Soledad Sánchez, la madre de la chica de 17 años que estuvo desaparecida tres días, se quejó de que la estatal Saeta (Sociedad Anónima del Estado de Transporte Automotor), encargada del transporte público en el área metropolitana de Salta, haya abandonado a su hija, con retraso madurativo y menor de edad.

Sánchez recordó que inspectores de Saeta bajaron a su hija de dos colectivos urbanos por no tener la tarjeta con saldo ni dinero para pagar el boleto. La madre dijo que la chica estuvo desaparecida debido a este accionar de Saeta.

La adolescente fue encontrada por una vecina (“no por la Policía”, aclaró la madre) en el vertedero San Javier, el lugar donde se concentran los residuos de la capital provincial.

Por la resolución 1319 de la Autoridad Metropolitana de Transporte (AMT), Saeta no puede bajar de los colectivos a menores de edad ni a personas con discapacidad.

Saeta negó que hubiera inspectores trabajando ese día en los corredores 7C y 7B. Sin embargo, la chica relató que fue interceptada por dos inspectores de Saeta, un hombre y una mujer, que estaban controlando los pasajes. “Fue una inspectora quien la bajó”, aseguró la madre. Su hija contó que la hicieron descender por la ruta provincial 26 a la altura del barrio Calchaqui. Después se subió al 7B y allí fue el chofer el que también la abandonó cuando manifestó que no tenía para pagar el boleto. “La bajó en la garita que da en diagonal a la remisería San Cayetano” por la zona sudeste de la ciudad, indicó Sánchez.

El presidente de la AMT, Marcelo Ferraris, manifestó que estuvieron investigando lo sucedido, pero dijo que no saben todavía lo que pasó.

“No podemos saber a ciencia cierta si la chica bajó o no del colectivo, sumado a que la madre, creo haber escuchado, dijo que la hija después subió a otro colectivo más. No está en claro lo que tiene que ver con el personal de Saeta, si ellos hicieron que la niña baje o no. La normativa indica que no lo pueden hacer”, sostuvo.

Ferraris recordó que la resolución 1319 prevé que cuando en los controles se detecta “a una persona que no pagó el boleto, cuando se trata de menores de edad en ningún caso se los puede bajar. Cuando son mayores de edad se invita a que la persona pague el boleto y a partir de allí pueda continuar su viaje”, aseguró.

Sobre el caso concreto de la chica, dijo que “hay cuestiones que no se condicen con las averiguaciones” de Saeta. Relató que “los inspectores que estuvieron ese día dijeron que las personas que no pagaron el boleto eran distintas a la que estaba perdida”.

Aunque el funcionario no lo mencionó, en la práctica los inspectores obligan a bajar a cualquier persona que no tenga la tarjeta magnética, aunque haya pagado el pasaje. Todo el sistema de pasajes en Salta es con máquina electrónica, para lo que se necesita la tarjeta. Pero quienes no la tienen, o no tienen carga suficiente, suelen pedir a otros pasajeros que pasen la tarjeta y le entregan en efectivo el costo del boleto. Pero los pasajeros no tienen manera de probar que abonaron su pasaje porque la empresa no entrega el boleto en papel, que es el comprobante de pago.

Gracias por nada

“A Saeta gracias por haberme llamado”, expresó Soledad Sánchez respecto al hecho de que dejaron a su hija abandonada sin avisarle. “En ningún momento me pidieron disculpas. El lunes recién me hablaron para decirme que se ponían a disposición mía pero ya saben por los medios que mi hija apareció en el vertedero. No fueron capaces de usar el teléfono y preguntarme cómo está mi hija o si necesito algo. Me quedé sin trabajo por buscarla y yo soy el pilar de mi casa”, sostuvo.

Soledad es jefa de hogar y tiene tres hijos menores de edad. Contó que en los días de búsqueda de la chica de 17 años, durante los que fue a distintos medios y se organizó para marchar, perdió el precarizado empleo como cuidadora de una anciana. Solo percibe 5 mil pesos de AUH y necesita un trabajo para mantener a su familia.

La madre dijo que el fiscal interviniente prometió ayudarla con su hija para que reciba asistencia “porque no puede andar sola en la calle”. “No es que se escapa o como dijeron en Facebook que se va de joda. Ella tiene un retraso mental”, trató de explicar a los haters (odiadores) en las redes.

La adolescente se extravió en otras oportunidades, y a pesar de que interviene la Secretaría de Niñez, Sánchez no tiene todavía ayuda para contener a su hija. “Por hacer lo que ellos decían sigue todo lo mismo. Ahora quiero hacer valer los derechos de mi hija, que me den un acompañante, que me ayuden a gestionar el certificado de discapacidad y que pueda tener transporte escolar que la lleve y la traiga para que yo pueda trabajar”, reclamó Soledad.