La actividad económica registró en julio una mejora del 0,6 por ciento frente al mismo mes del año pasado, informó el Indec este jueves. Se trata del tercer dato positivo consecutivo que se verifica en la comparación interanual, gracias a los bajos niveles del año pasado, en medio de la corrida cambiaria. Sin embargo, se espera que el dato de agosto haya dado por concluido el trimestre de gracia para los números oficiales, a partir del rebrote inflacionario y de la paralización de la cadena de pagos con la devaluación posterior a las PASO.

La mejora de la actividad económica en julio encubre un escenario de fuerte disparidad, ya que hay un notable crecimiento del sector agropecuario gracias a la mejora climática relativa a la campaña pasada y el atractivo rendimiento económico que ofrece el dólar caro, mientras que casi todo el resto de los sectores siguen mostrando fuertes caídas interanuales. En siete meses, la merma del nivel de actividad es del 2,1 por ciento.

Como viene sucediendo de manera prácticamente ininterrumpida desde que comenzó la gestión Cambiemos, la industria manufacturera fue uno de los perdedores durante julio. Los datos oficiales muestran una caída del nivel de actividad industrial del 2 por ciento gracias a una fuerte ponderación del sector de molienda de oleaginosas. Según la UIA, por ejemplo, el resultado industrial fue de una caída del 6,1 por ciento. En cambio, el sector agropecuario tuvo una mejora del 20,1 por ciento. Construcción cayó un 2,2 por ciento y comercio, 1,3 por ciento.