El gerente analítico para América Latina de la calificadora Standard & Poor's Sebastián Briozzo confirmó la salida de Argentina de su condición de “default selectivo”. La calificadora había rebajado a esa categoría a la deuda de corto plazo del país luego de que el gobierno decidiera reprogramar de manera compulsiva sus vencimientos de letras, aunque la evaluación negativa se extendió al resto de los bonos de corto plazo. La rebaja en la evaluación fue definida el miércoles, informada el jueves por la noche y hoy ya fue revertida. Ahora la deuda soberana volvió a la nota de “CCC-/C”, casi default. El cambio obedeció a la entrada en vigencia del nuevo cronograma de pagos. 

“En determinados momentos a veces son malas o buenas las noticias, si sube o baja la calificación. Cuando son buenas, la calificación sube y si son malas, baja. Así nos armamos la reputación”, explicó Briozzo en declaraciones radiales. “Estamos organizados, con un analista principal que se dedica en particular a la Argentina. Se define en un comité internacional, votan entre cinco y siete personas, y se define por lo que vota la mayoría. Es un equipo muy experimentado, basado en distintos países del mundo, no es una sola persona. Tenemos una metodología muy concreto y pública para tomar estas decisiones”, detalló el analista de la S&P.

“El gobierno argentino extendió unilateralmente los vencimientos de todos los papeles de corto plazo el 28 de agosto. Esto constituye un default bajo nuestro criterio. Estamos rebajando la calificación de riesgo de los bonos locales y extranjeros hasta default selectivo y los ratings de la deuda de corto plazo a default”, informó S&P a través de un comunicado difundido en la noche del jueves. El Gobierno intentó minimizar esta situación y habló de reperfilamiento.