"Un montón de gente con entrada se quedó afuera". Indignado, un plateísta de Central contó enojadísimo la situación tensa que había sufrido en la previa del clásico. Un buen número de hinchas canayas, con entradas en la mano e incluso abonos, no pudo entrar al Gigante de Arroyito por la puerta 5. La policía se lo impidió con el argumento de que el estadio ya se encontraba desbordado. "Lamentamos que haya hinchas de Central con entrada que no pudieron entrar", admitía antes del empate el presidente de la entidad auriazul, Rodolfo Di Pollina. Fue el único incidente de la jornada, dentro de la cancha y durante el partido no hubo mayores altercados.

 

La situación incluso fue reconocida por las autoridades del Ministerio de Seguridad. "Hay 41 mil y pico de hinchas y la capacidad es para 39 mil… Central tiene más de 50 mil socios habilitados para entrar a las populares y su capacidad es para 22 mil, entonces cuando se cierra se mezclan con la platea, presionan y el personal policial actúa para despejar la zona", explicó el director de Seguridad Deportiva, Diego Maio. Para dispersar a los hinchas la policía reprimió con balas de goma y, por las imágenes de televisión se vio al menos a un hombre herido. "Le pedimos disculpas a los hinchas", avisó Di Pollina y aseguró que "el método de venta de entradas fue el mismo de todos los últimos clásicos". Por otro lado, prometió que van a "resarcir" a los hinchas que se quedaron afuera. Las dificultades para ingresar no solo se vieron en la platea, en la popular que da a calle Génova también hubo problemas y demoras para ingresar al Gigante.