El piano como nexo entre géneros, como punto de encuentro para audiencias que no suelen converger en un mismo espacio. El piano como instrumento central de una noche que permitirá trazar lazos con distintas disciplinas artísticas, tomando como marco al Museo de Bellas Artes "Juan B. Castagnino", que así comienza a celebrar sus 80 años. El piano como objeto compartido entre tres notables pianistas: Ernesto Jodos, Alexander Panizza y Lilian Saba, quienes mañana a las 21 brindarán un concierto gratuito en la explanada de Oroño y Pellegrini.

Jazz, clásica y folklore convivirán entonces en una función que se complementará con la proyección de obras sobre la fachada del Museo por el artista Sebastián Pinciroli, y que contará con la participación de Cintia Cristiá, doctora en Historia de la Música y Musicología por La Sorbona de París que oficiará como presentadora. Con una tesis doctoral dedicada a Xul Solar y su relación con la música (trabajo que pronto verá publicada su tercera edición), la también docente e investigadora de la Universidad Nacional del Litoral se ha especializado en el vínculo entre las artes, en el cruce de disciplinas como motor de inspiración. Por caso, el del compositor ruso Modest Mussorgsky, cuya obra "Cuadros de una exposición" será interpretada mañana por Panizza, en un concierto que, según Cristiá "es muy interesante porque ofrece una mirada muy amplia de lo que es la música para piano".

"Me parece una idea excelente --remarca a Rosario/12--. Son tres estilos muy distintos de música, en un entorno al aire libre, que invita a ir más allá de las fronteras estilísticas. Porque muchas veces los públicos no se cruzan, muchas veces los oyentes tienen prejuicios respecto a músicas que no conocen. En este caso, la persona va a escuchar los tres pianistas, entonces tiene una mirada muy enriquecida de lo que se puede hacer con el instrumento".

‑ La formación clásica sin duda atraviesa a todo pianista y, en paralelo, no hay que dejar de visualizar el hecho de que mucha música clásica parte de un terreno popular. En cierta forma lo que mencionás invita a que el espectador pueda, en este concierto, descubrir afinidades: aquel que gusta de lo popular podrá encontrar en lo clásico sensibilidades que lo conmuevan; aquel que asista por su afinidad a la música clásica podrá descubrir en el toque de Jodos y Saba alguna reminiscencia clásica.

‑ Exactamente. Al tocar uno tras otro, invita a las comparaciones en el mejor sentido, a encontrar analogías en los distintos estilos. En realidad estos rótulos de clásico o popular son bastante odiosos, y poco ciertos. Como vos bien decís, en este caso la música de Mussorgsky también está atravesada por la música popular rusa, que es lo que él escuchaba. Los compositores no viven en un frasco sin escuchar otras músicas. Desde Haydn o Mozart, arquetipos del compositor clásico, sus músicas están nutridas de la música popular, a lo mejor de la música de una taverna, de la música en celebraciones en la calle, marchas militares. Creo que los libros de historia de la música al querer explicar muchas veces enfatizan las diferencias. En este caso esta propuesta trata de enfatizar las coincidencias, mostrar que, en el fondo, es música, que es posible acercarse incluso sin un estudio previo a la música clásica. A veces hay oyentes que dicen que no saben de música y por eso no van a conciertos de música clásica. En este caso la música apunta a la emoción, a la emoción estética. Por más que haya una formación clásica de los intérpretes y compositores, todos apuntan a llegar al corazón, a la emoción del que escucha.

‑ Otra característica compartida entre los tres pianistas tiene que ver con que hay una búsqueda de una voz personal. Algo que quizás pueda verse más claro en el rol autoral de Jodos o Saba, pero que también tiene Panizza, demostrando en sus interpretaciones la búsqueda de una voz.

‑ Sí, es cierto. Está como más permitido dentro del género popular que el artista sea una figura. Lo que Jodos va a tocar va a ser siempre con el filtro de su propia personalidad. Esto ocurre también en la música folklórica, donde hay una grilla básica, un estándar básico, pero después el intérprete agrega mucho de sí. Y es cierto que el intérprete clásico está más limitado por la partitura. En ese sentido hace años que Alexander está haciendo una reflexión estética, interpretativa, casi diría ideológica, con respecto a la libertad del intérprete clásico en relación a la partitura. Como vos bien decís: siempre con la idea de la obra escrita, pero siendo muy consciente que esa obra escrita es un ayuda memoria, son instrucciones para el intérprete, pero la obra real es la que sucede en el momento del concierto. Entonces, yo hablé mucho de los compositores, pero lo que se va a escuchar son tres intérpretes: en primer lugar van a estar los pianistas. Es importante recalcar que son estas tres figuras, estas tres personalidades artísticas muy distintas, que nos van a mostrar su visión de las obras, su versión de esos temas. Que algunos serán reconocibles, otros no, pero siempre con la expresividad del propio intérprete, que es el que le da vida a esa música.