.