Bob & Carol & Ted & Alice 
Paul Mazursky
1969 

1969 fue el año del “destape” en Hollywood, consecuencia de la anulación definitiva de los viejos corsés de autocensura conocidos familiarmente como “Código Hays” y la aplicación de un nuevo sistema de calificaciones por edades. Además del lanzamiento de largometrajes como Perdidos en la noche (la única película con calificación X ganadora de un premio Oscar), la ópera prima como realizador de Paul Mazursky llevó a la pantalla, en tono de comedia, los alcances de los cambios ligados a la mirada sobre la sexualidad al mainstream social de los Estados Unidos. Natalie Wood y Robert Culp interpretan a un matrimonio de mediana edad y buen pasar que, luego de una “sesión psi” comunitaria, decide abandonar la monogamia estricta y probar las posibilidades del amor libre. Tarantino explicó que, si bien no está relacionado en lo más mínimo con Había una vez… en Hollywood, el film es una verdadera cápsula temporal a la hora de comprender visualmente como era la ciudad de Los Ángeles a fines de la década del 60 y que, por esa razón, fue uno de los títulos que más estudió el reparto.

El valle de las muñecas
Mark Robson 
1967

Esta adaptación del bestseller de Jacqueline Susann fue el primer rol importante de Sharon Tate luego de participaciones menores en cortos publicitarios, series como Mister Ed o Los Beverly Ricos y películas como El signo del diablo, No hagan olas o La danza de los vampiros, en cuyo rodaje la joven actriz conoció a su futuro marido. Retrato de tres bellas mujeres en el mundo del espectáculo, con sus ascensos meteóricos y caídas estrepitosas, sus consumos excesivos de alcohol y barbitúricos (como solía llamárselos en aquellos tiempos), Tate interpreta a una actriz y bailarina de escaso talento que, luego de lograr un moderado éxito en las tablas comienza a participar de films eróticos, antes de enfrentarse a un inesperado cáncer y a la posibilidad de un aborto. “Convengamos en que lo único que sé hacer es quitarme la ropa”, afirma su personaje en un momento (melo)dramático de la película. La carrera de Tate iba dirigida hacia otros carriles, como lo demuestra Frío… tibio… caliente, coproducción europea estrenada póstumamente y basada en el mismo relato de origen ruso que sirvió de base para Las doce sillas, de Mel Brooks.

Alarido de sangre
Phil Karlson 
1958

Con su sonrisa sincera y cabellos rubios como la miel, Arthur Andrew Gelien se transformó en un fenómeno popular adolescente luego de que su agente le cambiara su nombre real por el de Tab Hunter. Bajo contrato en la Warner Brothers, Hunter participó en una gran cantidad de películas junto a figuras como Robert Mitchum, John Wayne y Natalie Wood, entre otros. Luego del éxito de público de Colinas de fuego (1956), la compañía insistió en proponer a Hunter como protagonista de una serie de westerns, entre ellos Alarido de sangre, en el cual la joven estrella interpreta a un muchacho bastante intenso, siempre dispuesto a disparar su revolver, aunque las leyes del viejo Oeste estén cambiando, reemplazadas por normas un tanto más civilizadas. Para crear el personaje de Rick Dalton, Quentin Tarantino tomó prestados algunos de los rasgos en pantalla de Tab Hunter, en particular los de esta “película del Oeste” algo olvidada y filmada en anchísimo CinemaScope y rutilantes colores, dos de las armas más importantes de la industria del cine para competir con el ascenso imparable del reinado de los televisores.