A comienzos del año afirmábamos en una columna en este diario que todo deporte es político  para brevemente historizar al deporte y la actividad física en el plano de las políticas públicas, y resaltar la necesidad proponer una política transformadora en un área que implica variadas y profundas cuestiones. El análisis de este derrotero está siendo objeto de una investigación académica encabezada por la UNLA (Universidad de Lanús) junto a la UNDAV (Universidad de Avellaneda), y a la vez que cientistas sociales abordan al deporte como espacio de investigación y estudio, muchos de ellos son simultáneamente activos participantes del campo en diferentes roles, como por ejemplo en los estudios de género o la defensa de los clubes como asociaciones civiles en el fútbol. Simultáneamente, muchos otros actores deportivos han comenzado a movilizarse en los últimos tiempos compenetrados con la idea de que sus prácticas deben estar enmarcada en una política estratégica que defina objetivos y motivaciones, pautas y sentidos, enmarcados precisamente en el plano del campo político en un sentido más amplio.

Un ejemplo de ello lo configura la Mesa Federal del Deporte integrada por las áreas de deporte de organizaciones sociales y políticas y sindicatos, deportistas y exdeportistas, entrenadores, profesores de educación física y especialistas en gestión deportiva, la Confederación Argentina de Deportes, la Unión Nacional de Clubes, la Nuestra Fútbol Femenino y la Coordinadora de Hinchas entre otrxs, quienes elaboraron un proyecto de gestión profundo y diverso sobre deporte y actividad física. Se analiza allí el plano legislativo, proponiendo el restablecimiento de la autonomía financiera del ENARD y la vigencia de las leyes 27.202 y 27.201 mediante la derogación del DNU N° 92/2019 que vulneró el sistema institucional deportivo creando una Agencia, y la constitución de un instituto federal como órgano de aplicación dependiente del PEN pero que mantenga autarquía y contenga en su seno a las diferentes expresiones del deporte de manera participativa, plural e integrativa.

La propuesta se articula en ejes estratégicos del deporte pensado como vehículo integrador en la crisis social y económica y su relación con el ámbito educativo, la cuestión sociosanitaria y la igualdad y paridad de género. Algunos de los ítems son: el cumplimiento de la Asignación Universal por Hijo en el Deporte, la reglamentación de la ley de Clubes de Barrio, el fomento de los deportes alternativos en el marco de su institucionalización, el desarrollo del deporte federado con planes y programas en los cuales se otorgue la igualdad de oportunidades para aprender, practicar, entrenar, participar y competir a la población, el diseño de un Plan de Desarrollo de Alto Rendimiento Deportivo en las seis regiones geográficas del país a cargo del Consejo Federal del Deporte, una política de información, estadística e información científica, y el fortalecimiento del sistema institucional deportivo mediante propuestas concretas para el reconocimiento a las diversas manifestaciones del deporte: federado y alto rendimiento, comunitario y social, alternativo, adaptado, en el ámbito de los clubes, en el ámbito educativo (escolar y universitario), en la salud, en los movimientos sociales, en el ámbito laboral, con relación al género y diversidad y disidencia, el de adultos mayores, en contexto de encierro, en el ámbito militar, etc.

El documento reafirma la necesidad de vincular al deporte con la educación formal e informal y con la salud, en la premisa ya habitual de que “cada peso invertido en deporte representan tres ahorrados en salud”, pero va más allá analizando el contexto histórico, el tiempo reciente y la perspectiva de futuro, proponiendo medidas concretas, su viabilidad técnica y legal y un análisis económico financiero de las mismas, y afirmando la necesidad de utilizar el presupuesto asignado al deporte en tanto que una de las características centrales de la gestión de Cambiemos en el área ha sido una disminución del mismo pero también una subejecución presupuestaria, es decir la no aplicación concreta de los recursos asignados para la misma.

Aunque quizás no sea la única, la elaboración de este proyecto es un síntoma de la existencia de actores individuales e institucionales pensando, articulando y militando una idea y un proyecto, aún en el contexto restrictivo y doloroso de destrucción social, cultural y económica que el gobierno de Cambiemos impuso en el país. Muestra que es posible comenzar a articular una voluntad política transformadora con análisis y propuestas analíticas y coherentes, en un plano en el que muchas veces fulgura el espectáculo por encima de todo, y lo hace reafirmando que es necesario un plan estratégico, con visión y pautas de corto, mediano y largo plazo, y enmarcado en un sistema que siempre implica niveles formativos y valorativos para visualizar al deporte y la actividad física en las sociedades actuales.

*Sociólogo (UBA), doctor en sociología (IDAES) y docente en UNLP-UNDAV.