La ilusión de ver a Charly Berlocq en la final del ATP 250 de Buenos Aires se derrumbó finalmente ayer, tras la lógica derrota frente al japonés Kei Nishikori, número cinco del mundo, quien en el momento más crítico del partido sacó a relucir su estirpe batalladora y su buena derecha, para jugar un tenis sólido y quedarse así con la victoria por 4-6, 6-4 y 6-3. Su rival en la final del Argentina Open será el ucraniano Alexandr Dolgopolov, quien en la previa se impuso frente al español Pablo Carreño Busta por 7-5 y 6-2. Nada tiene para reprocharse Berlocq, quien volvió a jugar un buen partido frente al primer favorito del torneo y tuvo en el set decisivo una clara oportunidad para el triunfo, que no pudo aprovechar. 

La sensación apenas comenzaba el partido era que la balanza se inclinaba para el lado de Nishikori. Es que al japonés no le costaba tanto esfuerzo mantener su servicio y, en cambio, para Berlocq (77 del ranking) cada game era una verdadera lucha. Eso hasta el cierre del argentino para el 4-4, donde pasó a dominar con un planteo más ambicioso y ofensivo. El apoyo del público fue otra vez clave para que Charly sumara confianza y soltara su derecha como lo había hecho el viernes frente al brasileño Thiago Monteiro, justo en el momento que las cosas parecían complicarse. Atacó Berlocq y haciendo una buena lectura del trámite se encontró en el noveno juego con dos chances de quiebre (15-40). El resto fue obra del visitante, que salvó el primer break con un ace y luego se entregó con una doble falta. Berlocq sacó para partido, pero no fue fácil. Tuvo que salvar primero tres break points, con dos tremendos derechazos y un error del japonés, que se quedó en la red, para finalmente quedarse con la manga, con una definición que se llevó muchos aplausos.

No fue bueno el comienzo del segundo set para el argentino, que rápidamente se encontró 0-3 abajo. Y cuando parecía que podía recuperarse con un quiebre en el quinto juego (0-40), Nishikori le cortó la inspiración salvando esas tres pelotas, y luego otra más, para estirar 4-1 su ventaja. Lo que no pudo ahí, lo consiguió en el séptimo game, en el que trabajó pacientemente para descontar y emparejar luego con su saque 4-4. Otra vez la presión quedó del lado del japonés, que arrancó 0-30 el noveno game pero se recuperó y entonces fue Berlocq el que le ofreció chances para que el visitante se llevara el segundo parcial 6-4. 

Las expectativas del público se renovaron en la tercera manga cuando Charly quebró para ponerse 2-1 arriba, sin embargo no pudo sostener su servicio en el cuarto y de ahí en adelante Nishikori lo dominó por completo, para volver a quebrarlo en el sexto y sacar la ventaja que, finalmente, le permitió cerrar el partido 6-3, al cabo de casi tres horas de un tenis de alto nivel. “Me voy conforme por lo que hice durante toda la semana. Recuperé mi nivel, gané tres partidos y le jugué de igual a igual al número cinco del mundo”, manifestó Berlocq, tras la caída. 

El rival de Nishikori en la final será Dolgopolov (66) que ayer hizo otro buen partido parar superar al español Carreño Busta (25). El ucraniano, de 28 años, que en la rondas previas superó al serbio Janko Tipsarevic (94), al uruguayo Pablo Cuevas (22) y al austríaco Gerard Melzer (101), buscará en Buenos Aires su tercer título ATP, luego de los conquistados en Umag 2011 y Washington 2012. Sin dudas, esta ha sido la mejor actuación de Dolgopolov en el ATP porteño, donde había caído dos veces en la primera ronda (2011 y 2016), y una vez en la segunda (2014). “Debo concentrarme en mi juego para tener posibilidades de quedarme con el título. Me gusta el torneo y sería bueno poder ganarlo”, comentó Dolgopolov en conferencia de prensa.

Para Nishikori, que inició su participación en Buenos Aires con triunfos sobre el bonaerense Diego Schwartzman (50) y el brasileño Joao Sousa (91), la de hoy será la oportunidad de conquistar el título número doce de su ascendente carrera. Para tomar envión, el japonés, de 27 años, tiene todo el historial a su favor en cinco duelos previos, ya que derrotó a Dolgopolov dos veces el año pasado: en los cuartos de final del ATP de Barcelona (7-5 y 6-0) y en la segunda ronda del Masters 1000 de Miami (6-2, 6-2); un año antes en los cuartos de final del ATP de Acapulco (6-4, 6-4); en los cuartos de final del ATP de Brisbane 2013 (6-4, 7-6 (3)); y por la misma instancia en el Masters 1000 de Shanghai 2011 (6-4, 6-3). “Será una gran experiencia poder jugar una final sobre la tierra batida de Buenos Aires y espero poder lograr una victoria ante un gran jugador como es Dolgopolov”, comentó Kei tras su victoria. 

La actividad de la jornada de ayer había comenzado con la segunda semifinal del torneo de dobles en la que los colombianos Juan Sebastián Cabal y Robert Farah se impusieron 4-6, 7-6 (0) y 10-3 frente a los italianos Simone Bolelli y Fabio Fogini. Sus rivales en la final, que se jugará hoy (a las 12) serán el mexicano Santiago González y el español David Marrero, quienes pasaron de ronda sin disputar su partido frente al uruguayo Pablo Cuevas y el español Carreño Busta, quienes no se presentaron a jugar en la jornada del jueves.