Foto: Pablo Mehanna

Comiendo en la trastienda

Una galería de arte suele funcionar como punto de encuentro entre una obra y sus espectadores, pero Camarones va más allá: mientras se exhibe el trabajo de artistas emergentes, el lugar suma una experiencia gastronómica con rica comida, copa de vino y la charla que dispara la exhibición de cada momento. Para lograrlo, Lola Silberman y Andrés Langa encontraron un típico PH del barrio de La Paternal y todos los sábados despliegan su cualidad de anfitriones en noches muy amigables. La comida es preparada en conjunto por Andrés junto al chef Federico Simoes, con opciones que varían de acuerdo a la estación. En épocas de frío, hay guisos que devuelven el alma al cuerpo, hay tapeos para los más frugales y postres que merecen la atención. 

La modalidad es sencilla: una vez atravesado el primer salón se llega a una gran mesa comunitaria donde el Sr. Kumpa vende las fichas que serán el medio de pago. Cada ficha tiene un valor de $100 y las que sobren, pueden devolverse. Hay dos opciones: el tapeo de 4 piezas (come uno y pican dos) a $300 o el tapeo de 7 piezas (para compartir) a $500. En la sección de los dulces el postre para compartir sale $300. En invierno suelen sumar además las cazuelas, con platos individuales como el guiso de lentejas; una bondiolita braseada, el pollito rabbiata picante o el pastel de papas (a partir de los $200). 

Los precios son tan amigables como el espacio, adecuados a tiempos de crisis. Para acompañar, circula el vino. Se puede elegir una copa de Fuego Tinto varietal o un Blend Blanco a $100; entre las botellas, hay un Alzamora Malbec Reserva ($490) o un Casa Montes 5 cepas ($990). También sirven un vermut con gajito de naranja, hielo y soda ($100, de 19 a 21 hay happy hour), Gin Tonic ($150) o cervezas (desde $100 el porrón). 

Camarones propone veladas relajadas y divertidas, entre las muestras de distintos artistas. Un lugar que invita al disfrute, la charla y, quién sabe, a despertar el espíritu coleccionista con obras a a precios, también, muy accesibles.

Camarones Arte Contemporáneo queda en Camarones 1645. Teléfono: 4585-5738. Horario de atención: sábados de 19 a 23.

Foto: Pablo Mehanna

 

La bicicafetera

Ubicado en una esquina de Villa Crespo, pegado a la bicisenda, hace unos meses abrió este lugar que combina dos pasiones bien hispters: el café y las bicicletas. En el lugar es común ver adolescentes, bikers y gente del barrio bebiendo un buen espresso, algunos acodados en la barra del lado de la calle; otros atándolas al bicicletero (si no tienen cadena, el lugar les presta una) y acomodándolas dentro de un salón lleno de cascos, bicis, mochilas y objetos que forman una suerte de Disney del rubro.

 

La Bici está armado como un lugar de paso, un salón con pocas sillas, una barra interior, otra a la calle y algunas sillas y mesas en la vereda. Sirven dos tipos de café de especialidad, uno de Puerto Blest y el segundo de Full City, con perfiles adecuados para las distintas preparaciones que se ofrecen, desde filtrados como Chemex, V60, Kalita o Aeropress ($120 una taza, $160 las dos) o espressos ($70) y recetas con leche como el Flat White (infaltable en el elenco estable de las cafeterías de especialidad, $95), que se pueden elegir con leche común o de almendras. La crisis genera siempre ideas y los filtrados llegan a la mesa en recipientes de vidrio como los que se utilizan para hacer combinaciones en los laboratorios de química, en lugar de venir en la cafetera elegida (reponerlas, si se rompen, está por ahora fuera de presupuesto).

Para acompañar están los maravillosos cinnamon rolls de los chicos de Cinnabar Rolls (los mejores de la ciudad, $80); alfajores ($35); unas tostadas de hummus para los veganos ($120) o el yogur con granola para los que buscan una opción saludable ($150). La carta es corta pero bien pensada: hay poco pero todo combina y está bien elaborado. El único alcohol disponible (por ahora, cuando empiece el calor prometen sumar algunos cócteles con café) es la cerveza elaborada por Tato Giovannoni junto a la marplatense Antares; y ocasionalmente aparecen algunos otros platos que se suman a la oferta diaria.

La Bici logró la aprobación de un barrio que ya lo adoptó como propio y festeja sumar por la zona más cafeterías de especialidad.

La Bici queda en Serrano 907. Horario de atención: lunes a viernes de 8 a 20; sábados de 9 a 19.

Foto: Pablo Mehanna

 

Cerámica & café

Una vez superado el miedo a tirar alguna de las bellísimas piezas de cerámica con un movimiento torpe, habrá que elegir una de las mesitas disponibles y sentarse a disfrutar del sol que entra por el ventanal. Todo es precioso en Pottery Coffee & Deli: las tazas, platos, teteras, lecheras y tablitas de cerámica son objetos de deseo y hay que ejercer un gran poder de control para no querer comprarlos (o, por qué no, ceder a la lujuria). Y tan tentadora como la vajilla es la comida; ya desde afuera una gran vitrina de dulces invita a entrar y darse el gusto. Allí conviven tortas con budines y alfajores en porciones generosas que, probablemente, logren que todos sean un poco más felices al irse que cuando entraron al local. 

 

Para desayunar hay varios combos, acompañados de un tazón de café con leche o un té de Tealosophy y jugo de naranjas: desde el clásico con tostadas con queso blanco y mermelada ($230); con scons (son dos, grandes y exquisitos) o el que viene con yogurt natural, granola casera, frutas y miel (ambos, $270). Si se busca un estilo de brunch, los sándwiches y las tartas son aconsejables. El vegetariano viene en una ciabatta con polpetta de búfala, emulsión de tomates asados, berenjena y palta ($260); y el Especial Pottery, por ejemplo, trae provola ahumada, espinaca y cebolla dulce ($310).

El lugar es pequeño y, sin embargo, silencioso, con música tranquila de fondo y la posibilidad de probar de todo, dulce y salado. Para beber hay jugos y limonada ($130 el vaso, $250 la jarra) y licuados con o sin leche (desde $120). Hay tortas para llevar y para comer ahí, como la carrot cake, la de chocolate y frutos rojos o la key lime pie, entre otras ($290); también algunos postres ($210) como el Fresh Lucía (bizcocho con mousse de chocolate blanco y compota de frutos rojos) o el Choco limón (bizcocho de chocolate al café, mousse de chocolate y corazón de limón).

En el Palermo más concurrido, Pottery es un espacio hermoso donde tomarse un descanso y disfrutar de un momento delicioso.

Pottery Coffee & Deli queda en Fitz Roy 2005. Teléfono: 7082-7622. Horario de atención: todos los días de 8.30 a 21.