Con increpaciones a fotógrafos y cronistas, los militantes de Juntos por el Cambio esperaban los datos oficiales en la noche del domingo, sin globos amarillos y de mal humor. El clima que se vivió en el búnker del macrismo, ubicado en Maipú y San Lorenzo, era de sonrisas forzadas pero que con el paso de las horas se tornaron en muecas de tensión, fastidio y bronca. El referente local Federico Angelini recién salió a hablar con la prensa pasada las 22 y luego de eso, el salón ya en silencio absoluto, con el sonidista que ya ni siquiera ponía música y sólo se dedicaba a ver su celular. La mala onda comenzó a explotar cundo los reporteros gráficos buscaban tomas de los presentes. Un grupo de jóvenes se opuso a ser fotografiado y amenazaron a periodistas, entre ellos, al cronista y al reportero gráfico de Redacción Rosario, publicación de la Cooperativa La Masa.