La marcha será esta mañana y partirá desde la Universidad Nacional de Salta. Reclaman justicia para las cuatro personas que murieron en operativos de la Policía durante este año y cuyos casos no han sido esclarecidos.

Hay reclamos específicos por Cristian Gallardo, el más reciente de los casos, ocurrido hace casi un mes. La Red por la Defensa de Derechos Humanos repudió el arresto domiciliario otorgado a los cuatro uniformados implicados en la muerte de este joven. Pidió el cambio de carátula de homicidio culposo a homicidio calificado.

Jorge David Farfán tenía 24 años y lo apodaban “Gury”. Falleció el 8 de febrero en una comisaría del barrio Santa Ana. Su padre, que tiene el mismo nombre, dijo a Salta12: “Mi hijo fue asesinado en la comisaría en manos de Fadel, Guitian, Gómez y Morales. Estos policías asesinos siguen trabajando”, dijo Farfán.

“Te entregan los cuerpos molidos a golpes y uno no tiene derecho a la justicia, que es actuar en base a la verdad. Y en este caso, todo el sistema trata de encubrir los asesinatos”, sostuvo.

Farfán explicó que a su hijo se lo llevó la Policía después de que fuera golpeado por integrantes de una familia que conocía. Dijo que tiene un testigo que vio “cómo lo torturaban”. Dedujo que a su hijo le habían robado dinero que tenía en la riñonera,  y cree que al reclamar su pertenencia fue golpeado. 

El padre denunció que el Cuerpo de Investigaciones Fiscales (CIF) “es parte de esta corrupción”. “A nosotros nos entregaron un informe de autopsia en el cual direccionan el asesinato de mi hijo con un consumo". Añadió que en el informe del médico de su querella, Marcos Cabezas, "figura que fue asesinado a golpes, tiene traumatismo de cráneo, traumatismo cerrado de tórax y traumatismo cerrado de abdomen. Lo primero que hacen es tratar de decir que las víctimas eran delincuentes o que venían cometiendo ilícitos, para confundir, camuflar el asesinato y el horror”, afirmó Farfán.

La fiscal interviniente, Verónica Simesen de Bielke, convocó a una junta médica para que se analicen las discordancias que surgieron del informe de autopsia de los médicos del Servicio de Medicina Legal del CIF y el de la familia.

Martín Rodrigo Carreras fue detenido por la policía el 22 de junio en el barrio El Rosedal ante una denuncia por violencia de género y murió en el móvil policial durante el traslado a la comisaría.

El Ministerio Público Fiscal informó que Carreras “ofreció resistencia a la detención y una vez reducido, fue trasladado a la dependencia policial en la caja de la camioneta, mientras que en la cabina viajaba la mujer y sus dos hijas. Al llegar a destino, se percataron que el detenido se encontraba sin signos vitales. La autopsia reveló que falleció por asfixia restrictiva por delirio agitado”. Los policías fueron detenidos en un primer momento pero luego fueron liberados.

El mismo 22 de junio el vecino David Alfonso Neri Ovejero, de villa Floresta, murió en un desalojo policial que no tenía orden judicial. Ese día una mujer con cinco hijos intentó asentarse en un lote de Floresta. Ovejero intervino cuando doce policías la iban a desalojar, pidiendo que no la saquen del lugar. Según los relatos de testigos, los policías “lo tomaron del cuello, lo asfixiaron y lo dejaron inconsciente tirado en la calle y cuando les pidieron que lo auxiliaran no hicieron nada y solamente se reían”. Hubo tres policías imputados que después quedaron en libertad y volvieron a trabajar en tareas administrativas.

Cristian Gallardo falleció el 26 de agosto, la Policía irrumpió en una casa de la que se lo llevaron detenido por un supuesto delito de robo. Los uniformados actuaron en flagrancia sin orden judicial. Hay testigos que aseguran que la Policía lo golpeó y grabaron un video del momento en que lo tenían ya en el furgón en el que se escuchan gritos de dolor y pedidos de auxilio que serían de Gallardo.

Esta semana la Red por la Defensa de los Derechos Humanos convocó a repudiar la decisión de la jueza María Edith Rodríguez por el arresto domiciliario a los policías imputados Ricardo Llaves, Ricardo López, Lucas Ozuna y Jorge Olea.