Santiago Maldonado no desapareció ni murió solo . Estuvo rodeado de gendarmes, que lo corrieron a él y a sus compañeros y compañeras hacia el río, en lo que fue un deliberado intento de cacería por parte de la Gendarmería Nacional a cargo de Patricia Bullrich. Eran las 11:32:33 del 1 de agosto de 2017, algunos uniformados ya habían cruzaron la cerca de la Pu Lof en Resistencia Cushamen. La persecución había comenzado. En ese preciso horario la GNA tomó la última foto de Santiago vivo, según consta en la foja 58 de la causa penal que ahora fue reabierta por la Cámara Federal de Comodoro Rivadavia.

Veinticinco segundos más tarde, a las 11:32:58, había al menos dos gendarmes corriendo por el camino principal en dirección al río. También avanzaba el Eurocargo que frenó en la misma línea por donde descendieron Santiago y Lucas Pilquimán. El detalle de las horas y segundos de la represión fue analizado por la Procuración contra la Violencia Institucional (Procuvin) en un informe que fue ninguneado por el procurador interino Eduardo Casal, por la fiscal Silvina Avila y el juez Gustavo Lleral. Hoy puede ser clave para avanzar en la reconstrucción solicitada por la Cámara.

Santiago corrió hacia el río cuando los agentes se le venían encima. Corrió junto a Lucas, quien deberá declarar nuevamente. Matías Santana y Nicasio Luna Arratia ya habían arrancado. Elizabeth Loncopan Huircapan también. Ella se escondió muy cerca de donde estaba Santiago y según contó a este periodista le escuchó decir “¡ya está, ya está!”. Lucas Pilquimán contó que “primero me tiré yo al agua y luego se tiró él. Cuando yo ya estaba nadando, él estaba entrando al río, iba más lento. Él se metió al agua y después volvió sobre sus pasos. Yo creo que él no pudo avanzar porque no sabía nadar y además el agua estaba muy fría. Cuando estoy del otro lado, sacándome el buzo, puedo ver que había gendarmes en la barranca arriba tirando con 9mm, escopetas y piedrazos pero abajo en el agua estaba solo Santiago. Ahí ya no lo ví más”.

El juez Lleral sostuvo en el cierre de la causa que Santiago murió solo, que no había gendarmes cerca. Esto choca con el testimonio de los integrantes de la comunidad. ¿Hubo gendarmes que dispararon sobre el río? Sí. Los mismos uniformados confesaron. Uno fue Daniel Gómez en diálogo con Pablo Badie, jefe del Escuadrón 36, ahora con asiento en Río Gallegos: “Que los chicos ejecutaron disparos, ejecutaron, pero ni las postas de goma le pegaron ¿justo le va a pegar una piedra en la cabeza?”

Hubo disparos sobre el río. Hubo una cacería. El otro que confesó haberle disparado a un bulto azul o negro (Maldonado tenía una campera celeste oscura) fue Darío Zoilán. Lo dijo ante Daniel Barberis, responsable del área de Violencia Institucional del Ministerio de Seguridad y también en testimonial. ¿A quién le disparó? En su apelación al cierre de la causa, el CELS marcó la posible responsabilidad de este escopetero.

El gendarme Emmanuel Echazú, cuyo sobreseimiento fue revocado, sostuvo que se encontró en el río con Zoilán y Orlando Yucra, el tercer integrante de uno de los dos grupos identificados. Los tres corrieron en línea recta desde la casilla, el mismo lugar por donde lo hizo Santiago. Según el perito Alejandro Incháurregui, que formó parte de querella de la familia Maldonado, pudo localizarse en el territorio a cada uno de los verdeoliva. Zoilán y Yucra aparecen en el mismo lugar por donde corrieron Santiago Maldonado y Lucas Pilquimán. La cacería llegó al río.

Elizabeth Loncopan Huircapan explicó que estaba escondida "al lado, si estiraba el brazo tocaba el agua". Al observar el mapa elaborado por Incháurregui, que nunca llegó al expediente, Elizabeth aseguró que estuvo escondida muy cerca de donde los peritos establecieron la presencia de Yucra y Zoilán. En ese lugar también estuvo Echazú, según la reconstrucción realizada por este periodista.

Pilquimán afirmó que pudo ver gendarmes que disparaban 9mm. ¿Quiénes tenían esas armas? Los conductores de los vehículos, entre ellos Lucio Buch, a cargo del Eurocargo. Según las fotos del expediente, él se estacionó a las 11:36 frente al río y bajó del vehículo por aproximadamente 10 minutos; llevaba su arma reglamentaria; el otro era Andrés Ahumada, conductor de una Ford Ranger. El también portaba su 9mm.

El 5 de agosto de 2017, el defensor oficial Fernando Machado realizó un croquis del territorio donde pudo ubicar las huellas del Eurocargo y las Ford Ranger que ingresaron al territorio, en línea recta hacia donde estaba la casilla de guardia y muy cerca del río; es decir por donde corrió Santiago y dos meses después aparece su cuerpo.

Hubo una persecución desaforada por parte de la Gendarmería. Las piezas del rompecabezas siguen latiendo dentro del expediente, ahora reabierto. Todo estaba en los detalles que fueron obviados –probablemente a propósito- por los jueces Otranto, Lleral y la fiscal Avila en sintonía con el Gobierno nacional.

@spremici