El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, pareció condicionar un acuerdo con China en plena guerra comercial, al exigir que Beijing se abstenga de enviar fuerzas militares a Hong Kong para reprimir las masivas protestas que sacuden a la ex colonia británica. La Casa Blanca se alarmó ante imágenes difundidas esta semana, que muestran un despliegue de fuerzas de seguridad chinas cerca de la frontera con Hong Kong, en momentos en que las protestas pro-democráticas parecen no tener fin, tras diez semanas de conflicto.

Trump sostuvo hoy que la crisis se resolvería si su par chino, Xi Jinping, se reúne con los manifestantes. "Si el presidente Xi se reuniera directa y personalmente con los manifestantes, habría un final feliz y alentador para el problema de Hong Kong. ¡No tengo dudas!", señaló Trump en su cuenta de Twitter.

El mandatario hizo esta declaración horas después de que en otro tweet diera a entender que él mismo estaba dispuesto a reunirse con Jinping para hablar de Hong Kong. El mandatario aprovechó también para vincular la situación en Hong Kong con la guerra arancelaria lanzada por su gobierno contra China hace más de un año.

"Millones de trabajos se están perdiendo en China en favor de otros países no arancelados. Miles de compañías se están yendo" de China, twitteó Trump, quien impuso aranceles a las importaciones chinas. "Por supuesto que China quiere alcanzar un acuerdo. Que lidien humanamente con Hong Kong primero!", dijo, en la primera insinuación clara de que el acuerdo podría verse amenazado si Beijing reacciona contra los manifestantes, que exigen reformas políticas.

Estados Unidos y China, las dos mayores economías del mundo, han impuesto aranceles recíprocos a su comercio bilateral, que asciende a 360 mil millones de dólares por año. Pero Trump demoró los aranceles a productos electrónicos de China, lo cual daba esperanzas de una tregua a los inversionistas de todas partes del mundo.