Desde Srinagar, Cachemira

Cachemira estuvo bloqueada ayer después de que las autoridades indias desplegaron tropas y volvieron a imponer un toque de queda en un intento por detener las protestas planificadas. Grandes cantidades de policías y paramilitares fueron enviados a través del territorio en disputa, y las carreteras fueron bloqueadas con barricadas. Una oficina de observación militar de la ONU en Srinagar también fue sellada con alambre de púas.

La policía anunció por altoparlantes que la gente debía permanecer en el interior debido a la reimposición de la Sección 144, la orden del gobierno indio que prohíbe el montaje de más de cuatro personas en lugares públicos. Esta semana se colocaron carteles en los que se pedía a la gente de Srinagar que marche contra la decisión de India de eliminar el estatus especial de Cachemira, lo que limita parte de su autonomía.

Los residentes dijeron a The Independent que cerca de 1,000 manifestantes reunidos en el área de Anchar de Srinagar se estaban preparando para marchar hacia la oficina del Grupo de Observadores Militares de la ONU en India y Pakistán antes de ser expulsados por las fuerzas armadas. En varios lugares, la gente arrojó piedras contra el personal armado, que disparó perdigones y gases lacrimógenos en respuesta. Según los informes, al menos 152 personas resultaron heridas.

Shahana Manzoor, de 32 años, dijo que era difícil llegar al hospital de maternidad local donde su hermana había sido ingresada. Ella dijo:  "Había cientos de personal armado en las carreteras para evitar que la gente saliera”. Las restricciones de la libre circulación en Cachemira ahora están causando escasez de alimentos y medicinas. Los lugareños dijeron que las fuerzas paramilitares también impidieron que los médicos fueran a trabajar al único hospital infantil en las cercanías de la oficina de la ONU. 

Cerca de 2.000 personas fueron detenidas para contener las protestas en Cachemira, dijo un alto oficial de policía a The Independent bajo condición de anonimato. Confirmó que las restricciones se habían endurecido y que se enviaron 250 compañías adicionales de fuerzas paramilitares para detener las protestas.

De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12
Traducción: Celita Doyhambéhère