El ex titular de la AFIP Ricardo Echegaray se definió como un “muerto civil”, víctima de una “persecución política con ropaje judicial” impulsada por el gobierno de Cambiemos. Al declarar en el juicio que se le sigue por otorgar planes de pagos presuntamente irregulares a la petrolera Oil Combustibles, el ex funcionario afirmó ante el Tribunal Oral Federal 3 que desde diciembre de 2015 “se buscó arrebatarles las empresas” a Cristóbal López y Fabián De Sousa, titulares del Grupo Indalo, detenidos y juzgados en el mismo proceso.

“Esta es una acusación antojadiza, se armó una causa artificialmente”, afirmó Echegaray al abrir la ronda de indagatorias ante el tribunal que lo juzga como supuesto autor de una defraudación a la administración pública, por la que le habría permitido a Oil no pagar el impuesto a los combustibles líquidos que retenía a sus clientes, dinero con el que se habría financiado a otras empresas del Grupo Indalo. López y De Souza, dueños del canal C5N, están acusados como partícipes necesarios de esa maniobra.

En el juicio se ventilan “hechos de política tributaria, políticas de sostenimiento del empleo”, explicó a los jueces el ex titular de la AFIP, quien lamentó la denuncia de la diputada Elisa Carrió y “otros malandras de la política”, que en otra época “no prosperaba” pero desde fines de 2015 “comenzó a prosperar”. “Yo jamás transitaba por tribunales, empecé después que dejé el cargo. Antes decían 'no, la señora Carrió no está bien de la cabeza, y las rechazaban', y después les resultaba funcional a sus intereses”, dijo.

“Me empujaron al juicio oral como a Hijitus, Larguirucho y su pandilla los empujaba el comisario”, graficó Echegaray, en alusión a un viejo dibujo infantil. “El juez (federal Julián) Ercolini me decretó la muerte civil: me impiden trabajar, no hice nada para tener la muerte civil. No cometí delito ni acá ni en ninguna de las otras causas”, sostuvo, y cuestionó que le hayan secuestrados dos vehículos que “no fueron producto de la corrupción”. “Me sacaron un Citroën C4 2015 y un jeep. Soy apicultor, tengo que llevar colmenas, no puedo. Soy abogado, no me puedo trasladar”, se quejó.

Al cuestionar la acusación, Echegaray aludió al peritaje realizado por contadores de la Corte Suprema --conocido esta semana-- que puso en cuestión la base sobre la que se construyó la acusación de la AFIP contra su ex titular y los empresarios. De ese estudio surgió que el monto adeudado en concepto de Impuesto a la Transferencia de Combustibles (ITC) nunca fue de 8 mil millones de pesos como se sostenía, que no existía deuda exigible a 2015 y que los planes de pago con los que se había financiado la empresa eran legales. Según el peritaje, al 10 de diciembre de 2015 toda la deuda de Oil Combustibles estaba regularizada en planes de pago y no era exigible por parte de la AFIP porque se encontraba ya pagada o refinanciada y las cuotas eran abonadas con regularidad.

Echegaray afirmó que desde la asunción de Mauricio Macri “se buscó arrebatarles las empresas” al Grupo Indalo, y aclaró que no tuvo trato personal con López y De Sousa durante los dos años que condujo la AFIP. “No los conozco, nos estamos terminando de conocer acá, en esta desgracia injusta, pero desgracia”, dijo, y aclaró que a López lo vio dos veces en ese período: “El día de la muerte de Néstor Kirchner, en una confitería en El Calafate, y después el día de la inauguración de un busto de (Raúl) Alfonsín en la Casa Rosada nos sentaron juntos, eran numeradas las sillas”, recordó.